“Semanario Hebreo” con el |
Hace
pocas semanas, tuvimos el gusto de entrevistar en su oficina en la calle
Reconquista, al Profesor Ricardo Ehrlich, Ministro de Educación y
Cultura, ex –Intendente de Montevideo. En un extenso diálogo, abordamos
una variada temática, tanto referente a su cargo actual, como a la
situación de Uruguay hoy en día , su conocimiento con las diversas
comunidades que componen la sociedad y su sentimiento especial para con la
colectividad judía que toca su propia identidad. En la ocasión, víspera de su partida a Costa Rica, el Ministro Ehrlich nos entregó en mano un saludo especial por los 50 años de “Semanario Hebreo”, que publicamos hace ya unas semanas, disculpándose por no poder asistir al acto en la Kehila en el que celebramos la fecha, precisamente por el viaje mencionado. P:
Ministro Ehrlich, me recibe usted en su despacho, pocos días antes de la
celebración de los 50 años de “Semanario Hebreo”. Aunque eso suponga
hablar de la publicación que yo misma dirijo, creo que es oportuno, por
ser usted precisamente el titular de Educación y Cultura, preguntarle qué
mensaje le inspira el que un medio de prensa cumpla 50 años de
existencia.... R:
Cincuenta años , para un medio de prensa, es muchísimo, sobre todo por
los tiempos que corren. Un medio de prensa vale por un par de cosas. Vale
por quienes son sus lectores, vale por la calidad de su material , de sus
periodistas, y por la confianza que crea con los lectores. Y cuando yo leo
Semanario Hebreo regularmente, más allá de un vínculo afectivo que
tengo por razones obvias, siento que no sólo me interesa el material sino
la diversidad de opiniones que trae. Esté de acuerdo o no esté de
acuerdo, me interesa y me alimenta regularmente. Llega a casa y leo con
muchísima atención y muchísimo interés, más allá del hecho que buena
parte de las notas y mensajes a veces de los propios lectores,
me llegan al corazón. |
P:
El tema comunitario le transmite algo especial... R:
Sin duda. Desde los dos
lugares públicos que he ocupado en los últimos años, antes la
Intendencia y ahora el Ministerio de Educación y Cultura, pude descubrir
con profundidad lo que es el valor de los referentes comunitarios. Son los
que llevan a que podamos echar raíces allí donde estemos. Empecé a
descubrir que eso del “melting pot” tal vez no sea lo importante… No
es mezclarnos sino saber encontrarnos con nuestra diversidad, saber
mantener nuestros referentes.. Yo separaría lo que es identidad con el
sentimiento de pertenencia, de un lugar al que pertenecemos, del lugar que nos pertenece, que puede estar delimitado geográficamente
o tener geografía diversa. P:
Es verdad… Se puede ser miembro activo de una comunidad, sentir esa
afiliación sentimental y ser parte del todo, que incluye también a otras
comunidades… R:
Así es. Todas las distintas comunidades tienen sus desafíos, sus
problemas, sus historias. Y sin duda la
comunidad judía tiene interrogantes y desafíos particulares. En
cada tiempo, en cada lugar, cada persona, cada familia, ha ido dando sus
respuestas. Pero ha ido manteniendo los lazos comunitarios. P:
Yo me acuerdo, cuando lo conocí a usted en Jerusalem y lo entrevisté,
que me dijo “me encontré con raíces”… R:
Claro. Es imposible estar en Jerusalem sin sentir una profunda emoción,
por muchas razones. Pienso que es un encuentro con raíces diferentes. Con
raíces culturales sin duda, con raíces culturales y religiosas para
algunos sin duda, y referentes que hacen
también a la historia personal y a la propia historia comunitaria.
Es muy fuerte..No se trata de palabras ni discursos, no se trata de una
lectura sino que se trata de vivencias, de poder ver un lugar, de poder
ver la sencillez de un paisaje con piedras, con olivos, piedras sobre las
que se refleja el sol, muros y murallas viejas desgastados por el tiempo,
donde pasaron tantas cosas…Creo que eso conmueve y hace que uno se
busque a si mismo. Recuerdo, leyendo “Las Puertas de la Misericordia”
de Tomás de Mattos… P:
El escritor y Director de la Biblioteca Nacional… R:
Así es. Fue el Director de la Biblioteca hasta hace poco….Es una
persona estupenda. Pues él contaba lo mismo, con un itinerario y
sensibilidades diferentes, pero
sintió lo mismo, como tanta gente… |
P:
Ministro, en el marco de estos dos cargos oficiales, como bien ha dicho
antes, ha entrado usted en contacto más cercano con distintas
comunidades, también con la judía. ¿Qué tocó este contacto más
cercano en su condición judía? Hay diferentes formas de sentirse judío,
aunque no sea activo desde un punto de vista institucional comunitario.. R:
Es una buena pregunta…Lo que a mi me pasó fue como tener los referentes
de los distintos momentos de mi vida, todos juntos. Fue como un encuentro
con el conjunto de los referentes de mi vida, que me acompañaron en todo
el trayecto. Eso va desde un reencuentro con una maestra de primaria hasta
el reencuentro con la propia comunidad y con amigos y compañeros de todas
las épocas. Eso es muy fuerte. Al principio vivía de emoción en emoción
porque se me juntaban las distintas etapas de la vida. Y eso me pasó
también con la comunidad, con la que sentí que era más responsable que
antes… P:
Un tono especial pues dentro del marco general de responsabilidades
iguales para con todas las comunidades que componen la sociedad
uruguaya… R:
Se agregaba otra dimensión, así es. Pero además, ese sentimiento de
pertenencia y vínculo , de identidad con una comunidad, me hizo
profundizar y entender, descubrir la significación de cada una de esas
comunidades, la riqueza de lo que es el Uruguay. Me hizo descubrir las
cosas que nos pasaban a nosotros de niños, como por ejemplo escuchar a
los mayores hablar un español con acento extranjero, a tal punto que a
veces uno le podía dar vergüenza que lo acompañaran a la escuela. De
eso, uno va descubriendo lo que representa la lengua
de su comunidad, de su pueblo , la lengua como núcleo duro de la
identidad, referente mayor y cómo la lengua, que parecía haber
desaparecido por el fenómeno de acrisolamiento, de repente
florece como una raíz que estaba adormecida y son las nuevas
generaciones que recuperan la lengua de los mayores. Eso me parece muy
fuerte. |
|
"Me identifico con lo que representa el Presidente de la |
P:
Y eso fue y es posible en la sociedad uruguaya…no siempre es algo
obvio.. R:
Claro que no. Es el Uruguay, que me parece que ha sido una tierra generosa
para poder recibir a comunidades muy diversas que han sabido mantener sus
identidades y al mismo tiempo echar raíces acá, eso me parece
formidable.Hoy, con las responsabilidades que estoy asumiendo y que
comparto con todo el equipo de gobierno, creo que esta es una de las
grandes riquezas que hay que destacar en el país. HIJO
DE INMIGRANTES JUDÍOS P:
Ya que usted menciona eso del idioma español con acento extranjero en
boca de los mayores, quisiera hacer un paréntesis persona..¿Cómo era su
hogar, de niño, el hogar en el que usted creció? R:
Un hogar de padres trabajadores. Vivíamos en un barrio sencillo, humilde,
muy marcados por la vida familiar, de los abuelos. Creo que cada uno de
nosotros fue haciendo su camino con
esas imágenes. P:
¿De dónde habían llegado sus abuelos? R:
Llegaron todos de la Galitzia que fue en un momento imperio austro-húngaro,
de Polonia cuando nacieron los padres, fue parte luego de la Unión Soviética
y hoy es Ucrania, parte de ese corredor donde pasó tanta gente, donde
pasaron tantos ejércitos. P:
¿En qué año llegaron sus abuelos a Uruguay? R:
Unos en 1921 y otros en el 23. P:
Y hablaban idish en casa…. R:
Claro. Hablaban idish en casa. P:
¿Y sus padres nacieron en Europa o ya en Uruguay? R:
Uno llegó teniendo uno o dos
años y el otro prácticamente nació acá, casi nació acá. Pero son
referentes muy fuertes…La casa donde vivían mis abuelos maternos era en
el barrio Palermo y frente a la calle Ansina todavía está el balcón..Es
increíble…Cuando volví al Uruguay
después de recuperada la democracia, pasé por ahí a ver, porque era de
los referentes fuertes de mi infancia. P:
Hace años fuimos con papá a Emilio Reus, donde él vivió de chico y
vimos de afuera su casa. Ahora está todo hermosamente pintado por la
Escuela de Bellas Artes… R:
Es un lugar precioso, realmente precioso… P:
Siempre vivimos muy intensamente las historias que contaban papá y mis tíos
sobre la vida allí, sobre el balcón desde el que mi abuela los
esperaba… R:
Hay algo que para mi fue muy rico en esa experiencia, el encuentro con la
diversidad de la gente..Una de las primeras actividades públicas que tuve
que hacer fue compartir con
Enrique Iglesias el descubrimiento de la placa en un busto en una plaza de
Villa Muñoz, en Guadalupe y Rivadavia, en homenaje a quien había sido
maestro de tantos-y maestro del propio iglesias- que era Israel Wonsever.
El era un judío polaco que creo que llegó a la edad de 8 años, uno de
los hombres que crea la Facultad de Economía del Uruguay, un referente
para muchas generaciones, y en el acto había numerosos contadores,
economistas, que habían sido discípulos suyos. Y varios de los presentes
evocamos una frase suya, de ese maestro que había llegado a Uruguay de niño,
sin hablar español: “Todo lo que soy, se lo debo
a dos cosas: la escuela pública y el barrio”. Esa frase me
acompañó en la Intendencia y me acompaña hoy en el Ministerio de
Educación…Y pensé varias vec es lo que debía ser para los niños
ponerse todos ese guardapolvo, la túnica blanca y la moña, y ser todos
igualitos…Eso fue una lección de vida, ese país que hoy sigue vivo y
que nos hace hoy ir para adelante. LA
RIQUEZA DE LA SOCIEDAD P:
Cada uno conoce más su colectividad, como es natural..pero usted, como
Intendente, se acercó a todas..Es un mar de variedad el que está allí
afuera, en la sociedad ¿verdad? R:
Es increíble la diversidad que
hay. Si hablamos de la comunidad judía, podemos ver todos los matices que
hay..Y yo empecé a descubrirlas…Empecé a encontrar en cada lugar
identidades diferentes, provinciales, de un pueblito.., que mantiene cada
una el referente que le da su identidad, que hasta se manifiesta en
ciertos aromas, en ciertos alimentos….Conocemos los grandes matices en
la cocina judía, las discusiones si algo lleva más azúcar o menos azúcar...si
van con zanahoria o sin zanahoria...Todas esas cosas las encontramos en
todas las comunidades, dando matices locales, mostrando que hay cosas muy
fuertes que se mantienen a través de cantos, músicas, dialectos, de
ropas...Es formidable. Yo me emocioné mucho este año en un acto en la
Plaza Armenia, al oír a los niños de la Escuela Armenia, cantando en
armenio...Es formidable... P:
Es muy fuerte. Recuerdo que publicamos en el Semanario una foto del
Presidente Mujica en ese acto, en el día del genocidio armenio.... R:
Así es. Estaba allí cuando se descubrió el monumento, el 24 de abril- Y
lo mismo sucede con el
conjunto de comunidades. Es importante tener un espacio donde las distintas
comunidades se pueden sentir unidas , sentir que comparten un referente en
el territorio en el que viven, la nación a la que pertenecen, con la que
se identifican, y al mismo tiempo guardar sus otras raíces, más
personales, más familiares, más comunitarias y que son totalmente
compatibles. Hay cosas que son difíciles de expresar y que hacen a la
naturaleza humana. Yo no buscaría muchas respuestas sino que simplemente lo tomo
como algo maravilloso. LUCHAR
“POR”, NO “CONTRA”. P:
Un aspecto relacionado a esta diversidad de
comunidades se acercó al Semanario Hebreo a raíz del trabajo de
la comisión nacional contra discriminación, racismo y xenofobia.. R:
Totalmente... P:
Me acuerdo que Marcos Israel, Presidente del Comité Central Israelita, me
contó mucho al respecto, sobre los contactos con la comunidad armenia, la
comunidad afro... R:
Trabajamos mucho con Marcos. Y eso sigue adelante. Montevideo había
asumido una responsabilidad a nivel internacional como ciudad coordinadora
de una coalición latinoamericana y del Caribe contra la discriminación,
el racismo y la xenofobia. Y decidimos asumir eso pero en vez de hablar
todo en contra, hablar “por”. Por más igualdad y por más diversidad.
Por igualdad en derechos. Y entonces empezamos a recorrer ese camino y
pienso que Montevideo va a seguir comprometido en esa dirección. Pero
también desde este Ministerio, desde la Dirección de Derechos humanos
que hoy dirige el Dr. Javier Miranda, vamos a seguir
en esa dirección. Con él ya trabajamos juntos en la Intendencia y
recuerdo que una de las últimas actividades, en torno al Día de los
Derechos humanos, se hizo una gran fiesta en toda la Ciudad
Vieja. En el Cabildo se sirvieron distintas
comidas típicas de las diversas comunidades. Y de noche, en la
calle, hubo un concierto en
la Sinagoga de la Calle Buenos Aires, abierto al barrio, a toda la gente.
Fue realmente algo maravilloso. ANTISEMITISMO
Y ENSEÑANZA DE LA SHOA P:
Dentro de esta lucha-que acá sí diré “contra” todos los fenómenos
negativos que hemos mencionado- que es de interés general, hay
naturalmente intereses específicos especiales de cada comunidad, como-en
el caso de la colectividad judía-la lucha contra el antisemitismo. Está
pendiente el tema de la task force referente a eso y al estudio de la Shoa. ¿Cómo se podrá mover el tema? R:
Me ha llegado a mi la invitación y vamos a enviar un mensaje de adhesión.
En ese sentido también hay una muy interesante propuesta de una familia
de la comunidad judía, de abrir un museo que sea
espacio de trabajo, de lucha por la igualdad con la diversidad,
contra la discriminación, donde va a haber seguramente un lugar muy
especial para la inmigración judía al Uruguay. El tema del Holocausto no
va a estar ajeno. En Montevideo tuvimos una exposición muy interesante
que estuvo en el Subte Municipal.en la Plaza del Entrevero... P:
...la muestra Shoá. R:
Así es, la muestra Shoá.Estuvo allí durante un largo tiempo y con eso
se inauguró el Museo de la Memoria en la Intendencia de Montevideo, que
luego albergó otra exposición formidable sobre la historia de los judíos
en Polonia, traída por la embajada de Polonia. P:
Algo más sobre el task force. ¿Qué medidas prácticas falta tomar? La
adhesión a la que usted hace referencia ¿es menos que una incorporación?
¿Hay grados en eso? R:
Estamos trabajando y estudiando eso desde el lugar que ocupo y hay también
responsabilidades diplomáticas. Nosotros hemos manifestado nuestra adhesión
a la iniciativa, que espero se pueda formalizar. Entiendo que hay una
reunión al respecto a fin de
año en Jerusalem y espero que llegue ya nuestro mensaje en esa
oportunidad. P:
¿Qué se hará respecto a la educación formal, enseñanza del
Holocausto, en Uruguay? R:
Tenemos una nueva ley de educación. Está construida sobre
los derechos humanos y la importancia de los derechos humanos
en la educación y la
educación por los derechos humanos. Entiendo que tenemos que trabajar con
nuestro sistema educativo aspectos muy diversos, episodios de nuestra
historia, que no debemos olvidar, de los cuales debemos aprender
permanentemente. Debemos recordar permanentemente para no pasar de nuevo
por ello. El sistema educativo uruguayo tiene una cuota de
autonomía para fijar los planes de estudio, temas de estudio, la
forma en que se enseña. El Ministerio lo que hace es articular los
grandes planes de trabajo
para un período dado,pero el sistema educativo tiene autonomía para
fijar los planes. P:
¿Y usted no puede decidir que un tema determinado debe ser estudiado? R:
El Ministro no puede decir “quiero incluir “ tal o cual tema, pero
podemos marcar en nuestro diálogo con el sistema educativo, nuestras
preocupaciones. Lo que hemos visto son avances notables en todas las
direcciones y los derechos humanos, en forma plena, están contemplados
como elemento central en la ley de Educación, elemento transversal al
conjunto de propuestas educativas y además pilar central de la Ley de
Educación. P.
¿Cree que eso puede influir también en lo referente al tema de la enseñanza
del Holocausto? R:
Yo pienso que sí, que puede ser considerado como un tema que hay que
transmitir e informar. P:
Recuerdo una conferencia que escuché de un experto en el Museo
Recordatorio del Holocausto Yad Vashem en Jerusalem. El mensaje era que
junto a lo sin precedentes, a lo único y diferente del Holocausto judío
en la Segunda guerra mundial, estaba la enseñanza que debía transmitirse
también a los grupos no afectados....de que todos los pueblos, todas las
comunidades capten lo terrible de eso, para que nadie más lo sufra, para
que eso no se puede repetir. R:
Absolutamente, sin ninguna duda... P:
¿Cómo cree que se puede enseñar algo así en las aulas, en educación
formal, informal? R:
Yo creo que el sistema educativo, a pesar de la autonomía que yo
mencionaba, no puede
despegarse de sus vínculos con la sociedad en la que está inscripto. Es
por eso que hay pautas, caminos, que es la sociedad la que
va empujando, explorando, determinando que algunos temas se
impongan como necesarios a nivel educativo. Tal como está diseñada la
educación en Uruguay, hay una responsabilidad social y política sobre lo
que tiene que ver con los caminos que la sociedad explora en su conjunto.
Y el sistema educativo no puede quedar a un lado. Creo que así se va a
dar. Los derechos humanos, en particular .Y la historia reciente, del
siglo XX, en general, hay que enseñarla.El siglo XX ha sido un siglo de
enormes cambios , de avances vertiginosos y al mismo tiempo, de las
guerras más tremendas, de la capacidad de destrucción más
espeluznante....También exterminio de pueblos,...Sin duda uno de los
puntos más profundos, más dolorosos, ha sido el holocausto del pueblo
judío. Ha habido otros holocaustos y es curioso cómo ha habido silencio.
Cuando el dolor persiste, persiste la memoria. Eso no lo superamos. Me
parece que es muy importante ..Yo he compartido con diversas comunidades
recuerdos penosos y la persistencia del dolor, que no implica sentimientos
de rencor y revanchas sino mantener fuerte la memoria, es un tema que aún
no está resuelto. LA
EVOLUCIÓN EN LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD HISTORIA P:
Los planes educativos los aprueban gobiernos, que son por supuesto un
marco político. ¿Cómo se puede garantizar que se esté enseñando las
cosas de la forma más justa posible con la historia, si claro está que
cuando hay conflictos de por medio-como hubo en la historia de nuestro país
hace tan solo unas décadas- cada uno tiene su verdad?
Aunque hoy ya no hay fantasmas que dividen a la población, no es
secreto que hubo mutuas acusaciones sobre quién tuvo más culpa en lo que
vivió el país-¿Cómo se puede entonces transmitir a las nuevas
generaciones, a los que no vivieron ni la dictadura ni la guerrilla, lo más
fehacientemente posible, lo que fue la realidad nacional, sin política de
por medio? R:
Creo que transmitir fehacientemente no es necesariamente transmitir la
verdad absoluta. Me parece que en cada tiempo , en cada época, hay
lecturas y nuevas lecturas. Uno llega más lejos, descubre nuevos colores,
nuevos matices, rescata historias, personas, episodios, valora de manera
distinta. Eso es inevitable, está unido a la historia de la civilización.
La lectura de la historia de todos los pueblos no admite jamás una
lectura definitiva con la que se pueda decir “esta es la verdad, este es
el final” – Se van agregando nuevas miradas, que introducen nuevos
matices. Es muy difícil a veces para una comunidad asumir su propia
historia. En Europa cuesta mucho mirando hacia el siglo XX. Lo que para
unos es muy claro, lleva décadas que lo pueda asumir toda una sociedad,
sobre todo cuando hay heridas y pueblos sacudidos por episodios de guerra
que colocan a unos y otros en situaciones extremas, que son ocasiones de
grandes traiciones pero también de grandes actos de heroísmo. Todo eso
lleva a veces mucho tiempo para que se pueda colectivamente asumir...Y aún
así , luego la historia seguirá... P:
¿Cómo ve este tema en lo relacionado concretamente a Uruguay? R:
En la historia de una nación como la nuestra, hay momentos muy diversos,
de encuentros y desencuentros. Hoy estamos viviendo un momento realmente
de encuentro de la sociedad en su diversidad de enfoques y miradas, una
confluencia que permite que miremos todos juntos para adelante. Y ésto lo
podemos definir bien claramente cuando miramos para atrás y vemos que
hemos atravesado décadas de desencuentros .-Y cuando una sociedad se
desencuentra, pierde optimismo, fuerza, sus vínculos, nos empezamos a
separar , vamos perdiendo consistencia.Pero ahora estamos viviendo un
momento de encuentro y fortalecimiento de la sociedad. Y eso es lo que nos
hace ser optimistas con la mirada hacia
las responsabilidades que asumimos, que van más allá de un período de
gobierno. Sin duda, la historia reciente y la forma en que Uruguay transitó
estos 25 años, ha sido una gran lección. Claro que me identifico con lo
que representa el Presidente de la República, que batalla por el
encuentro de la nación, de los uruguayos. EL
PRESIDENTE MUJICA P:
¿Cómo ve usted el desempeño de Mujica, en general, como Presidente de
la República? R:
Mujica es un gran estudioso, un gran lector. Si hay algo de lo que se queja es que como Presidente no tiene
el tiempo que tenía antes para estudiar y para leer. Lo he escuchado
referirse a los temas más diversos, con un enorme sentido común. El sabe
escuchar, piensa, reflexiona, y le da una proyección política a una
diversidad de temas, desde la ciencia y la educación, hasta la economía
y las relaciones internacionales. Tiene una gran herramienta que es su
franqueza, que empieza consigo mismo. Asume frontalmente los problemas, no
elude, asume su complejidad y al mismo tiempo asume el transitar el camino
para resolverlos, aunque sepa que se puede equivocar. Además admite la
posibilidad de equivocarse, y lo dice, pero se anima a explorar, con
humildad y con firmeza. Veo todo esto junto, y esto lo hace un gobernante
singular. PARA
TERMINAR..... P:
¿Hay algún otro mensaje que quisiera transmitir, algo que sea importante
decir y que yo no le sabido preguntar? R:
Hemos conversado en profundidad sobre temas muy diversos. Sin duda,
una entrevista de esta naturaleza, con cuyos lectores –no
exclusivos, porque yo leo el “Semanario Hebreo” y sé que los lectores
son muy diversos- tengo vínculos y a los que me siento unido, no es una
entrevista más. Para mi, tiene una significación particular. P: Muchas gracias Ministro. Para mi también. |
Ana
Jerozolimski
Semanario Hebreo
Nº 2443 - Año XLIX
Jueves 26 de agosto al 1 de setiembre de 2010
16 de Elul de 5770
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