P: Con su propio enfoque de las cosas, no
simplemente a la sombra de la pareja que tenía..
R: Claro. Mis hijas dicen que tengo una personalidad
fuerte porque vivo hoy pero estoy pensando en
mañana.
P: Eso es muy lindo , especialmente siendo una
persona mayor..
R: Es verdad.
Y mis hijas me dicen “ay mamá, quién
sabe qué pasa mañana”, pero yo digo que siempre es
bueno hacer un proyecto lindo y también precaverse
sobre la posibilidad de que se presente algo
dificultoso. A mi eso no me amarga, creo que es una
forma de vivir, es mi forma de ser, mi naturaleza.
P: Eso la habrá ayudado con todos los desafíos que
tuvo que enfrentar..
R: Muchísimo.
Quizás tuve demasiado los pies en la
tierra y hubiera sido bueno también estar un poco
flotando en las nubes..En realidad he combinado
ambas cosas, pero no he podido despegarme
completamente de la tierra.
P: ¿Y cómo era su esposo en ese tema?
R: Era igual que yo. El todo lo hacía hoy-pero
incluso en el razonamiento político-pero diciendo
que hay que pensar en 20 años más adelante, aunque
primero, pensar en mañana.
P: ¿Cómo lo conoció a Seregni?
R: En un baile. Lo conocí a eso de los 18 años. Una
amiga que vivía en Durazno y que era novia de un
militar, me invitó a pasar unos días en su casa.
Fuimos a un baile en el Club Uruguay en Durazno y
ahí me presentaron a Seregni, que estaba ahí por
casualidad.
El estaba prestando servicios en Flores
pero ese día no tenía necesidad de estar en el
cuartel y fue con un amigo al baile, así que nos
conocimos. Nos escribimos como dos años como amigos,
nos veíamos de vez en cuando si él venía a
Montevideo. Creo que él tenía su novia...Yo también
tenía algún dragoncito..
P: Y yo que le iba a preguntar si fue amor a primera
vista, pero ahora entiendo que ambos estaban
ocupados...
R: Es verdad. Fue una simpatía muy grande, pero los
dos estábamos en otra cosa.
P: ¿Pero no bailaron?
R: Si, naturalmente, pero como amigos...
P: ¿Y qué encendió luego el amor?
R: ¿El amor? Creo que vino despacito, de a poquito,
no fue un deslumbramiento, ni un flechazo.
P:
Dicen que así es más firme, más seguro....
R: (risas) Creo que si..
P: ¿Y podría explicar hoy por qué se enamoró de él?
R: Pensábamos igual, nos gustaban las mismas
lecturas, teníamos una enorme coincidencia en
montones de cosas, entonces era muy fácil la
amistad. Después, cuando él vino a Montevideo y
dejaron de ser cartas para ser encuentros, la cosa
cambió.
P: Y ahí, supongo, él ya no tenía novia....
R: (risa) Ahí dejamos de ser amigos....
P: Pero es una linda base, que el trasfondo fue una
profunda amistad.
R: Sin duda. Yo creo que esa fue la base de nuestro
largo matrimonio, una mezcla de amor, amistad,
hermanados en montones de cosas,. Creo que fue por
la manera de ser de él y la mia.
P: Una vida juntos...
R: 64 años..En realidad tuvimos muchas separaciones
por cuestiones de trabajo. Al poco tiempo de estar
casados, Seregni fue nombrado para la comisión que
debía volver a rectificar los límites con Brasil.
Cada 45 días él venía casa por ocho o diez días.
Todo fue al extremo que mis hijas, que se llevan 18
meses, cuando llegaba ese hombre –y él las
conquistaba, las mimaba, les hacía cuentos- ellas
quedaban contentísimas con “ese señor” que venía, el
papá. Y luego pasaba más un mes hasta que volvía a
venir...Empezó a ser realmente el “papá”, cuando
tenían ya como cuatro años, la mayor de ellas.
Fue un padre excelente. Les fabricaba juguetes, les
ayudaba con cosas que aprendían en la escuela, hizo
algo con un cartón para enseñarles la hora..Una vez
tenía que explicarles qué era un ballet y con cartón
y figuritas les hizo un escenario..Se sentaba a
leerles cuentos de Monteiro Lobato antes de que se
durmieran. Fue una ternura..
P: Suena así por su descripción Lily, realmente..
R: Como no teníamos dinero para hacerles grandes
regalos en Navidad o Reyes, por ejemplo, como se
acostumbra, mis hijas siempre se acostumbraron a
las cosas más chicas, de poco precio. Me acuerdo por
ejemplo que en una época la nafta venía en dos latas
dentro de un cajón, porque no había distribuidores
como hay ahora. Ese cajón él lo convirtió en casa de
muñecas. Lo dividió en cuatro: en un lado era la
cocinita, en otro la sala, en otro el cuartito de
las muñecas...todo chiquito, pero mis hijas eran tan
felices....
SIN DESCANSO
P: Lily, con todas estas cosas lindas que usted
describe, no puedo menos que preguntarle si cuando
ya estaba enamorada de Seregni o inclusive ya de
casada, usted captó que tiene al lado no sólo a un
buen esposo y buen padre de sus hijas, sino también
a un líder...
R: No, eso fue un proceso. El era un hombre muy
interesado por la política toda la vida. Nuestra
biblioteca era inmensa, de todo lo que te puedas
imaginar, historia, literatura, de todo..
P: Y usted también lee mucho , también ahora, aunque
no ve, en Braille..
R:
Si, siempre hay algo que leer y aprender. Yo te
digo que si a mi una mujer me dice que está aburrida
, qué largos le son los días,la mando al médico,
porque a mi, no me alcanzará la vida para todo lo
que quiero hacer. Y también con la lectura... porque
yo ya voy hasta por novelas policiales, por Agatha
Christie...(risa)
P: Es bueno ese afán de aprender siempre...
R: Claro que sí. Tengo mucho interés siempre, en
todo, también en la vida política, por todo lo que
me rodea, como si tuviera 30 años.
P: A veces hay jóvenes que no tienen ese espíritu..
R: Te digo Ana que a veces me olvido de los años que
tengo. Recuerdo que después que se casaron mis hijas
y Seregni estaba tan ocupado en la política, me dije
que voy a hacer algo que siempre me gustó. Yo
siempre pinté acá en casa, sin ninguna guía, sin
ningún profesor, como forma de entretenerme. Hace
unos diez años empecé a ir a clases de pintura y las
cuatro compañeras que tenía eran judías. Seguimos
teniendo amistad con ellas. Y fue el profesor de
pintura el que se dio cuenta que me estaba pasando
algo en los ojos. “Estás cambiando los colores”, me
dijo. “Algo te pasa”. Ahí fue que busqué el primer
oftalmólogo. Recorrí creo que doce o trece, con la
esperanza de que los anteriores se hayan equivocado,
pero es incurable ..En el primer momento, te
confieso que por primera vez en la vida, caí en un
pozo de desesperación. Pero me recuperé cuando un
amigo que era médico y que también había quedado
ciego, me dijo que el Instituto Braille lo había
salvado .Y así fue.Fue mi salvación.
P: Porque pudo seguir leyendo...
R: Así es. Y así yo pude recomendar a muchísima
gente que la salvación está allí.A veces estoy tan
encantada con lo que estoy leyendo que como estoy
sola y no molesto a nadie, soy capaz de leer hasta
las 3 ó 4 de la mañana. En realidad no es leer, es
escuchar, porque uso el sistema de las grabaciones,
lo pongo abajo de la almohada y sigo
escuchando..Creo que para el Braille mismo, la
lectura al tacto, ya no tendría paciencia.
EL DESAFÍO POLÍTICO
P: Y se interesa también por la política
¿Cómo ve hoy
la situación política actual?
R: Creo que hay un estupendo equipo presidencial y
con muy buenas intenciones. Hemos tenido por suerte
una época que nos ha hecho mucho bien
económicamente, hemos podido vender productos
uruguayos en buenas condiciones. Pero yo siempre
digo que hay que pensar también en mañana. No
podemos olvidarnos de dónde está Uruguay. No tenemos
petróleo ni gas. Hay que pensar que si viene una
sequía de ocho meses, las praderas desaparecen.
Todas las cosas de las que vivimos, desaparecen. Por
eso yo estoy del lado del ministro que dice que hay
que repartir lo mejor que se pueda pero hay que
prepararse para posibles crisis, a las que tendremos
que hacer frente sin nada. Vivimos de lo que nos
puedan ayudar y vender los países vecinos, que están
muy ajenos e indiferentes últimamente. Por eso hay
que pensar en lo que realmente es nuestro, lo que
tenemos.
P: Y esto lo maneja hoy el Frente Amplio, fundado
por su esposo que soñó con verle rigiendo los
destinos del país...
R: Así es. Al Frente Amplio se entregó con alma y
vida. Cuando llegaron los momentos difíciles con
miles de presos en la cárcel, varias embajadas le
ofrecieron irse al exterior, pero no quiso. La
responsabilidad como Presidente del Frente, en el
momento en que había 4 ó 5.000 compañeros presos,
era quedarse. Dijo que no se va a hacer llevar preso
porque sí. No pensó que fuera lo ideal, pero corrió
la misma suerte y corrió once años preso,
habiéndose podido ir del país.
Aclaro: esto no es una crítica a los que se fueron,
porque hicieron una labor de conocimiento de lo que
estaba pasando acá, todos los que se fueron al
exterior..
P: Otro tipo de lucha.
R: Otro tipo de lucha, es verdad..Y cuando salió,
salió sin rencores y sin odio. Eso es lo que la
gente no comprende. Cada uno tiene su personalidad.
Dijo que había que seguir luchando. Y luchó,
mientras pudo. Cuando ya en el año 1993, después de
la dictadura y del nuevo funcionamiento del Frente,
sintió –de hecho ya lo había pensado antes- que
había que dar lugar a gente más joven. Ahí fue que
lo sustituyó como Presidente, Tabaré, que era
intendente. Seregni fundó el Centro de Estudios en
el que se empieza a proponer las políticas del
futuro, por ejemplo en temas como comercio exterior,
energías de las que no disponemos,varios temas
importantes para el país. Así, hasta que se murió.
Y se murió tres meses antes de que triunfara el
Frente. Pero él, toda la vida, desde el primer día
del 71, luchó pensando que algún día el Frente iba a
ser gobierno. Incluso desde la cárcel a veces ponía
una frasecita : “Al final del camino, una luz
puntual nos espera”. Y es cierto. El se murió,
pobre, con mucho sufrimiento, tan poco antes del
triunfo, pero contento, porque él ya veía que eso
llegaba.
P: Se daba cuenta de que las cosas iban en esa
dirección.
R: Claro. Y luchó sin el menor interés político,
porque desde que renunció a la presidencia del
Frente, le ofrecieron muchas cosas, pero él decía
que no, que igual él nunca iba a dejar de trabajar
para el Frente.
P: Aunque ya en la fundación del Frente había una
gran heterogeneidad de grupos ¿no le parece que
quizás si él viera las discusiones de hoy, quizás el
matiz de esas discusiones, diría que eso paraliza un
poco?
R: Mientras él vivió, trató de tender puentes entre
los grupos para que siguieran unidos todos. No lo
pudo conseguir al principio porque antes de la
dictadura el Partido Demócrata Cristiano y la 99 se
fueron ,. ya en el 72. En ese momento ya fue una
pena. Fue cuando mataron a Michelini...Juan Pablo
Terra me decía, estando preso Seregni: “Se terminó
el Frente Lily, no existe más” ...
P: Y usted seguramente le decía que no, que ya verá
que no..
R: Yo decía que no, que va a seguir porque todos los
que están presos no van a salir a abandonar lo que
fue su lucha, entre ellos Seregni.
UN DOLOR PERSONAL Y NACIONAL
P: ¿Cómo se vive once años sin su compañero de toda
la vida al lado y más que nada, sin saber qué le
pasa o cómo terminaría todo aquello?
R: Vivía con la incertidumbre de no saber dónde
estaba ni cuándo. Desde el mes de julio, que lo
llevaron preso, hasta diciembre, no lo vi. No sabía
ni cómo estaba. Después, le dieron una especie de
libertad condicional, y una madrugada lo llevaron de
nuevo y yo no sabía dónde estaba. Pasé como dos
meses buscándolo por todos lados.
P. Cuando su esposo estaba preso ¿hubo momentos en
los que pensó que no lo vería más?
R: Siempre. Lo pensábamos todas las mujeres, que al
día siguiente, quién sabe, y qué noticia nos traerán
a la noche...y para ellos, los presos, también era
una angustia terrible, sin saber qué podía pasar con
la mujer, con los hijos...una vida muy triste.
P: Eso, pero acompañado de mucha fortaleza, lo viví
a través del libro “El Correo del General-“, que
nuestra amiga común ,nuestra muy querida Blanca
Rodríguez, escribió, armó, compiló, con las cartas
de Seregni desde prisión...
R: Así es. Blanca es una gran compañera, la quiero
mucho. Y te cuento que volvió tan impresionada de
Israel..
P: Es verdad, lo compartió con nosotros en una
preciosa entrevista que me concedió, además tuve el
gustazo de recibirla en casa.
R: Volvió encantada del viaje....Respecto a lo que
comentabas del espíritu de Seregni, es cierto. Sabes
que hay gente que piensa que ahí , en el libro,
tendría que haber mensajes de otro tipo, mensajes
amorosos. Pero no se dan cuenta...como con Seregni
nosotros nos comprendíamos tanto, en esa especie de
carta que tenía que ver con la familia , con mi vida
o mi soledad, siempre hay un mensaje político...Era
la forma de tener a la mesa política al día. De eso
también me ocupé bastante...
P: ¿Cómo se mantiene la conciencia política, para
que todos estén al tanto, en medio de lo que era
para usted en definitiva una tragedia personal?
R: Es que tú sabes que además, el preso busca
siempre la forma de sobrevivir. Estaba escuchando
hace poco a Rosencof sobre cómo pudo hacerse de un
lápiz porque los soldados no sabían escribir y le
pedían que les escriba cartas a las novias. Me
encantó eso, precioso, me causó tanta
gracia...Seregni escribía en una forma como si no
tuviera nada que ver, pero yo entendía todo. Además,
un amigo le regaló a Bethel,
nuestra hija mayor, una
radio chiquita, sin apariencia de nada , que parecía
tan desvalida que le permitieron introducirla a la
cárcel.