“Están hiriendo de muerte al Mercosur”,
declaró el ex Presidente de la República Dr. Luis Alberto Lacalle en
referencia a los intentos de incorporar a la Venezuela de Hugo Chávez al
marco creado bajo su mandato, en 1991, con numerosas esperanzas en gran
parte hechas añicos (al menos para Uruguay).
La Cumbre llevada a cabo en Montevideo finalizó sin una fórmula de
consenso para que Venezuela sea socio pleno del bloque a pesar de la
oposición del Parlamento paraguayo. Pero el peligro aún existe…
El Mercosur fue creado como un marco económico, pero dada la insistencia
sobre el carácter plenamente democrático de sus miembros y la exigencia
de que tanto Ejecutivos como Poderes Legislativos aprueben la
incorporación de nuevos miembros -tal cual exige el acuerdo de Asunción-
claro está que la dimensión política está presente.
El Presidente de la República José Mujica, que intentó denodadamente
hallar la fórmula que permita el ingreso venezolano al Mercosur a pesar
de la postura del legislativo guaraní, dijo que la principal tarea de
los gobiernos es "de carácter político", porque "sin política no habrá a
la larga Mercosur ya que esta no es una ecuación sólo de economía”. En
términos similares se manifestó la Presidenta argentina Cristina
Fernández.
Pero precisamente por la dimensión política que inevitablemente tiene el
bloque, aunque su naturaleza esencial sea la dedicada a la temática
económica, es que Venezuela, bajo Chávez, debe quedar fuera. El
Presidente venezolano declaró al llegar a Uruguay que ha tenido “mucha
paciencia” y que en los años transcurridos desde que su país solicitó
incorporarse al Mercosur, ha tenido que soportar “declaraciones
ofensivas contra Venezuela”. Pero el tema no es Venezuela, como país
hermano de Uruguay… sino su gobierno, la Venezuela encabezada por él.
Democracia no es sólo ganar elecciones en las urnas. Claro está que eso
es imprescindible. Pero insuficiente. Democracia es una forma de ejercer
el gobierno, respondiendo a determinados valores. La Venezuela de Chávez
no es el mejor ejemplo de ello.
Recordamos un artículo publicado el 9 de marzo del 2007 en el periódico
argentino “La Nación”, por el destacado escritor Marcos Aguinis,
columnista del rotativo, bajo el título “Misterioso socialismo del siglo
XXI”. Es elocuente, en este nota , reproducir varios de sus párrafos.
“Por ahora, Chávez coquetea con el
comunismo y con la teocracia islámica fascista, porque son dos herramientas
que le permiten usar el megáfono del extendido odio a Estados Unidos, como
una forma de conseguir prensa y arrastrar a millones de ignorantes que poco
saben de democracia, pluralismo, tolerancia, libertad y progreso genuino.
¿Cómo podemos entender ese régimen mesiánico, unipersonal y autoritario, que
vomita sobre las instituciones de la república venezolana mientras aumenta
la asfixia de la prensa y la oposición? No es aún el comunismo real que
existió en la URSS y sobrevive en Cuba y Corea del Norte. Tampoco, el
fascismo de Hitler y Mussolini. Por supuesto que no se parece al socialismo
moderno y democrático de Europa, Chile o Brasil. No se parece a nada donde
prevalezcan la seguridad jurídica, la libertad individual y el derecho a la
crítica.
Es, por el contrario, una autocracia arcaica, sumida en un caos conceptual
que no resiste el análisis serio, con abuso de poder, incompetencia y
corrupción desenfadada. Su fuerza no reside en ninguna innovación
estructural progresista, sino en los ingresos de petrodólares, que hubieran
hecho desmayar de envidia a Creso, y en el soborno a los militares, que han
pasado de ser su guardia pretoriana a una tropa que invade todos los
resquicios de la sociedad para mantenerlo atornillado en el Palacio de
Miraflores, como tropas semejantes a las que mantuvieron en el trono a
Somoza, Trujillo, Pérez Jiménez, Duvalier, Idi Amin y otros monstruos.
The Food and Agricultural Organization de las Naciones Unidas brinda
estadísticas que refutan la propaganda de Caracas. En Venezuela, desde que
Chávez se hizo del poder, aumentó la pobreza, aumentó la indigencia, bajó el
índice de consumo calórico, bajó la exportación de alimentos y aumentó de
forma significativa la urgencia de importarlos. En otras palabras: el acceso
a la comida de millones de venezolanos se ha tornado más difícil, pese al
programa oficial, llamado Mercal, que provee de subsidios y hace intensa
propaganda, pero que también es una fuente inagotable de corrupción,
mediante cadenas cada vez más largas de intermediarios. En ellas hacen su
agosto militares de los que en otras partes del mundo la izquierda
abominaría, pero que allí celebra. En algunas regiones suele faltar carne,
azúcar y otros insumos básicos. Insisto: son datos de las Naciones Unidas.
Esta situación contrasta con una loca adquisición de armas. Recordemos que
las diversas formas del socialismo autoritario no han escapado a esa
tentación, aunque el pueblo se muriese de hambre: la Unión Soviética, la
China de Mao, la Camboya de Pol Pot, Cuba, Corea del Norte”.
Aguinis mencionó al pasar el coqueteo con la
teocracia islámica. La referencia evidente es por cierto a la República
Islámica de Irán, que Chávez ha convertido en uno de sus principales
aliados.
Así escribió el propio Presidente venezolano en su blog personal , el 29 de
noviembre del 2009:
“Quiero destacar, con gran satisfacción y
orgullo, la visita que este miércoles nos dispensó el presidente de la
República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadinejad: ese gladiador de las luchas
antiimperialistas, así lo he llamado, ejemplo de firmeza, de constancia, de
batalla, por la libertad de su pueblo.
La Revolución Iraní y la Revolución Bolivariana son hijas de una misma
Historia, la de las luchas de nuestros pueblos por su liberación.
En compañía de Ahmadinejad no sólo hemos firmado un grupo de nuevos
convenios, sino que mostramos además los grandes avances en la ejecución de
los numerosos proyectos que ambos países hemos puesto en marcha.
Vamos unidos con Irán en una dinámica internacional que cada día crece más y
más, orientada por aquello que nuestro Libertador Bolívar denominaba el
equilibrio del universo. Bien lo dijo Ahmadinejad: “Hoy ya no sirven el
armamento o las municiones, nadie puede imponer su opinión mediante armas a
los pueblos, esa es una lógica ya derrotada”.
Es a través de la liberación de los pueblos como podremos alcanzar la
grandeza de la humanidad como un todo. Y es a través de la unión de nuestros
pueblos como lograremos la ansiada liberación”.
Por si a alguien se le escapó lo escrito al
comienzo de la cita, se refiere a Ahmadinejad, presidente de Irán. Lo
aclaramos, por las dudas, ya que las menciones sobre libertad y grandeza de
la humanidad, podrían confundir y hacer pensar que Chávez se refiere a algún
paladín de la democracia y la lucha por los derechos del hombre…
Pero no…su gran amigo -al que se acercó más todavía desde ese comentario en
su blog hace dos años- es el símbolo de uno de los regímenes más opresores
del mundo, que manda homosexuales a la horca, lapida mujeres y mata
opositores.
El Presidente democráticamente electo de Venezuela, tiene derecho soberano a
ejercer la política exterior que desee, dirán sus defensores, o los
defensores de una supuesta neutralidad. El problema es que lo que él hace,
influye sobre el resto del continente. El ha introducido a Irán a América
Latina y su país es una base de ayuda directa a Hezbolá, responsable ya de
dos atentados terroristas en la vecina orilla argentina. Chávez da
pasaportes venezolanos a miembros de Hezbolá, lo cual constituye ya un
peligro a nivel continental.
Eso no atañe sólo a Venezuela. Es un peligro para el continente todo.
Al arribar a Uruguay, Chávez citó al Prócer José Gervasio Artigas. "Como
dijo Artigas, no debemos esperar nada sino de nosotros mismos. Desde hace 13
años manifestamos nuestro deseo de ingresar al Mercosur. Queremos ingresar
como miembro pleno, y eso es positivo para todos” -aseguró. "Nosotros, si lo
vemos meramente desde el interés nacional venezolano, no pondríamos tanto
empeño. Lo hacemos por la unidad latinoamericana", agregó.
Interesante…parece que hay que agradecerle que quiera incorporarse.
Pues no…al único al que hay que agradecerle por ahora algo, es al Parlamento
paraguayo que lo frena.
“Hay que seguir el sueño de Artigas y Bolívar. Se trata de la patria de
nuestros hijos”, sostuvo.
Pues precisamente por esos sueños, hay que dejar a Chávez fuera. Pero
contrariamente a lo discutido estos días, el tema va más allá de si se puede
“puentear” la oposición del parlamento paraguayo, como dijo el Presidente
Mujica, y de si se trata de “un golpe de Estado internacional”, como acusó
el ex Canciller de Lacalle, Senador Sergio Abreu.
El problema es más de fondo todavía, y choca, claro, con la decisión de los
ejecutivos del Mercosur en el 2006, de permitir el ingreso venezolano, lo
cual no se ha concretado por ahora sólo por la postura de legisladores del
Paraguay.
La visión de Chávez, que implementa en el terreno introduciendo al
continente a elementos peligrosos y desestabilizadores, debería ser frenada
por Uruguay…suena irrisorio decirlo ahora, claro, pero eso sí que iría bien
con los valores de Artigas, no las citas efectistas de Chávez.