Balance cinematográfico del 2023

De lo bueno, lo mejor

Crítica cinematográfica Gustavo Iribarne
gusiribarne@yahoo.com

“Aftersun” de Charlotte Wells

“The quiet girl” de Colm Bairéad

“Los osos no existen” de Jafar Panahi

“Oppenheimer” de Cristopher Nolan

“Los asesinos de la luna” de Martin Scorsese

Otro año que finaliza y comprende, entre otras cosas, la correspondiente mirada a lo mejor que pasó por la pantalla grande. Quizás podría hacérsele un espacio al filme “Aftersun” de Charlotte Wells que se estrenó tardíamente a fines de diciembre del año pasado, pero resultó una maravilla que contaba la peculiar relación entre un joven padre y su hija durante unas vacaciones. Ya centrándonos en este período que finaliza, “The quiet girl” de Colm Bairéad  también marcó su calidad artística en un filme pleno de sutilezas y detalles que conformaron una pieza única sobre los vínculos familiares y el cariño que se desata como un huracán al final del largometraje. No menos importante resultó “Los osos no existen” del inagotable Jafar Panahi, una producción rodada clandestinamente en Irán que denunciaba las trabas culturales de una sociedad que parecería estar anclada en la Edad Media. Por supuesto que “Oppenheimer” de Cristopher Nolan y “Los asesinos de la luna” de Martin Scorsese” fueron los grandes “tanques” que motivaron tanto a la crítica como al público y bien merecido lo tuvieron por la categoría con que profundizaron tanto por el tema del nacimiento de la bomba atómica como el del genocidio indígena que empañó buena parte de la historia de los Estados Unidos de América. (A “Barbie” la dejamos afuera porque la consideramos un producto marketinero que tuvo su cuarto de hora, aunque algún premio le van a dar en la Academia, seguro. Lo mismo para el “Napoleón” de Ridley Scottt que no cumplió con las expectativas del caso a pesar de sus grandilocuentes escenas bélicas. Queremos confesar, además, que también quedamos “fuera” de “Los delincuentes” del argentino Rodrigo Moreno como proyecto cinematográfico; una historia bifurcada a la que no le encontramos mayor sentido a pesar de diversos elogios críticos sobre la libertad del individuo zafando del sistema. En fin). Otro filme importante fue “La ballena” de Darren Aronofsky que contó con la magistral interpretación de Brendan Fraser para relatar la historia de un obeso mórbido, apartado de la sociedad, que solamente se vincula al prójimo por internet ocultando su cuerpo.  Más sombría resultó “Los espíritus de la isla” de Martin Mc Donagh sobre el fin de una amistad que desemboca en tragedia en medio de un contexto que observaba las guerras independentistas de Irlanda como telón de fondo y el eco de pasiones que implosionaban. Aquí también cabe destacar el impresionante trabajo de Colin Farrel en lo que puede ser la mejor actuación de su vida. Casi Finalizando esta síntesis, la poética autobiografía de Steven Spielberg en “Los Fabelman” supuso otro punto alto en la cartelera local. (Y ya que estamos, también puede destacarse la actuación de Michelle Williams cuya energía brilla a lo largo y ancho del filme). El último botón de muestra correspondería a “Hojas de otoño” del finlandés Aki Kaurismaki, una singular historia de amor proletario filmada en un tono neutro, mostrando la otra cara del denominado primer mundo y un humor especial para elegir el contexto que rodeaba a los personajes. Una nota al margen: Dejamos el comentario de “La sociedad de la nieve”, filme del español J.A. Bayona sobre la Tragedia de los Andes para más adelante. Vale la pena dedicarle una nota en exclusividad.

Uruguay en la pantalla

A nivel local nuestras preferencias se inclinan por “Temas propios”, de Guillermo Rocamora, como la mejor producción nacional que se estrenó en el año que cierra. El largometraje abordaba la historia de un padre inmaduro, recién separado que se juntaba con sus hijos para formar una banda musical, en medio de una crisis económica y personal que lo superaba.

Si bien “La uruguaya” (con ese título y filmada en Montevideo) tuvo su estreno con bombos y platillos, el hecho que fuera dirigida por un argentino hizo que quedara fuera de concurso por razones reglamentarias (Una lástima porque, si bien la película no alcanzaba niveles de excelencia, la interpretación de Fiorella Bottaioli hubiera merecido, de punta a punta, el Premio a la Mejor Actriz). Por su parte, “El retrato de mi padre” de Juan Ignacio Fernández Hoppe supuso el desgarrador testimonio de la búsqueda de la verdad sobre el presunto suicidio de su progenitor. Un documental conmovedor que removió sentimientos encontrados del público que la vio. Junto con “Temas propios” se llevó unos cuantos premios bien merecidos de la Asociación de Críticos de Cine del Uruguay. También “Amores pendientes” de Oscar Estévez supo mostrar lo suyo a través de un relato que señalaba el cruce de límites entre realidad y ficción cuando un dramaturgo ponía en escena los recuerdos autobiográficos de un amor frustrado. (El largometraje obtuvo un galardón para Santiago Musetti como Mejor Actor de Reparto). Otro título que valió la pena fue “Milonga” de Laura González, que abordó el tema de la violencia doméstica a través de un sutil entramado guionístico. Fue premiada como Mejor Opera Prima y la chilena Paulina García se llevó el Premio como Mejor Actriz). En definitiva, un buen año para el cine nacional que sigue creciendo cualitativamente.

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