“El mejor modelo es el que todavia no diseñe”. estudia posibilidad de tecnología israelí para Formula 1. |
Conversar con Sergio Rinland (55), de origen argentino, residente desde hace casi 30 años en Gran Bretaña, es hablar con un hombre apasionado por su trabajo. Siendo uno de los diseñadores principales en el área del automovilismo mundial, con 20 años de experiencia en Fórmula 1 y experiencia en otras categorías tanto en Estados Unidos como en Europa, Rinland no se olvida ni por un momento del comienzo del sueño. Este es el diálogo que mantuvimos con Rinland, durante su reciente visita a Israel. P: ¿Qué es lo que te
atrajo en este tema? R: El curso de las
cosas me fue claro desde muy temprano, ya cuando empecé la primaria. Yo
fui siempre el hombre de la idea fija: dedicarme a los autos de competición.
Me gustó el tema desde muy
chico.
P: Cuando uno oye Fórmula
1 el término ya trae asociada una imagen de algo impactante, fuerte, que
te arrastra. Para dedicarte a eso de adentro, no como espectador pasivo,
se me ocurre que tiene que haber una gran pasión ¿verdad? R: Totalmente. Si no existe esa pasión por los automóviles de
competición, por las carreras y lo que uno hace, es muy difícil primero
trabajar en esto porque es muy exigente.
Exige mucho de tu vida física,
familiar y emocional. Hay que hacer muchos sacrificios para participar
primero y luego triunfar. Si no, te dedicas a otra cosa.
P: ¿Estar cerca de los
autos significa también una relación muy especial con los competidores
mismos que van a correr? R: Claro. Ellos tienen
que exigir la maquinaria límite en todos sus componentes y todo lo que
ellos puedan decir técnicamente sobre el auto que están manejando,
bienvenido, porque es información que nos sirve. Además hoy con toda la
tecnología, la adquisición de datos, la telemetría que
existe -al igual
que en la aeronáutica donde el input del piloto es importante– es
clave también la participación de
ellos en el concepto de acuerdo al que se lanza un automóvil porque cada
uno tiene sus características distintas y uno trata de adaptar las
características técnicas al piloto que uno
tiene. Las relaciones son muy
cercanas.
P: Tengo entendido que
no hay mucha gente que sea
especialista en varias
facetas a la vez de la ingeniería automovilística, pero vos dominás
muchos campos… ¿Cuáles son tus diferentes especialidades? R: Yo soy uno de los últimos
dinosaurios, de los que hemos tenido la suerte y las posibilidades de
poder abarcar todas las disciplinas de lo que hace al automovilismo de
competición. Yo vengo de una época, aunque tengo 55 años, no 150, en
la que todavía éramos muy pocos los que teníamos que diseñar el
automóvil. Fijate
que mi primer modelo de Fórmula 1, en 1984, lo diseñamos entre tres
personas. Había que ser multidisciplinario. Hoy en día tenés equipos de
cien ingenieros para diseñar
un
modelo.
P: Cada uno en otro
aspecto.. R: Claro.Tenés
especialistas en transmisiones, en materiales, uno en metales, otro en
fibras de carbono, aerodinámica, motores…
cada uno tiene otra especialidad. En nuestra época había que hacer todo. Incluso después había
que ir a la pista y trabajar con los pilotos, algo que hoy en día hace
otro especialista. Las cosas han cambiado mucho.
P: Y por tu descripción
no sé si dirías que el cambio para bien, porque por un lado con tanta
diversificación se facilita el trabajo de cada experto pero por otro lado
supongo que el que ama mucho esto, quiere tener el cuadro general, ver
todo en detalle… R: Claro. Ahora es
mucho menos divertido. Ahoras es mucho más difícil encontrar un lugar en
una empresa en el que puedas abarcar todas las disciplinas.
P: ¿Cuántos años
estudiaste para todo esto? R: Los seis años de
secundaria industrial, seis de universidad con la tesis y cuando vine a
Europa seguí estudiando. Es parte de mi disciplina que incluso hoy dedico
un par de horas por día a estudiar. Hace un año terminé un MBA o sea que
volví a la universidad por dos años para seguir
estudiando. Y eso es lo
que me ha permitido mantenerme al tanto de las nuevas tecnologías y poder
seguir compitiendo con gente mucho más joven.
P: Cuando diseñaste
aquel primer modelo de Fórmula 1 en 1984, habrá sido para vos lo
máximo. Luego
salieron otros modelos, otras tecnologías quizás más
modernas. Pero
supongo que la emoción de aquello no te la quita nadie… R:
Tenés razón. Eso no
me lo quita nadie. Es una satisfacción muy grande porque se hace algo con
tanta pasión , es algo creativo y uno puede tocarla, sentirla, usarla, es
algo muy grande, difícil de expresar con las
palabras. Es en efecto una
sensación que no te quita nadie. Da una gran satisfacción ver mis
creaciones circulando. Las satisfacciones que tuve en la vida por haber
tenido la fortuna de tener oportunidad de dedicarme a lo que me gustó
siempre tanto, eso es invalorable.
P: Se me ocurre que acá
hay también un mensaje educativo, porque si bien en la vida a veces también
se necesita suerte, podrías decir hoy a los niños enamorados de un tema
que con dedicación se puede lograr mucho ¿no? O sea ¿hay una receta
para tener éxito en la vida? R: Por
supuesto. Yo
tengo el ejemplo hoy también de mi hija. Tiene 20 años y está hoy en la
universidad. Estudia arte y fotografía y desde chiquita yo la apoyaba en
lo que le gustaba. Por mi experiencia personal, como padre miraba de ver cómo
apoyarla y facilitarle el camino. Es una persona con un gran talento, se
dedica a la fotografía, hace lo que le gusta, lo adora, y puede trabajar
24 horas al día sin parar.
P: Siempre decimos
medio en broma medio en serio que una “idishe mame” va a querer que su
hijo sea médico o abogado. ¿La tuya tuvo la visión de decir que si a vos
te gusta esa locura de los coches, pues que sea? R: Que sea la locura
que sea, porque esa es la mejor manera de que alguien triunfe en la vida,
si hace lo que le gusta.
P: Claro, sólo así va
a seguir empujando. R: Mi madre era
artista -mi hija tiene los genes de la abuela y se ve que yo saqué los
mios de algún otro antepasado diferente, aunque te diré que en mi
familia casi todos son ingenieros- y se entendía que cada uno tiene que
hacer lo que le gusta.Y acá estamos.
P: ¿Qué te trajo
ahora a Israel? R: Primero,
familia.Tengo mi hermano viviendo acá, en Haifa, y también otros
familiares en Beer Sheva. Estuve acá varias
veces. La última vez
conversando con el marido de mi prima que es de los directivos principales
de la empresa de high tech Ziv Av, me comentó de la empresa y a mi me
interesó. Ahora me dedico mucho también a la docencia, a dar charlas en
instituciones y universidades, y cuando él me ofreció dar charlas en
Israel, me pareció muy interesante.
P: ¿También estás
viendo la posibilidad de usar tecnología israelí para Fórmula 1? R: Estoy
viendo. Estoy
visitando empresas, tanto Ziv Av por un lado, viendo qué cosas se pueden
usar, también otras empresas y de a poco todo esto será una manera de
crear interés en ver si se puede lograr que la alta tecnología que se
desarrolla en Israel sea encausada también a otros mercados.
P: No hay nada cerrado
todavía… R: No, es el primer
viaje para esto
y estoy viendo. Vine con los ojos abiertos para ver qué puede servir a este campo.
P: De lo que ya has
alcanzado a ver ¿con qué impresión te vas en lo relacionado al avance
tecnológico? R: Claro que el tema ya
lo conocía de antes. Pero me voy ahora claramente con la impresión de que
los empresarios israelíes quieren abrir el campo a otras industrias y
poder beneficiarse de la tecnología que han tenido que desarrollar acá
con otro objetivo.
P: La defensa querés
decir…. R:
Claro. Esa necesidad
es lo que ha impulsado el desarrollo tecnológico, lamentablemente, pero
así es la vida y lo bueno es
que ese nivel tecnológico después se ha usado para otras cosas.
P: Si hay un desarrollo
tecnológico muy grande en campos determinados, aunque por cierto no sólo
en seguridad, ¿quiere decir que necesariamente hay más potencial de que
también en tu campo puedas encontrar desarrollos que te sirvan para Fórmula
1? R: Claro, pero no sólo
en Fórmula 1, sino también en otras vertientes del deporte automovilístico..
R:
Es buena tu aclaración
porque automovilismo deportivo no es sólo Fórmula 1.. R: Así
es. Es la máxima
expresión del automovilismo, pero no es la
única. Hay otras categorías
en las que la tecnología quizás no es tan exasperante como en la Fórmula
1, pero está cerca.
P: ¿Qué tiene de
especial Fórmula 1 en comparación con el resto? R: Que son los automóviles
más veloces, de mayor tecnología, manejados por los mejores pilotos, que
tienen los campeonatos más ricos, donde se maneja más
dinero. En todo,
hay muchos superlativos.
P: ¿Cuáles son los
principales desafíos cuando uno va a diseñar un modelo de Fórmula 1?
Uno ve por televisión y piensa “están locos, se van a matar en
segundos”… R:
Bueno. En los años
60 y 70 era así. El número de muertes anuales era tremendo porque la
seguridad era muy baja, pero hoy no es así.
Hoy la seguridad es alta y si
bien hay accidentes, los pilotos ya no se lastiman como antes.
P : O sea el desafío
es la velocidad y la seguridad del piloto.. R: Si, así es.
P: ¿Hay un modelo utópico,
ideal, de Fórmula 1, que quisieras diseñar y todavía no se puede? R: Si, por supuesto. Siempre decimos que nuestro mejor auto es el próximo. |
Ana
Jerozolimski
Semanario Hebreo
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