Natalia Oreiro, en su tercera visita a Israel. |
La cantante y actriz uruguaya radicada en Argentina, Natalia Oreiro, acaba de realizar su tercera visita en Israel, donde es recibida como una verdadera reina por admiradores de ambos sexos y de edades entre los 9 y más de 60 años. Su llegada, como siempre, despertó gran expectativa. Conversamos con Natalia en el Hotel Daniel de Hertzlia, mientras la entrada del hotel estaba llena de jóvenes admiradores que trataban de hallar el modo de verla directamente y si podían, mejor aún, de abrazarla y fotografiarse con ella. (Ana Jerozolimski-Jerusalem) |
P: Natalia, tuve el gusto de conocerte hace aproximadamente dos años, cuando viniste por primera vez a Israel. Pasó mucho desde entonces, tú pasaste mucho y seguiste avanzando. Y aquí te siguen recibiendo con un amor impresionante. R: Yo siempre recordaré que Israel fue el primer país en el que hice un gran espectáculo, como cantante y que todo salió bien, por el gran amor con que me recibieron. Y eso veo que no cambia, lo cual me alegra mucho. Es verdad que han pasado muchas cosas, trato de seguir adelante y lo hago con mucho amor. P: Hablando de amor, a veces matan y aprietan y tengo entendido que esta vez hay órdenes de cuidarse más con los abrazos de los admiradores. R: Siempre toman aquí muchas medidas y ponen muchos guardias de seguridad. A mi, la verdad, me molesta un poco que haya tanta seguridad. Entiendo que es su trabajo y trato de comprenderlo e intento entonces hacerme algunos pequeños grupitos para poder saludarlos a los chicos más tranquila. P: Esta vez llegas en una situación muy especial. Si bien vienes entre otras cosas para promocionar tu nueva telenovela “Cachorra”, que se transmitirá en el canal israelí “Viva Platina”, el viaje se enmarca en un impresionante concurso “Yo quiero ser Natalia”. Aproximadamente 15.000 jóvenes israelíes se anotaron, no exactamente para ser tu doble israelí, sino para ganar el galardón de quien más se parece a ti en cuanto a calidad de actuación, canto y baile. Es sin duda un símbolo de identificación, pero también una gran responsabilidad. R: Es sí una responsabilidad muy grande y un halago al corazón. A mi encanta que las chicas se identifiquen con lo que hago, pero en realidad el consejo que les puedo dar es que este concurso les debe servir a todas para darse cuenta de que es bueno que vayan atrás de sus sueños. Que sepan que si quieren ser cantantes o actrices, se puede, que sigan adelante. Pero lo más lindo que les puedo decir es que sean ellas mismas, que no se quieran parecer a nadie. Esto les puede servir, es un paso en su vida, una decisión que tomaron de anotarse en un concurso. No importa si ganan o no, pero lo importante es que ellas pueden hacerlo. Que creen su propia personalidad y crean en ella. P: En uno de los programas de la radio israelí entrevistaban a una de las cinco finalistas y al preguntarle cuánto de su vida está ocupado por Natalia Oreiro, ella decía que aproximadamente el 90% y que el resto, era estudios. ¿Qué te parece esa proporción? R: Me parece que lo tengo que decirle es que hay que estudiar, que es muy importante para cualquier cosa que uno quiere hacer en la vida. Aunque una quiera dedicarse a cantar, es muy importante que tenga conocimientos para desarrollar lo que quiere. P: Esta chica contaba que ahora tiene 16 años y yo pensaba que tu llegaste sola a Argentina a los 17 para abrirte un nuevo camino. R: Así es. Empecé allí a los 17. P: ¿Es difícil cuando a los 25 años, tu edad actual, ya podés hablar de una trayectoria importante hacia atrás? R: No me doy mucho cuenta, porque vivo siempre el presente. Me gusta mirar hacia atrás como un lindo recuerdo y a veces cuando siento miedo de diferentes situaciones profesionales, recuerdo en realidad el hecho más fuerte que tuve en mi vida y la decisión más difícil, que fue irme tan peque a a Argentina. Eso me da fuerzas para enfrentarme al público, a todo, porque el miedo paraliza un poco. Recuerdo esa situación y me fuerzas para seguir. Y con respecto a la trayectoria, realmente ya van más de diez años porque yo empecé a los 12. Lo fuerte fue sí en los últimos años. P: ¿Qué planes tienes ahora? Recuerdo que la vez pasada me decías que no querías encerrarte ni en el plano de actriz de telenovelas ni en el de cantante, sino seguir avanzando en ambos. R: Acabo de editar mi tercer álbum “Turmalina”, que es un disco que si bien tiene música en la novela, no tiene mucho que ver con una telenovela. Funciona a muchos estilos, pop, rock, candombe y otros. Es un disco que a mi me compromete mucho como artista porque yo misma compuse música y letra de tres de sus canciones. Pude así desarrollarme y comunicar cosas que para mi eran importantes como el tema de los chicos y la ecología. En mayo comienza mi “tourmalina”, probablemente por Rusia. Tengo muchos deseos de venir aquí a Israel a cantar. En febrero, marzo y abril filmo una película para cine y sigo haciendo cosas todo el tiempo. A veces estoy un poco cansada, pero sigo. P. ¿Y ahora te empuja más el hecho que te volviste a enamorar? Te casaste, hubo un cambio en tu vida.¿Qué importancia tiene algo así para una artista? R: En realidad creo que la importancia la tiene a nivel personal. Cuando uno se enamora uno todo lo ve más lindo, ve más contenido a las cosas. Lo bueno uno lo ve muy bueno y lo malo no es tan malo. Él me ayuda mucho, siempre me ayuda, está siempre conmigo. P: Te diré que tus admiradores acá siguieron el tema y casi se ofendieron que no se enteraron antes de tu casamiento. R: (risas).Creo que también les divirtió un poco el hecho que haya sido algo oculto. Pero para mi era algo muy íntimo y personal y me resulta difícil hacer público algo que es tan importante en lo personal, que no se vaya a llenar de periodistas y fotógrafos. Si hubiera sido así, habría sido muy difícil concentrarse en el momento. P: Cuando viniste la vez pasada, dado que aquí ya estábamos en una situación fea de conflicto, yo te preguntaba si no te daba miedo. Vuelves ahora, por tercera vez de visita a Israel, y los problemas no se terminaron. Cuando uno viene como artista ¿está en una burbuja o alcanza a ver algo de esa situación de conflicto que lo rodea? R: Cuando hay tanta gente alrededor, de alguna manera uno se siente en una burbuja. Pero quizás no hay que venir directamente al país para sentir que hay un problema o tratar de ayudar en algo. Yo iré por ejemplo a un hospital a visitar niños. Es algo muy privado para mi y lo hago siempre en cada lugar al que voy. Acá hay un tipo de problema determinado y en Argentina hay niños que se están muriendo de hambre. Es increíble que en un lugar tan fértil, la gente no tenga para comer. Creo que hoy no se siente seguro en ningún lugar del mundo. Da igual si uno es artista o un fulano cualquiera. P: ¿Sientes que del ámbito en el que tu estás se puede ayudar en algo, aportar una gotita para mejorar la situación? R: Uno siempre puede ayudar. Hay que tomar conciencia de lo importante que es la paz, la unión, y disfrutar de la vida, que es básicamente lo más natural. Si se lo pudiera lograr, sería mejor. Desde mi lugar yo siento la necesidad de comunicar todo esto. En mis canciones lo escribo y hablo mucho a los chicos de estos temas. Siento que de esa manera, en algo, colaboro. P: Natalia, cuando llegaste, uno de los diarios de mayor difusión publicó en la primera página tu foto, bajo la frase “la reina de las telenovelas”. Sos muy joven por supuesto para hacer resúmenes de vida y tienes mucho camino por delante todavía. Pero como ya te dan títulos reales, quisiera preguntarte: ¿cómo te gustaría, dentro de unos años, cuando alguien hable de la trayectoria de Natalia Oreiro, que te recuerden? ¿Qué te gustaría que digan de ti, cómo te gustaría que te presenten? R: Natalia Oreiro, en realidad, en lo personal, es Nati. Creo que soy una gran luchadora de los sueños, de creer en las cosas y no dejar que los demás me los pisoteen. Me gustaría que me recordaran como una gran luchadora por sus sentimientos y sueño, en lo personal y en lo profesional. Y cuando una está muy segura de lo que quiere, eso ayuda. P: Te deseo mucho éxito Natalia, para siempre. Y muchas gracias. R: Gracias a ti. |
Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo
20 de diciembre de 2002
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