Con Azul Lombardía, directora de “No me rompan” - “El humor es la mejor herramienta para hacer crítica social”, por Gustavo Iribarne (Uruguay)

Con Azul Lombardía, directora de “No me rompan”
“El humor es la mejor herramienta para hacer crítica social”

por Gustavo Iribarne
gusiribarne@yahoo.com

La oportunidad de entrevistar a Azul Lombardía, directora de la comedia “No me rompan” -protagonizada por Carla Peterson y Julieta Díaz- permitió acercarnos a una subjetividad muy especial. No está de más señalar que, en este caso, el humor mete el dedo en la llaga de una temática que ha dado mucho que hablar sobre cirujanos estéticos inescrupulosos y la ilusoria búsqueda de la eterna juventud.

-Venías de hacer el largometraje “Doberman”[1] una película bastante intensa sobre el enfrentamiento entre dos vecinas. ¿Cómo fue el salto para componer esta comedia?

- En principio fue todo un desafío. A mí me llegó el proyecto preguntándome si quería dirigir una comedia con Carla Peterson y Julieta Díaz, una propuesta muy difícil de rechazar. Mi manera de trabajar es meterme de lleno para dar lo mejor en lo que hago. Yo me conecto mucho desde el humor, “Doberman” que es mi primer largometraje y la adaptación de una obra de teatro que había hecho tiempo atrás, también tenía su cuota. También desarrollé esa veta con una serie llamada “Según Roxi” desde el punto de vista de la mirada femenina. Además, continúo una línea de trabajo que incluso mantiene algunos colaboradores como el director de fotografía Eric Elizondo que es el mismo con el que trabajé mi primera película y la serie. Te diría que la búsqueda del lenguaje es siempre uno.

-¿Qué resulta más difícil de hacer? ¿El humor? ¿Lo esencialmente dramático?

- Bueno, como te decía, “Doberman” también manejaba el humor. Estaba en el juego de las palabras, los diálogos. En este sentido, el guion original de “No me rompan”, que pertenece a Jazmín Rodríguez, una amiga de Carla Peterson que luego sumó a Julieta Díaz, va por ese lado. Desde que entré al proyecto jugué mucho con los personajes y los diálogos. Tuvimos que “aggiornar” una cantidad de cosas que manejaba la temática porque el guión tenía seis años y hubo que reciclar detalles sobre el sistema y la estética entre otras cosas. Componentes que antes tenían un nombre y ahora tienen otro. Durante el rodaje todos crecimos y fuimos modificando cosas. Uno de los personajes, por ejemplo, es una actriz de la tele y también fuimos modificando su esencia porque ahora, con el streaming y la visualización de las temporadas de las series todo cambia. En ese sentido, el humor para hacer crítica social es la mejor herramienta.

-¿Se dieron muchos cambios desde la primer lectura a lo largo del rodaje?

-Sí, por supuesto. Muchísimos cambios. Sobre todo, con Carla y Julieta nos fuimos poniendo muy filosas en ese intercambio. Recordemos que la película muestra a varias mujeres que se relacionan en un grupo de manejo de ira y, con todas, a lo largo de escenas grupales, durante los ensayos, que fueron extensos y complejos, se fueron dando cambios. Ajustamos muchas cosas, aunque cabe aclarar que la peli no tiene “bajada de línea” aunque se cuenta la presión social que experimentan las mujeres en muchos aspectos.

-¿Te molestaría que encasillaran la película como un título feminista?

-Cuando voy a una librería y veo como una mesa de oferta con libros” para mujeres” me resulta extraño. Me causa risa. No le encuentro sentido. A mí me encantan cantidad de películas dirigidas por hombres y me siento interpelada. No creo que haya una mirada específica, aunque, en el caso de “No me rompan”, quizás hubiera resultado polémico que la dirigiera un hombre. Es un filme hace un pantallazo sobre un tema actual que también nos interpela a todas y, obviamente, hay una carga de subjetividad.

-¿Cómo está afectan al área audiovisual la crisis económica de Argentina?

-Muchísimo. Es muy difícil. Es una crisis que nos está llevando a hacer preguntas que ni siquiera tendrían que estar sobre la mesa como, por ejemplo, plantear la necesidad de un instituto de cine. Algo que no tendríamos ni que plantearlo. Estamos como corriendo desde atrás con los presupuestos y las inversiones. Nunca se puede saber con exactitud el costo real de un proyecto fílmico. Por suerte “No me rompan” la pudimos trabajar y filmar en tiempo récord.

-Hace una semana que se estrenó en Argentina. ¿Cómo ha sido la recepción?

-Muy buena, tuvimos una avant-premiere hermosa, llena de gente, de artistas, de personalidades del ambiente, actores, directores, amigos. Estuvo muy bien. Y también hicimos otras funciones especiales donfe las respuestas ha sido muy elogiosas. La gente se ríe mucho y eso nos satisface plenamente. Es ese tipo de película que la gente comenta de boca en boca.

-¿Cómo definirías la peli?

-Diría que es una comedia muy divertida y actual. Por todo lo que aparece en pantalla, por el cruce de subjetividades entre esas dos mujeres en un juego de enredos. Una obra protagonizada por mujeres, escrita por una mujer y dirigida por otra mujer. Un título que habla sobre cómo nos manejamos con el paso del tiempo. Algo que, a lo mejor, no era muy usual.