La incógnita de Mujica
P: ¿Cómo se siente , habiendo pasado las elecciones, con la confirmada victoria de Mujica como Presidente electo? Usted está identificado con el
Batllismo, pero seguro lo puede analizar más allá del tema partidario..
R: Hay un elemento de satisfacción bastante grande en el proceder a la renovación de un gobierno de manera ordenada, civilizada. Las elecciones nunca crean problemas, no hay accidentes ni incidentes .Todo fue en paz y la verdad es que tanto un candidato como el otro, terminada la prueba, hablaron muy bien del otro y de la unidad, diciendo que ahora hay que trabajar para que las cosas anduvieran bien. Así que todo ha sido muy civilizado. Claro que están las diferencias políticas naturales, que inciden en ésto , con unos pensando de una manera y otros de otra..y eso es bueno.
En el caso nuestro ya no es ni siquiera derecha izquierda el problema, porque hemos hecho la experiencia de una izquierda tolerante, de un socialismo dulce, a cargo de un hombre muy inteligente que ha hecho cosas muy buenas. Hemos tenido un excelente presidente en Tabaré Vázquez.
El problema de Mujica es que es una gran incógnita porque es un radical en su pensamiento, en su manera de ser. No es nada inculto como da la sensación.El hace un personaje, que se come las eses y dice malas palabras pero esa no es su realidad. Yo fui compañero de él en la Facultad de Humanidades, o sea, estudiamos con los mismos profesores, aunque él es varios años menor que yo. Me refiero a que es un hombre que tiene cultura.
Pero es un hombre de pensamiento radical, que según su manera de decir y de planear, está ahora en una posición muy conciliadora.
P: Ese ha sido sin duda su tono, desde la noche de las elecciones..
R: Así es. Pero ya antes, en varios aspectos. Dice con bastante razón que sin inversiones un país como Uruguay no puede desarrollarse porque la falta un elemento esencial que es el capital y sin capital no hay fuentes de trabajo. Asi que la maquinaria social no funcionaría en ninguna dirección si llegáramos a tener la desgracia de no tener ninguna entrada de capital . Eso implicaría consecuencias lógicas, esperables, en cuanto a tolerancia de muchas cosas.
Pero en el fondo es pasar de una socialdemocracia a una izquierda más radical. Eso, sobre todo en Sudamérica, es un paso muy grave, con antecedentes y experiencias cumplidas, muy graves, como Allende en Chile. Además, este es un período en el cual la erosión del sistema democrático en uno y otro país, se va dando sucesivamente, con Chávez a la cabeza de la descomposición de un sistema de garantias y equilibrios. En Argentina, lo mismo, pero más difícil, porque los argentinos tienen una cultura y un sentido democrático más asentados que los venezolanos, que es un pueblo que de promedio, tiene menos lustre cultural. Pero es uno y otro. Es Bolivia, Ecuador, Honduras, una especie de enfermedad contagiosa. O sea que tenemos ese riesgo.
Aparte de eso, la presencia de Astori en el gobierno, en un lugar muy destacado, es una garantía desde el punto de vista económico. Pero nuestro problema no es que tengamos descomposición en el aspecto económico. El problema nuestro es un problema de garantías. Cualquiera que conozca a Mujica , sabe que es un hombre que desprecia lo que se llama las “garantías pequeño burguesas”. Pero esas garantías son las que dan un estilo de vida. Ese es el riesgo. Puede no suceder nada o pueden suceder cosas desagradables, no demasiado mortales, pero que la vida se ponga bastante más incómoda...
P: ¿En qué medida le parece que el personaje que Mujica presentó a la gente en los últimos años, será realmente el Mujica Presidente? ¿Cree que también a él le puede pasar que al ejercer el poder, inclusive si es radical ideológicamente como usted dice, todo le pase por el filtro de la responsabilidad de estar allí arriba y tener que gobernar?
R: Si, además eso combina con un país pequeño y débil como Uruguay, cuyo patio de maniobras es muy pequeño. Uruguay tiene muy pocas posibilidades, tiene muchas cosas muy condicionadas por el exterior.Los precios de sus exportaciones vienen fijados desde afuera y todas las normas generales del país están sometidas a ciertas convenciones que no se pueden tocar ni aún desde el gobierno.Pero la vida común de los ciudadanos sí que se pueden tocar.
Y eso es muy importante para la convivencia, para no tener un país exasperado y desesperado, sino un país pacífico como es el Uruguay, tranquilo. El régimen de vida acá es muy hermoso. La gente se sorprende por la tolerancia. En todo un período eleccionario, que es muy apasionado, llega a votar el 90% de la población y no hay nunca una fricción. Están juntos todos los partidos y no pasa nada. Y ese tipo de serenidad, de tolerancia, es frágil. Yo pienso que ese es el grado de riesgo que corre el Uruguay. Pero de fondo, cambios muy importantes, aunque se quiera, no puede haber.
Pienso que los medios de difusión van a ser asediados desde el gobierno. No va a haber una libertad de expresión cómoda. Va a ser una lucha o una forma de amordazamiento.
P: ¿En serio le parece? Sería gravísimo..
R: Es que yo creo que una cosa que va a incomodarle mucho a Mujica y no va a entender cómo, es que si él piensa que va a hacer todas las cosas para bien, alguien va a estar opuesto a él. Eso, creo que es indefectible.
P: Creo que algo que él irradió, un mensaje que transmitió a la ciudadanía, es que él realmente quiere hacer las cosas para bien..
R: Pero creo que lo más terrible de la situación es justamente que cuando más honesto sea, peor eso. Porque cuanto más convicción y más fe, que no es racional, ponga en lo que hace, más sorpresa y más molestia va a tener cuando lo traben o lo dificulten a hacer cosas. Y ahí va a empezar un principio de intolerancia .Pasa en muchos países. Lo está viviendo Argentina de una manera muy aguda.
Temores, no hechos.
P: ¿Y usted dice ésto por algo que haya pasado en el terreno ya ahora, por cosas que Mujica haya hecho o dicho?
R: No, no es que hayan pasado cosas desagradables. Al revés. El gobierno de izquierda de Tabaré Vázquez dio garantías perfectas. Toda la campaña electoral se hizo en el mejor plano de libertad, soltura y garantías para todos. La izquierda ha tenido una votación exclente porque la verdad es que tuve un gobierno muy tolerante, muy a la manera uruguaya. |