Seguramente no pocos de nuestros lectores
habrán oído alguna vez el chiste que cuenta sobre una reunión en la
Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que el representante de
Israel sube al podio y dice: “Yo quisiera comenzar por la historia y
contar que ya en los tiempos de Jesús hubo problemas, porque él entró a
bañarse en el Mar de Galilea y al salir, vio que los palestinos le
habían robado la ropa”. Según el chiste, el representante palestino en
la sala salta airado y retruca: “Eso es una difamación. ¡En esa época
los palestinos ni siquiera existían!”, a lo cual el israelí responde con
una sonrisa: “Muy bien. Ya que está aclarado ese punto básico, podemos
seguir con el debate…”.
Pero la intención aquí no es retrotraernos a los tiempos bíblicos y
analizar quién estaba primero en la tierra en disputa, ya que
consideramos que la historia tiene su dinámica y que sólo buscando un
marco normal de relacionamiento, que respete los derechos de todos, se
llegará a una solución que permita vivir en paz. Esto nos surge a la
memoria dado que en pocos días comienzan las sesiones de la Asamblea
General, donde los palestinos pedirán que se les reconozca como Estado
no miembro, o sea, de la posición que tiene hoy la OLP como observador,
quieren pasar a que ese status lo tenga “el Estado de Palestina”, aunque
aún no ha sido creado.
Duele y enoja recordar el discurso pronunciado en ese mismo foro en
setiembre del año pasado el Presidente de la Autoridad Nacional
Palestina Mahmud Abbas, hablando de la historia “musulmana y cristiana”
en Tierra Santa, sin mencionar siquiera a los judíos…como si no hubieran
existido. Fue aberrante y criticado inclusive por claros voceros de la
izquierda sionista con los que hablamos en aquel momento, como el
Dr.Yosi Beilin, arquitecto del acuerdo de Oslo, ya que no es cuestión
siquiera de entrar en quién estaba primero..sino que fue un intento de
desconocer el vínculo judío con su tierra ancestral.
Y traemos todo esto a colación ahora, no sólo porque en pocos días
comienzan las reuniones en la ONU, sino por una interesante declaración
que formuló días atrás la diputada y conocida vocero palestina Dra.
Hanan Ashrawi, en relación a la campaña lanzada por Israel para
concientizar al mundo sobre el tema de los “refugiados judíos”, o sea
los judíos de los países árabes expulsados de sus antiguos hogares por
la furia de sus vecinos por la creación de Israel.
La organización integrista palestina calificó de “mentira” que haya
habido refugiados judíos, en un evidente intento de perpetuar la imagen
que los palestinos fueron las únicas víctimas del conflicto que los
propios árabes crearon al atacar al entonces naciente Estado de Israel.
Claro que Israel “ayudó” por el hecho que a diferencia de lo que
hicieron los árabes con los palestinos, a los que perpetuaron en su
condición de refugiados, el Estado judío “absorbió” a todos los judíos
que llegaron a su territorio y los convirtió en ciudadanos.
Pero volvamos a la elocuente declaración de Ashrawi, que evidentemente
“se le escapó”.En un artículo publicado en varios medios árabes, Ashrawi
escribió que presentar a los judíos de países árabes como “refugiados”
es “un engaño” ya que (presten bien atención) “ellos emigraron a Israel,
que supuestamente es su patria..y si Israel es su patria, entonces no
son refugiados, sino emigrantes que volvieron a ella sea por su propia
voluntad o por una decisión política”.
La verdad…a los efectos del esclarecimiento del vínculo judío ancestral
con la tierra de Israel, no está nada mal contar con el apoyo de una
destacada portavoz palestina.
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