Una visita presidencial con mucho color |
Durante
toda la visita del Presidente Vázquez a Israel, se lo vio
sonreír mucho. Pero la expresión de sorpresa y alegría que denotó
su rostro el lunes por la noche cuando vio entre los invitados a la cena
oficial en la presidencia israelí al futbolista compatriota Sebastián
“Loco” Abreu, fue algo inigualable. Sebastián
estuvo a la altura de los acontecimientos y llegó “armado” con dos
camisetas con claro destino: una de su amado Nacional para el Presidente
israelí Shimon Peres y otra de Betar Jerusalem para el Presidente de
Uruguay. Su sola presencia causó revuelo en el lugar. Ni que hablar de las fotos especiales del “loco” entre los dos primer mandatarios, mostrando orgullosos los regalos que habían recibido. “!Qué buena ocurrencia, esto está genial!”, comentaba Yoram Dori, asesor de Prensa de Peres. |
Algunos
invitados uruguayos llamaron por celular a sus casas para que sus hijos
oigan unas palabras de Abreu, que fue de los últimos en irse de la
residencia presidencial. “Astori le pidió un autógrafo y sacarse una foto con él,
como un niño chico”, nos comentó alguien que vio esa escena, en
referencia al Ministro de Economía y Finanzas. A
la salida, el policía de guardia le pidió un autógrafo y uno de los
generalmente serios jóvenes encargados de seguridad en “Beit Hanasi”
(la casa del Presidente), no sabía cómo ocultar su emoción al ver cara
a cara a la nueva estrella del fútbol capitalino. Una
de las jóvenes encargadas al comienzo del evento de revisar los bolsos
por rayos x, por razones de seguridad, estaba al final de la noche más
ocupada observando detenidamente los pasos de Abreu. “No entiendo cómo
un muchacho tan delicado puede ser de Betar”, comentaba la joven,
evidentemente conocedora de la hinchada pesada de los aurinegros de
Jerusalem. Lo
mejor, fue la sencillez y modestia que Sebastián no perdía ni por un
momento. Le
comentamos que algunos invitados a la cena en lo de Peres comentaron al
verlo que él debe ser el invitado de honor, y Sebastián, como medio incómodo,
respondió: “Yo soy uno más, igual que los demás, disfrutando de poder
estar con gente uruguaya, más que uno extraña tanto..”. Respecto a su original regalo a los Presidentes, nos contó: “Ya
que tuve el honor y el agrado de poder participar en esta visita, uno que
está tan lejos, siento que cualquier uruguayo que llegue y más de esta
índole, le hace a uno ponerse feliz. Y pensé que era acorde a la situación
poder brindarle la camiseta del equipo en el que juego en Uruguay al
Presidente de Israel y obviamente al Presidente de Uruguay brindarle la
camiseta del equipo de acá para que puedan tener un presente y como una
forma de agradecerles por haberme invitado y hacerme participar de esta
fiesta”. Entre
los invitados estaba también el joven músico uruguayo Roni Iwrin, cuyo
conjunto fue invitado a presentarse en honor al Presidente Vázquez.
“Esto fue muy emocionante para mi”, dijo Roni a Semanario Hebreo. Como
el conjunto tocó y cantó una canción de Ruben Rada, con ritmo de
candombe, el Presidente les comentó luego que se sintió “como en el
barrio Sur”. Y
el cantante israelí David Broza, cantó una canción también llena de
simbolismo de amistad israelo uruguaya: la letra, del cantautor uruguayo
Jorge Drexler y la música, compuesta por Broza. El
Presidente se emocionó y alegró de ver a Sebastián Abreu entre los
invitados. CON
LA “PATRIA PEREGRINA”. Encuentro
con la colonia de uruguayos. Este era el título dado a la cita incluida
en la agenda del Presidente Vázquez, para el lunes
a las 18.30, en el Teatro Jerusalem .Pero las palabras no bastan
para transmitir la emoción que se sentía en el evento, al que llegaron
uruguayos radicados en Israel inclusive hace decenas de años, no pocos de
ellos tras haber viajado algunas horas para saludar al Presidente de la
República. La
queja de algunos, después, fue que la falta de tiempo no permitió
realmente que todos se acerquen al presidente. La demora en la firma de un
tratado bilateral, que había tenido lugar inmediatamente antes del evento
en el teatro, y el hecho que el Presidente Peres estaba esperando para la
cena oficial, dejó la cita con la colonia uruguaya un tanto apretada. Pero
si bien hubo decepcionados por la imposibilidad de realmente hablar un
poco con el Presidente, la emoción de la gente se sentía en sus palabras
y la expresión de los
rostros. Un
estruendoso aplauso recibió al Dr. Vázquez cuando el parlante anunció:
“Señoras y Señores, ¡el Presidente de la República Oriental del
Uruguay!”. Un niño con la cabeza cubierta con la “kipá”
recibió al Presidente con una gran bandera de Nacional. (foto
en centrales) .Probablemente, sea nacido en Israel, hijo o nieto de
uruguayos que ayer, aún años después de estar en el estado judío, se
acercaron para brindar con el Presidente de la República, por la fecha
patria. Una
jovencita nacida en Jerusalem, hija de uruguayos, se tomó una foto
envuelta en el pabellón nacional. “¡Presidente,
aquí tiene a un hincha de Progreso!”, gritó un compatriota
evidentemente conocedor de los gustos de Vázquez. El, que supo maniobrar
todo el tiempo con naturalidad entre lo oficial y lo informal, respondió
sonriente “Qué suerte, ¡ya somos tres!”. Los
himnos patrios de Uruguay e Israel , entonados a viva voz por todos los
presentes, retumbaron en el recinto. Más de una lágrima se vio correr
por las mejillas. No pocos nudos en la garganta dieron su tono. El
Presidente, que habló de su gran emoción, se reencontró con
ex compañeros de la Facultad de Medicina a los que no había visto
muchos años. Leyó su mensaje, por la fecha patria, que había enviado a
todos los uruguayos del mundo, dondequiera que estén, a la “patria
peregrina”. Estaba entre compatriotas y amigos felices de recibirlo. “Gracias por venir a Israel, Presidente”, gritó uno de los presentes, reflejando en pocas palabras el amor por sus dos patrias, Uruguay e Israel. |
Ana
Jerozolimski
Semanario Hebreo
28 agosto de 2008
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