“Agradezco a mi padre no habernos educado al odio, a pesar de lo que el sufrió”
Nos dice Abraham (“Avram”) Grant, ex entrenador del seleccionado nacional de fútbol de Israel, 

hijo de un sobreviviente de la Shoa.
(por Ana Jerozolimski)

Avram Grant (59) es uno de los entrenadores de fútbol más conocidos de Israel. Ganó con diferentes equipos varios campeonatos y llegó a jugar un rol importante también en el exterior -aunque por solamente una temporada- al frente del equipo de fútbol inglés Chelsea. Fue el entrenador de Hapoel Petaj Tikva, Macabi Tel Aviv, Hapoel Haifa y del seleccionado nacional de fútbol de Israel.

Está casado con Tzofit, figura de televisión en Israel, con quien tiene dos hijos. Su padre Meir (80), es sobreviviente del Holocausto. Su madre llegó a Israel proveniente de Irak.

 

 

Avram Grant

P: Avram ¿qué es para usted Iom Hashoa? Supongo que siempre, para hijos de sobrevivientes, es algo especial...

R: Para mi, Iom Hashoa es ante todo algo que se refiere a la familia de mi padre. Mi mamá nació en Irak y mi padre en Polonia. 

Cuando tenía 11 años estalló la Segunda Guerra Mundial. De hecho, era menor de lo que es hoy mi hija Romi. A los 15 años sepultó con sus propias manos a sus padres: su mamá Ruta, su padre Abraham cuyo nombre yo llevo y a sus dos hermanas. Más adelante murieron otros de sus hermanos y hermanas, tíos, tías...una familia entera.

P: Me cuesta hasta preguntar qué secuelas dejó eso en su padre..

R: Pues le diré que mi padre es una persona muy optimista, de carácter. Desde que tengo memoria no lo recuerdo poniéndose nervioso. Cuando yo tenía 15 años, por primera vez mis padres no durmieron juntos porque mi madre estaba enferma. Y lo oí gritando dormido, gritos horrendos. El siempre fue una persona muy abierta y no nos había transmitido sufrimiento. Esa escena fue traumática para mi. Luego de esos gritos se calmó. Eso es para mi Iom Hashoa...

P: Recuerdo, de otras entrevistas con hijos de sobrevivientes de la Shoa, que contaron sobre la combinación entre el deseo de sus padres de vivir y darles una vida normal y por otro lado, la presencia inevitable del holocausto en su casa. ¿Su caso también fue así, algo diferente de otros hogares comunes?

R: Me es difícil hacer comparaciones. Yo sé de otras casas en las que con los padres eran muy traumáticos. Con mi padre, por su personalidad, todo era diferente, porque él es un ser humano muy optimista a pesar de tener todos los motivos del mundo para ser justamente lo opuesto. Hasta ahora él me dice que no mire hacia atrás, que no me ocupe del pasado sino del presente. Creo que su enfoque es que recibió la vida de regalo y que no tiene sentido mirar hacia atrás. Por eso no lo sentimos tanto en casa, ya que no era de los que hablaba mucho sobre el tema de la Shoa por su iniciativa, sino más que nada cuando le preguntábamos al respecto.

P: No era de los que lograron recién una generación más tarde, a los nietos, comenzar a contar lo que habían vivido..

R: Nuestro hogar siempre fue muy abierto y desde un primer momento, cuando queríamos saber algo, nuestros padres nos contaban. Yo tomé ese enfoque de forma muy natural, hasta que comprendí que en otras casas, no era así.

P: Avram, el año pasado, cuando usted era el entrenador del equipo inglés Chelsea, la final de la copa europea fue en la víspera del Día recordatorio del Holocausto. Recuerdo el gran simbolismo de su festejo, con los brazos en alto, cuando en uno de los brazos usted llevaba un brazalete negro, en recuerdo a las víctimas asesinadas por los nazis..Y pensé que ese es el único tipo de “venganza” con las que se podía responder a los nazis: mostrar que no aniquilaron al pueblo judío, que nació Israel, el estado judío, y que en él, su gente avanza, tiene éxito, hace cosas positivas..

R: Era en efecto la víspera de Iom Hashoa, una fecha que yo siempre respeto. Suelo, también, ir a la Marcha por la vida en Auschwitz, Pues justamente esa noche se jugaba un partido que quizás haya sido el más importante en la historia de Chelsea. Yo sentí que debía al menos llevar el brazalete negro en el brazo, en memoria de los muertos. Las reacciones fueron impresionantes y llegamos a recibir inclusive correos electrónicos de países árabes 

Avram Grant, el año pasado, en la final al frente de Chelsea, en la víspera de Iom Hashoa - recordando con el brazalete en memoria de las víctimas.

P: ¡¿De países árabes?!

R: Así es, diciendo que lamentaban lo que había pasado y que esperaban que no se repita nunca más.

P: Bueno oírlo por cierto. Y yo preguntaba por la “venganza” en el sentido constructivo de la palabra: que la respuesta a los nazis fue seguir viviendo, mostrar que no mataron a todo el pueblo judío y que hoy en día, los judíos siguen actuando, haciendo cosas productivas...

R: Yo creo que lo que hay acá es un éxito de mi padre. Trataron de destruirlo. Mataron a toda su familia, hicieron todo para aniquilarlo a él y su familia. Pasó días de 40 grados bajo cero con una remerita muy fina, durante días enteros no tenia lo qué comer... sus padres murieron de frío y de hambre...Y yo siempre me pregunto cómo será morir de hambre...un proceso que lleva meses. Y ve que mueren sus padres, que estaban en sus años 50, y sus hermanas, una de 11 y otra de 3, luego otros hermanos...Yo siempre pienso en la vida diaria de la gente e imagino la diferencia entre un niño que tiene una vida feliz y el que debe lidiar con horrores. Por eso éste es un día muy difícil.

P: Aunque mire siempre hacia adelante, el pasado allí está..

R: Claro que si, pero mi padre siempre me dice -cuando hablamos en términos de victoria o derrota, en relación al deporte-: “para mi, haber formado una familia tan buena, es lo más importante que podría haberme sucedido”.

P: Me hizo acordar un artículo de Yair Lapid que escribió sobre “la victoria” de su abuelo, que murió en las cámaras de gas. Y dice que su abuelo le ganó a los nazis 8 a 1, porque a él lo mataron, pero se salvó su hijo, ese hijo tuvo hijos que a su vez tuvieron los suyos...y “aquí estoy yo”..Y hoy hay ocho, dice, les ganó a los nazis el partido,,,

R: Es verdad. Indudablemente hubo aquí un intento de destruir totalmente al pueblo judío y no lo lograron. Y en ese sentido, en mi ámbito familiar,mi papá ganó, sin duda.

P: Y no sólo que él logró formar vuestra familia sino que usted llegó a una posición especial, como entrenador del seleccionado nacional de fútbol de Israel, o sea en representación del estado judío. ¿Pensaba en eso cuando ganaba con Chelsea, en la víspera de Iom Hashoa? O quizás en muchos otros momentos a lo largo de su carrera...

R: La verdad es que me mencionaron este punto mis dos padres. Mi mamá llegó a Israel de Irak, por caminos nada fáciles. A mi padre le provoca mucha felicidad, por supuesto, cuando represento a Israel. Pasó también cuando con el equipo Hapoel Petaj Tikva jugamos en Cracovia, ocasión en la que visitamos Auschwitz por cierto...Son cosas que no se olvidan. Representar al país siempre es algo importante.

P: Aquí hay algo más que el orgullo de representar al país... es saber que ellos intentaron de matar al pueblo judío todo pero que finalmente hasta se creó un Estado judío..

R: Sin duda. Pero como dice mi padre, siempre hay que mirar hacia adelante. Por eso, hay que garantizar que algo así no pueda volver a pasar. El odio y los prejuicios siempre son un fenómeno peligroso.

P: ¿Qué dicen los niños de todo esto? Recuerdo que el año pasado, después de aquel partido con Chelsea en la víspera de Iom Hashoa, fueron con su esposa Tzofit y con los niños a la Marcha por la Vida en Auschwitz.

R: Les es muy importante. El año pasado fuimos sólo con mi hijo porque la nena nos pareció que era todavía muy chica para eso. Además de todo el significado que eso tiene, mi padre vivió con nosotros unos años y por eso era como un segundo padre para mi hijo, además de abuelo. Y para él era muy importante ver ese lugar.

P: Avram, usted me dijo antes que hay que garantizar que no se pueda repetir la historia. Y es inevitable preguntar qué le parece el fenómeno Ahmadinejad, que desmiente el holocausto y llama abiertamente a la destrucción de Israel...

R: Todo ser humano cuyo objetivo es destrucción y aniquilación, me parece inaceptable. Especialmente cuando se trata de líderes. Creo que líderes deben llamar a la paz, al entendimiento, deben preocuparse por sus pueblos, por la educación, el bienestar, el progreso. Líderes así deben ser condenados. Y él, en especial.

P: En el marco de su trabajo ¿ha tenido contacto con jugadores iraníes?

R: He tenido contacto con iraníes, marroquíes, de varios lados. Y nunca tuve problemas con nadie. A través del deporte se puede hacer cosas estupendas. Yo, por la posición a la que he llegado, tengo relación cercana con mucha gente en el mundo árabe. Me ha sucedido que me llaman, se contactan, puedo ayudar en algo. Cuando fui el entrenador en Chelsea, allí de hecho había jugadores de unos diez países y eso es bueno porque el deporte une, acerca.

P: ¿Cree que la historia se puede repetir? O sea ¿es lógico comparar entre el holocausto hace 60 años y lo que podría pasar con Irán?

R: En principio claro que puede pasar, porque la historia se repite, lo sabemos. Pero no tiene por qué pasar si uno aprende de la historia y toma medidas. Quien vive el sufrimiento de cerca, quien oye los gritos de su padre mientras duerme, más de 60 años después de lo sucedido, comprende que hay que hacer todo para que cosas así no puedan suceder. Yo le agradezco que él tenga el carácter optimista que tiene y que a pesar de todo lo que pasó, no nos haya educado nunca al odio. Se lo agradezco hasta hoy, siempre.

Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo - 29 de abril 2009

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