Eduardo Zaidenstat, Director de la DGI, en una entrevista diferente |
"Yo duermo tranquilo y mis hijos están orgullosos de lo que hace su padre" - dice a "Semanario Hebreo". Hace más de tres años, y en otro gobierno, inicio sus funciones como director de Impositiva. |
P: ¿Quién es Eduardo Zaidenstat? R: Un ciudadano uruguayo tratando de arrimar su granito de arena y apoyando a toda la sociedad. P: Te fuiste automáticamente al cargo oficial... R: Si, me fui a la presentación por la cual creo que a la gente le puede interesar leer la nota. La otra es la vida personal de Eduardo, que uno aprende también al estar en actividades públicas que debe dejarla afuera, pero para los amigos del Semanario que ya me conocen, puedo decir que tengo 43 años, tres hijos-eso no es nada nuevo- (de 14 años mi hija mayor y dos varones de 11 y 9 años). P: Y tu vida a nivel de la colectividad ¿cómo la resumirías? Escuela Integral, Hanoar Hatzioní.... R: Alumno de la Integral, sí, esa fue toda mi formación desde primero de escuela hasta preparatorios. Soy realmente un agradecido de la Integral y sé que eso te pasó también a ti Ana, por la formación que tuvimos. Allí recibimos muchas cosas que son luego un soporte para siempre, cosas que uno las aprecia cuando toma distancia y tiempo de lo que nos dió la escuela y también por haber tenido excelentes profesores que nos ayudaron a formarnos. |
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Eduardo Zaidenstat |
A veces éramos conscientes de ello en el momento y otras, como jóvenes, no teníamos conciencia al respecto. Y en cuanto a tnuá, fui toda mi vida al Hanoar. Arrancamos en el ken de Brito del Pino, después el ken de Avenida Brasil, después fui Guizbar del ken de Goes y luego madrij un par de años, hasta que dejamos la tnuá porque al tener ciertas obligaciones, tuvimos que optar entre diferentes cosas. P: ¿Seguís muy imbuido de lo que es la realidad de la colectividad judía uruguaya? ¿Activás en algún marco comunitario? R: Mis tres hijos van a la escuela Integral y a distintas tnuot. Hacen gimnasia y deportes los varones en Hebraica Macabi y así uno también mantiene un nexo a pesar de que por mi actividad pública tengo hoy poco tiempo, pero sigo manteniendo una relación muy fluida. P: Eduardo, cuando yo me enteré, desde Jerusalem, de los diferentes puestos que ibas ocupando y del hecho que sos conocido a nivel nacional, me dije: "¡El Zeta! ¡Pero si lo conozco de la Integral, una generación después de la mía!". ¿Es así, verdad? Tenés un año menos que yo. R: Eso era antes Anita. Llegamos a una edad en la que los hombres crecemos y las mujeres ya no (risas). P: Yo cumplo 45 en unos meses, no lo oculto. R: Mirá, hay gente que cuando cumple años se deprime diciendo que está un año más viejo. Yo miro la otra mitad del vaso y me digo qué suerte que logré vivir un año más de vida. P: Y sobre los cargos oficiales.... R: Sobre eso te diré que se dieron circunstancias que me llevaron a estar en distintos lados. Ya de joven, en la época de la dictadura, yo tuve suerte de conocer a gente especial e inteligente, como Alejandro Atchugarry, como el Dr.Batlle. Tuve la suerte de haber tenido las oportunidades que me llevaron a tener el honor de tener distintos cargos en la administración uruguaya. Tuve la suerte de haber sido Asesor del Presidente Batlle durante mucho tiempo, trabajando directamente con él en el piso séptimo, desde haber sido Sub-secretario de Salud Pública- en momentos muy trascendentes el Ministro no estaba en el país y tuve que tomar decisiones de fondo, estructurales- trabajando ahí con gente excepcional como el Profesor Eduardo Touyá y con mi hermano del alma, que es Alejandro Atchugarry. Y cuando Atchugarry fue Ministro estuve los primeros dos meses y pico con él. Cada día era como un mes de trabajo, en plena crisis. Se caía el país-eran las palabras de Atchugarry que decía que se va el país contra la barranca, pata contra la barranca- y hubo que hacer negociaciones continuas. El país demostró que podía salir, con gran base de todos, de los actores políticos, los empresariales y fundamentalmente la gente, que soportó tanto. Y esos son de los valores que Uruguay mantiene y lleva. P: Y ahora estás al frente en un puesto clave, pero con una administración muy distinta a la que te llamó en primera instancia. R: Yo creo que la nueva administración mostró un signo de madurez que se haya dejado lo que algunos me dicen embromando "la caja del Estado"-porque la DGI da ingresos al país- en manos de un hombre de un partido distinto. No es que mantuvieron a la persona Eduardo Zaidenstat, sino a la institución. Creo que fue un cambio importante en un lugar clave. La DGI es la caja de la sociedad uruguaya. El 80% de los ingresos del gobierno central surgen de la DGI y me parece que eso marcó un partido al que no pertenezco pero con el que no tengo ninguna diferencia desde el punto de vista técnico respecto a lo que se hace dentro del tema tributario en la DGI. Trabajo en absoluta sintonía con el Ministro Astori, con todo el equipo económico, muy contento, muy a gusto y hasta con un fuerte apoyo directo del Presidente Vázquez, en momentos de crisis, de una reestructura profunda que estamos haciendo de la DGI, donde hubo inclusive divergencias dentro del propio Frente Amplio. El apoyo del Ejecutivo fue absoluto y total y esas son cosas que hay que remarcar. P: Por un lado es por supuesto una señal de gran confianza el que te hayan dejado en ese cargo. Por otro lado, me pregunto cómo podés hacerlo, siendo éste un cargo de tal envergadura económica, habiendo un cambio tan grande en el gobierno. Y no me refiero a cuestiones de afiliación partidaria, sino a que seguramente detrás de un puesto económico hay mucho de un enfoque básico, de una visión económica determinada, que es también cuestión de ideología, no? En otras palabras: ¿no es también problemático cumplir este cargo con un gobierno del Frente Amplio, si venís del partido Colorado, con ideas tan diferentes? R: Te diré Ana ante todo que estos cargos, de Director de Impositiva, no sólo en Uruguay sino en el mundo, son cargos fusibles. En general los organismos internacionales a los que pertenece Uruguay y en los que represento a Uruguay en esta área, veo que la rotación es muy grande. El promedio de duración en estos cargos, de mis colegas en el resto del mundo, es de un año o año y medio. Yo ya cumplo los tres años. El cobrador de una sociedad es un cargo fusible, porque ante problemas, saltan los fusibles y de aquí el término. También es extraordinario que ante un cambio de administración, se mantenga a una persona y más cuando es de signo político distinto. Pero yo cuando destaco la actitud del Presidente Vázquez y del Ministro Astori, es porque eso muestra que hay cosas que quedan fuera del debate político. El otro día leí una frase de Cicerón que me encantó: "Hay que ser esclavo de las leyes, para poder vivir en libertad". Y yo digo que hay que ser esclavo de las leyes tributarias, para vivir en una sociedad que sea más justa. P: Bien sabemos qué imagen tiene siempre un cargo como el tuyo, en cualquier parte del mundo. ¿Sos el malo de la película? R: Yo cuando al final de la jornada de trabajo llego a mi casa, pongo la cabeza en la almohada y duermo muy pero muy tranquilo. Eso, más allá de los errores que todos tenemos, pero que son equivocaciones humanas. Tengo una gran tranquilidad de conciencia, tratando de hacer las cosas lo mejor posible. Yo camino por la calle y nunca he tenido problemas. Sé que puede haber alguna persona enojada. Pero cuando voy por una feria o entro a un shopping, cuando manejo en mi auto, nunca he tenido problemas. Cuando la gente "se atreve" a romper la intimidad de la persona, de Eduardo, y pregunta algo, siempre es con una palabra de aliento, con una palabra positiva. A veces la gente también viene a contarme problemas que tiene, por ejemplo de competencias desleales y cosas así. Nunca con agresión, ni mirándome mal. Ana, te digo la verdad: si no hubiera ninguno enojado conmigo, eso hablaría mal del Director de Impositiva. P:¿ Dudaste en algún momento, si tomar el cargo o no? R: Si, dudé. Pero tuve un gran apoyo, también del propio Presidente Batlle y de todos los líderes sectoriales del partido colorado. Y sé que esto también requiere mucho sacrificio personal y del entorno familiar que lo rodea a uno, por las horas que lleva. Yo llevo a mis hijos a la Integral a primera hora, antes de las 8 de la mañana y mi jornada termina a las 10 u 11 de la noche. Y en casa a veces todavía hay llamadas telefónicas con distintas cosas que quedaron colgadas. Pero yo creo que esto le sirve a la sociedad uruguaya y por eso lo hago. Si una DGI funciona bien, le sirve a los empresarios y los trabajadores. Y se puede hacer mayor justicia social, si hay más recursos. Y yo no quiero, cuando llegue a viejo, sentir que se me dio la oportunidad de hacer importante por el país y que la rechacé. Por eso, a pesar del sacrificio familiar y personal que supone este cargo, asumí nuevamente el desafío. P: ¿En qué términos te planteás lo que sería un éxito para ti, cuando haya terminado tu misión? Eso se mide ¿en cantidad de dinero recaudado o en el cambio de mentalidad de la gente respecto a que hay que pagar impuestos? R: Cargos como el que yo ocupo ahora tienen una condición necesaria, recaudar el dinero que precisa el país para mantener la maquinaria de la sociedad funcionando. Esa condición es necesaria y si no se consigue, hay que cambiar el cargo. En ese venimos bien y mejorando todos los meses. Pero eso para mi no es suficiente. Para mi el país tiene problemas estructurales. Ante todo, un tema cultural. Está el tema de la viveza criolla porque el que evade ni siquiera tiene una tacha social y eso hay que cambiarlo. Uno de los pilotos en los que estamos trabajando con la gente de ANEP en escuelas públicas de Montevideo y el interior, es empezar a recorrer este camino. Y si a los educadores y a la sociedad les sirve, que se ponga en el programa curricular de ANEP, sean escuelas públicas o privadas. Hay problemas también en la moralidad del gasto, qué hace el poder político con el dinero que aporta el trabajador con su esfuerzo. Si el sector político malgasta el dinero público, eso es un incentivo para no pagar como corresponde. Ese también es un punto para mejorar como sociedad. Nunca se va a llegar a una situación en la que no hay evasión. Eso es una utopía. Pero si conseguimos algunos de los cambios estructurales que he explicado, me sentiría muy contento el día que me tenga que retirar de la administración. P: Y hoy, ¿te sentís realizado? R: No sé si esa es la palabra. Pero me siento bien, con mucha fuerza en lo que estoy haciendo, contento en el sentido de poder implementar cosas que durante mucho tiempo peleamos por hacer y tratando de aportar mi granito de arena, aunque sé que no es que todo se va a solucionar por mi gestión. Por algo siempre se dice que los locos, los borrachos y los niños siempre dicen la verdad. Y cuando veo que mis hijos, más allá que sus amigos podrán embromarlos con el cargo de su papá, se sienten orgullosos con el cargo de su viejo, siento que esa es una de las cosas que ayudan a dormir tranquilo. Y cada uno, dentro de su edad, hace su aporte. Exigen la factura cuando van a comprar algo y tratan de explicar en su entorno la importancia de lo que se hace. P: Gracias Eduardo y mucha suerte. R: Gracias a ti. La suerte la verdad es que se necesita, muchas veces, en lugares que son realmente volcanes. Te deseo también a ti mucha suerte con la continuidad de "Semanario Hebreo". Mutuo aporte entre los valores judios y los uruguayos P: Eduardo, dejando de lado el análisis profesional, quisiera hacerte una pregunta referente a esta realidad en la que sos un judío muy consciente de su identidad judía y también un uruguayo muy dedicado a la causa nacional a nivel general ¿Cómo ves esas dos partes de tu identidad? R: Personalmente, más allá de mi trabajo, entiendo que no tiene por qué haber ningún choque entre una cosa y otra. De ninguna manera. Podríamos agregar otros factores. Yo soy socio hincha de Peñarol. Los valores que uno tiene como ciudadano y los valores en casos que uno mamó de chico, dentro del ambiente de la colectividad judía, sea en la casa, la escuela o la tnuá, creo que refuerzan los valores éticos y morales con los que uno tiene que desempeñarse en la vida y la sociedad, sea ésta la sociedad uruguaya general, la colectividad o mañana si nosotros o nuestros hijos tenemos que optar por ir a otro país. Creo que son valores que van más allá de la nacionalidad o la fe que uno tenga. Y sin ningún lugar a dudas los valores que nos da el judaísmo, refuerzas los valores éticos, espirituales y morales con los que uno tiene que moverse en la vida. Un primer contacto con "Semanario Hebreo" Eduardo Zaidenstat recuerda muy especialmente que ya desde jovencito leía ávidamente estas páginas y hasta guardaba numerosos artículos que recortaba y con los que se hacía una especie de archivo personal. Pero a los 17 años, por primera vez, escribió una nota para "Semanario Hebreo", alentado por su Director José Jerozolimski (Z"L). "Siendo adolescente, en el año 1979 o 1980, había leído en un semanario un artículo que nos pareció de fuerte sesgo antisemita. Mandamos una carta a ese semanario contestándole al autor sobre el punto que nos había chocado y fuimos a tu casa a hablar con tu papá. Lo llamé por teléfono y me recibió. Estaba muy indignado y nos parecía bueno que la contestación se sepa, para que la gente sepa qué posición adopta cada uno en la vida y en ese caso me molestaba la posición de ese semanario y el antisemitismo del autor de esa nota. Iero nos dijo, con mucho cariño -vio que éramos muy jóvenes- que no quería la carta sino que escribamos un artículo. Por supuesto para nosotros era un honor escribir nada menos que en el "Semanario Hebreo" siendo tan jóvenes. Ya estaba en mi último año en el Hanoar, como madrij". P: ¿Qué te quedó de aquel encuentro? R: Te diré que algunos consejos que me dió Iero, los sigo teniendo presentes hoy en mi actividad profesional. Él me dijo que debo tener presente, al escribir un artículo, que el comienzo sea fuerte, para atraer al lector y que el final sea impactante, para que quede claramente el mensaje final. Esto lo tengo presente hasta hoy en día cuando tengo que redactar y presentar informes ante el Fondo Monetario Internacional u otras instancias importantes a nivel internacional. Uno siempre tiene que saber, en todas las fases de la vida, cuáles son las cosas buenas que vale la pena adoptar y llevarlas consigo. Yo mantengo siempre esa memoria de tu papá, que me fue muy útil, de gran valor, algo especial. P: Dejó muchas cosas lindas.... R: Sin lugar a dudas. |
Ana
Jerozolimski
Semanario Hebreo
20 de octubre de 2005
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