Israel necesita decir “si” a un estado palestino (Jana Beris-Jerusalem) |
El
domingo 14 de junio , en el Centro de Estudios Estratégicos BESA de la Universidad
de Bar Ilan, el Primer Ministro de Israel Benjamin Netanyahu
brindará una muy esperada conferencia política, que se considera
de antemano como el planteamiento de su visión en el tema de la paz con
los palestinos. En
los meses transcurridos desde que asumió el poder, se manifestó
reiteradamente en favor de las negociaciones de paz, pero esquivó aceptar
por ahora la fórmula “dos Estados para dos pueblos” y fue por ello
visto de hecho como quien dice “no” a la creación de un Estado
palestino independiente. Nuestra
esperanza es que en su alocución, no deje definitivamente atrás lo que
otro gobernante israelí , su otrora copartidario en el Likud
, Ariel Sharon, había planteado públicamente como línea política
a seguir : la creación de un Estado palestino independiente. El
23 de setiembre del 2001, en un lugar donde décadas antes había
resultado herido y podría haber perdido
la vida, el entonces Primer Ministro Ariel Sharon lanzó una revolución.
“Israel quiere dar a los palestinos lo que nadie les ha brindado jamás:
la oportunidad de establecer un estado propio”-dijo Sharon,
sorprendiendo sin duda a muchos, dentro y fuera de su partido. “Nadie-ni
los turcos, ni los ingleses, tampoco los egipcios ni los jordanos-les ha
dado antes esta oportunidad”. La
paz entre israelíes y palestinos no depende únicamente del Estado
palestino. Pero no podrá llegar sin él. Recordar los tiempos de buena
vecindad, en los que israelíes entraban libremente a comprar y comer en
Gaza y palestinos trabajaban sin limitación en Israel, tiene sin duda su
significado y simbolismo, pero no solucionará la situación actual. Los
israelíes tienen motivos para ver el tema con desconfianza. Hubo
guerras y violencia cuando los territorios en los que los palestinos
desean construir hoy su estado, se hallaban en manos árabes, lo cual no
impidió que se ataque a Israel . El terrorismo contra la ciudadanía
israelí, no fue un invento posterior al comienzo de la ocupación en
junio de 1967 sino que ya había cobrado muchas víctimas antes de ello. Es
más: diferentes situaciones en las que los palestinos se acercaban a lo
que Sharon había llamado “la oportunidad” de crear su estado propio,
fueron desperdiciadas. Los ejemplos son varios, pero daremos el más
notorio: la retirada israelí de la Franja de Gaza en agosto del 2005. Ese
repliegue no significaba que al día siguiente podría declararse la
independencia palestina, pero era el paso más dramático dado por Israel
desde la conquista de los territorios en disputa, en junio de 1967. Sin
embargo, en lugar de conducir a una era promisoria, en la que los
palestinos pudieran vivir en paz sin ver israelíes al levantarse –ni
soldados ni colonos-la retirada llevó a una intensificación de los
cohetes disparados por Hamas hacia territorio israelí y por consiguiente
a un duro ajuste del cierre de Gaza. La
analogía entre eso y lo que podría pasar si una retirada similar se hace
de la ribera occidental del Jordán (Judea y Samaria) a fin de permitir,
aunque con ciertos arreglos de fronteras, que se establezca allí un
estado palestino, preocupa a muchos israelíes. Si también desde allí se
disparan cohetes, como se hizo desde Gaza, en la mirilla estarían
Jerusalem y Tel Aviv. Pero
los palestinos también tienen motivos para aclarar que sin un Estado
propio, libre y soberano, no podrán llegar a la paz con Israel . Las
aclaraciones de Israel de que la ocupación comenzó en una guerra en la
que el estado judío tuvo que defenderse, nada quitan a los palestinos que
hoy, 42 años después de aquellos combates, lidian con dificultades en su
vida diaria, debido a la presencia de Israel. Son
muchas las asignaturas pendientes que tienen los palestinos en su plano
interno, ante todo, el duro conflicto entre Hamas y la Autoridad
Palestina, que no da miras de resolverse. La infraestructura ordenada para
un Estado no ha sido la prioridad y grandes cantidades de fondos donados
por la comunidad internacional, que habrían podido salvar ciertas
carencias, desaparecieron en el correr de los años en cofres misteriosos
. Y ni que hablar del dinero que Hamas gasta en Gaza en armas y
explosivos. Todo
esto debe ser una problemática que Israel tenga presente , para seguir
alerta y cuidando bien sus fronteras. Pero no puede ser justificación
para continuar controlando los territorios hoy en disputa. No todos los
palestinos son Hamas, ni todos terroristas deseosos de matar. Israel debe
estar alerta ante quienes sí lo son, claro está. Tiene la fuerza
necesaria para ello y sabe que si de un estado palestino se le ataca,
tendrá toda la legitimidad para responder duramente . Israel
debe dar, a nuestro criterio, el “si” al estado palestino, no solamente por los derechos palestinos. Eso es un tema
aparte, importante, pero quizás no el central que le deba interesar a
Israel, más que nada al saber que los propios palestinos han arruinado
muchas de las oportunidades que les fueron presentadas. Israel
debe dar el “sí” a un estado palestino independiente, ante todo, para
continuar siendo lo que debe ser: un estado judío y democrático. Si controla eternamente a los palestinos, en cuestión de tiempo-aunque hay discusiones entre los demógrafos al respecto- los palestinos serán mayoría. Los árabes ciudadanos de Israel que son hoy el 20% de la población, más los de Cisjordania y Gaza, superarán eventualmente a la población judía de Israel. Sería una locura permitirles votar y poner fin así al carácter especial del único estado judío del planeta. No menos locura sería no permitirles votar y poner fin así al carácter especial de la única verdadera democracia de la región. |
Ana Jerozolimski
10 junio 2009
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