Un mundo de expedientes, matasellos, coimas disimuladas, amiguismos, certificaciones médicas, preocupación por la imagen pública y una infraestructura rígida que impide cualquier cambio importante de un universo anquilosado. El largometraje también puede decirnos que lo que se hereda no se roba porque existen demasiados puntos de contacto entre esa idiosincrasia satirizada y nuestra uruguayez de feriados largos que “meten el sanguchito” hasta en la publicidad oficial.
En definitiva, “No renuncio” es una comedia que -para el público autóctono- también puede servir como reflejo de una manera de ser quizás inconfesable pero bastante evidente. No importa demasiado que el largometraje, en su vuelta de tuerca final, proponga un desenlace “positivo” al estilo Hollywood.
La feroz radiografía cómica que ofrece nos otorga un espejo en el que podemos ver y vernos. No es casualidad que nuestros descendientes hayan arribado de barcos provenientes de esas latitudes. Como si no hubiera pasado el tiempo, esa subcultura intrínseca permanece en nuestros genes. Reírse de “¿Quo vado?” (título original de la película), en resumen, es reírnos de nosotros mismos. Para bien o para mal, somos lo que somos. Un consejo: Hay que verla, sí o sí.
EL DATO
Ficha Técnica
No renuncio, Italia 2015 (“¿Quo Vado?”). Dirección: Gennaro Nunziante. Guión: Gennero Nunziante y Checco Zalone. Producción: Pietro Valsecchi. Fotografía: Valerio Evangelista y Vittorio Omodei Zorini. Edición: Pietro Morana. Música: Checco Zalone. Con Checco Zalone, Eleonora Giovanardi, Sonia Bergamasco, Maurizio Micheli, Lino Banfi, Ludovica Modugno y Antonio Bruschetta.