“Hubiera preferido verlo en el banquillo de acusados”
El Fiscal de la causa AMIA, Dr Alberto Nisman , 

en entrevsta especial con “Semanario Hebreo”, sobre el asesinato de Imad Mughniyah.
Ana Jerozolimski

P: Dr. Nisman, ¿qué se le pasó por la cabeza al enterarse de que había sido asesinado Imad Mughniyah, jefe de operaciones de Hizbala?

R: La información que tengo es la que tiene todo el mundo. Son las versiones periodísticas. Recién ahora estamos tratando de chequear oficialmente por los canales correspondientes a ver si se puede realmente verificar la información. Realmente me hubiera gustado que esta persona, al igual que todos los prófugos, den la cara y comparezcan ante la justicia argentina a responder por la masacre de 85 personas inocentes.  

 

P: Y el caso AMIA es sólo uno de los atentados por los cuales se le buscaba...

R: Si, concretamente tiene captura por el atentado contra la Embajada israelí en Buenos Aires que ocurrió el 17 de marzo de 1992 y es responsable de varios hechos más, entre ellos el secuestro de la TWA  y otros ataques.

 

P: ¿Cómo explicaría la dimensión del lugar que ocupó Imad Mughniyah en la investigación de la causa AMIA que usted condujo?

R: El rol de Mughniyah fue preponderante. Tuvo una participación muy activa. Cuando fue el atentado era el jefe de Seguridad exterior de Hizbala y a su vez Jefe de grupos de quehaceres especiales. Fue a quien el ex Ministro de Seguridad iraní le encomendó llevar adelante el atentado. O sea que Mughniyeh tuvo a su cargo la diagramación y la conformación de todo el grupo operativo que llevó adelante el crimen y que además ingresó a Buenos Aires. Tenemos información  que estuvo en Buenos Aires días previos al atentado, algo antes del 18 de julio de 1994.

 

P: Aunque los términos con los que se mueven los expertos en seguridad y lucha anti-terrorista son distintos a aquellos con los que se mueve alguien como usted, Fiscal, en el ámbito de la lucha a través de la guerra legal ¿hay algo que hoy puedan tener juntos como motivos de celebración?

R: No, yo no creo que haya motivo de celebración de nada. Yo no sé si lo mandaron a matar. Nos estamos manejando con información periodística. Lo vamos a determinar todo definitivamente cuando tengamos información oficial, sea a través de Siria o de materiales que hemos pedido a Interpol. Pero yo, como Fiscal, no veo aquí motivos para ningún festejo, ni ninguna alegría. Al contrario. Creo que hubiera cumplido mi cometido si esta persona, al igual que los otros, estuviera sentado donde tiene que estar, dando las explicaciones del caso y luego cumpliendo  la condena en caso de ser hallado culpable de haber participado en este hecho. La verdad es que nos hubiera gustado verlo, si era encontrado culpable, pasando el resto de sus años en la cárcel, pagando  por este crimen y muchos otros, en caso que se confirmara su responsabilidad. Pero ésto ya no va a poder ser, en caso de confirmarse la información periodística que circuló.

 

P: Son realmente dos dimensiones diferentes. La  gente que combate el terrorismo desde el ámbito de la seguridad, puede hoy hacer una marca en la lista y decir “bajamos uno”, pero a quienes lo combaten a través del Derecho, le importa que él pague por sus crímenes a través del Derecho...

R: Sin duda, sin duda. Yo entiendo y he escuchado también esas opiniones de la gente que está en la lucha anti terrorista, pero yo me tengo que manejar dentro de mi esfera y dentro de mi campo. En ese sentido, no hablaría de un retroceso pero si de la imposibilidad ya definitiva de que una persona responda judicialmente, como debe ser, por los crímenes cometidos. Se que en la lucha anti terrorista se manejan también con otros parámetros. Pero esos no son los de un Fiscal.

 

P: Desvinculándose por un momento de su rol de Fiscal y poniéndose sólo en el de ciudadano argentino, de un país donde hubo dos fuertes atentados de Hizbalá atribuidos a Mughniyah ¿puede compartir el comentario de varios expertos en seguridad que hablaron en Israel desde que llegó la noticia de la muerte de este hombre, y que dijeron que el mundo es ahora un lugar mejor, si alguien como Mughniyah no puede ya planear otros atentados como aquellos que ya perpetró?

R: Desde ese punto de vista, que no puede ya planear otros atentados, por la muerte, es evidente, pero a mi me cuesta muchísimo desligarme de mi rol de Fiscal en esta causa. No puedo opinar si no es como Fiscal, mientras tenga este cargo.

 

P: ¿Hay algo nuevo en todo lo relacionado a la causa AMIA?

R: Quizás hoy no se pueda decir que hay algo nuevo, pero sí muchísimo trabajo, igual que antes. Llega un momento que este trabajo da resultados y novedades que se pueden hacer públicas. Pero uno tiene que ser muy cuidadoso en esto de dar publicidad a determinados temas, porque requieren sólidos elementos probatorios porque si no no resisten los embates  que en esta causa hay , y muchos. Hay un ejército de gente predispuesta a desacreditar cualquier cosa que sea de la causa AMIA, se llegue a la conclusión que se llegue. O sea que hay que ser muy cuidadoso. Se ha dicho todo tipo de barbaridades sobre lo que nosotros hacíamos pero hemos podido demostrar nuestras posiciones merced a la calidad de trabajo. Hoy es un momento de cabezas gachas, de mucho trabajo y no descarto que en tiempo prudencial haya más novedades que podamos dar a conocer. Yo estoy interesado en que el caso tenga resultados y esto avance para que los familiares de las víctimas y la sociedad toda, tengan una respuesta  completa de lo que fue ocurrido. Estamos trabajando con mucho esfuerzo, con mucha dedicación, todo el equipo y diría también con esperanzas para obtener resultados que podamos exponer.  

P: O sea que no hay algo que ahora pueda adelantar...

R: Tenemos algunos cabos, algunos indicios pero para afirmarlos necesito tiempo y que las pruebas me acompañen.

 

P: ¿Cuáles son los principales desafíos con los que todavía hay que lidiar en esta investigación?

R: El principal  desafío es el de las dificultades que impone el paso del tiempo, porque a veces hay informaciones que ya no se pueden obtener, porque los bancos o empresas telefónicas ya no conservan determinados archivos, o porque ya no tienen obligación legal de conservarlos. Y también hay que lidiar también con el descrédito general que se tiene en este caso por las irregularidades y delitos cometidos por los primeros investigadores.  

Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo

Ir a índice de Periodismo

Ir a índice de Jerozolimski, Ana

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio