Llueve bajo el cielo oscuro de la noche
Y es como si Dios me despertara de un gran sueño
Cada vez que caminando voy descubriendo al mundo
Me alegra ir al infinito de las cosas.
Todo lo material que en este mundo lo gobierna
Y aquellos que desafiamos ese cruel destino
Por darle lugar a nuestras increíbles alas
Enfrentemos fuertemente nuestro sino.
Y aunque el mundo se derrumbase
Juro Dios nunca será mi precio
El material, pecado de los ojos
Vacíos de interiores.
Llueve, es cierto, como un diluvio
Pero mi alma esta tranquila
Libre de culpa, y más allá de acá
Siempre en mi saldrá la sonrisa del sol.
Porque no hay como uno en ser su propio juez
Y aunque todo te condene, y estés totalmente
Solo en este mundo, llora y ríe un poquito
Y di simplemente, yo sé que yo no fui.
Yo confío en mi
Aunque no tenga a mis amigos
Ni a mi familia
Ni a ti
Volveré a levantarme
Siempre
Como el sol
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