Escribimos esta nota segundos después de salir del cuarto de
seguridad en casa, al que entré junto a mi familia cuando una alarma
se oyó claramente en el espacio aéreo de Jerusalem. “¿También acá?”-
se preguntaba retóricamente mi hijo menor, que a sus 14 años no
suele leer mucho los diarios, pero que estos días muestra creciente
interés y preocupación al oír sobre el recurrente disparo de misiles
desde Gaza hacia el sur del país, luego a Tel Aviv…y ahora,
evidentemente, también a la propia capital.
La discusión sobre todo lo relacionado al conflicto entre Israel y
los palestinos suele ser álgida, apasionada y no siempre racional.
Hay quienes reaccionan con las vísceras a cada acontecimiento,
apoyando automáticamente al lado que prefieren, no siempre
analizando en forma fría y lógica cada situación.
Pues en estos días en los que se vuelve a sentir la guerra, en los
que hay tensión y angustia en el seno de ambos pueblos, siento la
necesidad de hacer unas aclaraciones.
Y estas no pasan por mi condición judía. Su relación con mi vida en
Israel deriva no de lo emocional sino del hecho que al vivir en
Israel, veo de cerca y conozco de primera mano la situación en el
lugar, hablo con su gente en mi calidad de periodista y voy a los
distintos sitios que son escenario de noticia. No en un sentido de
opinión automática que por hallarme de este lado de la frontera,
considero enseguida que Israel tiene razón y los palestinos están
equivocados.
Suena simplista..pero hay al parecer quienes sí resumen los hechos
tan complejos de la zona en esos términos..y yo no los veo así.
En la situación actual, siendo este viernes el tercer día
consecutivo del operativo “Pilar Defensivo” lanzado por Israel
contra las instalaciones de los grupos radicales palestinos en la
Franja de Gaza, hay cosas que deben ser aclaradas.
- El operativo en curso no es contra la población civil palestina en
Gaza sino contra los grupos terroristas. Todos los blancos atacados
en Gaza-aproximadamente 550 desde el miércoles de tarde- estaban
relacionados a la infraestructura armada y de gobierno de Hamas y de
otros grupos radicales como el Jihad Islámico. Se puso énfasis en
depósitos de armas y de cohetes, atacándose ya en la primera hora,
los sitios en los que según información de Inteligencia en manos de
Israel, habían sido escondidos los misiles Fajr-5 de largo alcance,
que son capaces de llegar a hasta 75 kms al norte de Gaza, o sea al
área metropolitana de Tel Aviv. También fueron atacados todos los
puntos en los que se captó el disparo de misiles y cohetes hacia
Israel, tratando de eliminar a las células que los habían disparado.
Y se puso gran atención a los así llamados “pozos” de disparos, una
especie de cavados subterráneos en los que esconden los lanzamisiles
pesados para no estar tan expuestos sobre tierra.
- Esto no significa, claro está, que los civiles queden totalmente
fuera. Dado que los terroristas emplazan sus bases de operaciones,
sus depósitos de misiles y sus puntos de lanzamiento de cohetes
hacia Israel , intencionalmente, en medio de zonas civiles, el
riesgo de que no involucrados se vean alcanzados por el fuego,
existe. La declarada intención de Israel es minimizar ese riesgo y
por ahora, sus ataques han sido quirúrgicos, muy puntuales, contra
los blancos terroristas. De lo contrario, el resumen hasta ahora de
víctimas del lado palestino, no sería , según confirman los propios
palestinos (al menos en base a información que me ha llegado desde
Gaza este viernes a las 15.00 hora local, del Palestinian Center for
Human Rights) de 10 civiles muertos (los terroristas, es un cómputo
aparte).
Cada uno, si no tenía nada que ver con los terroristas, es una
tragedia humana. Al mismo tiempo, claro está que los números habrían
sido totalmente distintos, muchísimo mayores, si la intención de
Israel fuera matar civiles o si no estuviera esforzándose por no
hacerlo. Con lo masivo del fuego de los ataques aéreos durante dos
días enteros, el resultado habría sido otro, si la intención hubiese
sido otra.
- Mientras Israel intenta reducir la capacidad de ataque de los
grupos radicales hacia su territorio, la intención de Hamas, el
Jihad Islámico y todas las otras organizaciones de su tipo en Gaza,
tienen como objetivo explícito y evidente, cobrar la mayor cantidad
de víctimas en la población civil israelí. Israel ataca depósitos de
armas y cohetes, sitios de disparos y lanzamiento de misiles y bases
de Hamas, pero estos grupos disparan hacia las ciudades, las
comunidades agrícolas, los pequeños pueblos..hacia la gente.
Los cohetes y misiles han hecho impacto en casas particulares, en
jardines de infantes y escuelas, en centros comerciales, en
edificios, en estacionamientos y en medio de las calles de ciudades
densamente pobladas. Un millón de ciudadanos israelíes en el sur del
país está desde hace años bajo la amenaza de los misiles . Con los
disparos efectuados el jueves y viernes hacia el área metropolitana
de Tel Aviv y hacia Jerusalem, más de la mitad de la población de
Israel está en la mirilla de Hamas y el Jihad.
- La explicación del hecho que esta amenaza no se traduce en
centenares de muertos, no radica en que los cohetes disparados desde
Gaza son “caseros” –término con el que se quiere crear la impresión
de que no valen nada, no pueden matar y no son realmente motivo de
preocupación para nadie-sino en lo desarrollado del sistema de
alarmas en Israel que indica cuándo hay que resguardarse y buscar
protección. Si bien no todos los ciudadanos israelíes tienen un
cuarto de seguridad en su casa, ni todos viven al lado de refugios,
la conciencia sobre la necesidad de buscar resguardo al oírse la
sirena, ha salvado vidas.
Y aunque no es propio de análisis profesionales hablar de
“milagros”, es inevitable recordar los numerosos casos que cubrimos
personalmente, en los que por cuestión de segundos se salvaron niños
y adultos.
Como en el jardín de infantes de Beer Sheva que quedó destruido por
un misil..y que estaba vacío porque el Intendente Rubik Danilovich,
a raíz de los disparos a la ciudad durante la noche, decidió
cancelar al día siguiente los estudios. O la vida de Zilpa Yooz del
kibutz Reim que hace tres semanas estuvo a segundos de morir…Oyó la
alarma a las 7 de la mañana, se levantó rápidamente (sabiendo que
tenía sólo 15 segundos para tratar de protegerse), se fue al
corredor de su casa , el único punto que no está junto a ventanas,
cerró la puerta de su dormitorio y de la ducha, esperando oir un
estallido …y quedó petrificada al oírlo tan cerca..y ver enseguida
el humo y el polvo saliendo por debajo de la puerta de su pieza,
comprobando luego horrorizada que el cohete Kassam había hecho
impacto debajo de su cama, destruyendo todo a su alrededor..Ella no
habría contado el cuento si no se hubiera levantado…
Y la otra cara de la moneda…cuando la gente no alcanza a llegar, a
correr, como los tres civiles israelíes que murieron este jueves en
su edificio en Kiryat Malaji por un impacto directo de un misil Grad
que destrozó la pared del frente en uno de los departamentos del
cuarto piso. Una mujer de 26 años, embarazada, murió al instante. Su
esposo y los tres niños pequeños de la pareja, resultaron heridos.
- La diferencia no es entre sangre y sangre. La del pueblo palestino
vale tanto como la del israelí y de otros pueblos del mundo. La
diferencia es de intenciones. Israel trata de defender a su
población, atacando a los terroristas..mientras que los terroristas
buscan deliberadamente atacar lo más posible a los civiles de
Israel.
Los disparos de estos días hacia Tel Aviv y Jerusalem, confirman lo
que Israel dice hace años: Hamas trata constantemente de armarse con
misiles más poderosos que le permitan llegar tierra adentro en
Israel, recibe de Irán y otros países, armamento que considera
“cualitativo” y más amenazante para Israel. Apenas tiene
oportunidad, lo utiliza.
El agravante es que para ello, usa a sus propios civiles de escudos,
sabiendo que no les aporta, que los pone en peligro.
- Israel se contuvo durante mucho tiempo antes de lanzar el
operativo en curso. El disparo de misiles hacia Israel comenzó en el
2001. Israel se limitó durante años a responder hacia la fuente del
fuego, para intentar detener –o luego eliminar- a la célula
responsable. Hace unos años, llevó a cabo un fuerte operativo
llamado Plomo Fundido, con la intención de desmantelar la
infraestructura armada de Hamas y los otros grupos radicales.
Intentó poner fin a la amenaza y la disuasión duró muy poco. En los
últimos tiempos, el disparo de misiles recrudeció. En lo que va del
2012, más de mil cohetes y misiles fueron lanzados hacia la
población civil israelí. Esta vez, Israel resolvió intentar
nuevamente frenarlo del todo. Por eso atacó..luego de contenerse
durante mucho tiempo.
- La solución a esta situación, no será armada. Hamas no levantará
bandera blanca ni se rendirá públicamente. Pero la gran pregunta es
si acaso se puede concebir la posibilidad de una solución política
cuando del otro lado, el interlocutor es una serie de grupos que no
reconocen siquiera el derecho de Israel a existir.