Poetas de Puerto Rico, hoy |
La poesía del Caribe hispano siempre ha sido más conocida en Latinoamérica a través de la producción generada en Cuba. Como hemos señalado más de una vez en estos mismos abiertos espacios de Tinta seca, con respecto a la difusión de la lírica de nuestra Patria Grande en el propio continente, es todavía asombroso -más allá de esfuerzos editoriales, revistas en papel y pantalla, festivales, encuentros, foros, intercambios, etc.-, todo lo que desconocemos de autores y obras, tanto de ayer como de hoy. Los motivos literarios, ideológicos y sociopolíticos que generaron y no dejan de pesar en esta situación, ya han sido expuestos y discutidos con largueza en diversos ámbitos. Los soslayaremos en esta rápida presentación. Por eso es que resulta oportuno ofrecer, aunque más no sea, una breve muestra de ocho autores puertorriqueños de recientes promociones y cuyos años de nacimiento se ubican entre 1957 y 1974. En razón del constante y agitado movimiento de la producción poética de Puerto Rico, además de las resonancias culturales originadas por una conflictiva y dolorosa vinculación histórica con el “asociado mayor”, el Imperialismo estadounidense, hemos preferido ordenar estos comentarios en función de lo acontecido en dicho movimiento a partir de los 80. Se registraron varios momentos nodales desde esos años hasta ahora, que Carlos R. Gómez y Ángel Rosa Velez comentan sucinta y sustancialmente en el insoslayable volumen Los nuevos caníbales: una triple antología dedicada a Cuba, República Dominicana y Puerto Rico y preparada por especialistas de esas naciones caribeñas. Gómez distingue dichos momentos en función de sucesos tales como aparición de revistas y antologías, a más de la formación de actividades grupales y convocatorias de certámenes literarios más allá del género poético. Asimismo, ha sido de confirmada resonancia la vinculación de poetas e investigadores al ámbito universitario. Así, en la década de los 80, la revista Filo de Juego (1983-1988) inicia una separación con respecto a los “Poetas de los Setenta”; algunos de los autores que incluimos en la muestra pertenecieron a esa publicación. En esa misma década, entre 1985 y 1988, aparece Tríptico, de la que derivarían un concurso literario y una propuesta editorial que nucleó a numerosos jóvenes. Luego, entre 1993 y 1999, se dio una positiva actividad intergeneracional con el grupo “Puertas: movimiento artístico-literario de fin de siglo”, el que sostuvo una “consistente presencia”, en buena medida con base física en un topos urbano: la Librería Papyrus (esto nos recuerda algo similar en el Montevideo de los 60, con las librerías Alfa y Arca). También en los 90, bajo la acción catalizadora de Mayra Santos Febres, funcionará el grupo “En la mirilla” y aparecerá Mal(h)ab(l)ar: antología de nueva literatura puertorriqueña, que coadyuvaron en calidad y cantidad a la difusión de poetas y narradores (la propuesta poética se “caracterizaba por lo urbano, lo alternativo y lo performativo). A esto se agregan los concursos de cuento (desde 1997) y el de poesía (2000) convocados por El Nuevo Día, el periódico de mayor circulación en Puerto Rico, y que estimulan visiblemente el quehacer literario. Finalmente, “los poetas del nuevo siglo” (la denominada Generación X) han continuado la tradición de las revistas en publicaciones como Zurde, Tonguas, Alma universitaria, Taller literario, El sótano 00931, etc. No puede omitirse una referencia a El límite volcado: antología de la generación de poetas de los ochenta (2000) que permite, como no siempre sucede dada la cercanía temporal, un estudio más profundo y completo de esa generación. Ahora, debemos anotar aquí algunas veloces reflexiones con respecto al contenido en sí de esta ineluctablemente corta muestra. Pueden percibirse en general tonos de cuestionamiento salidos, tal vez, más de experiencias existenciales que socioculturales, y que buscan una formulación estética que parece ignorar o desatender tanto las tradiciones líricas hispánicas como las más evidentes aportaciones de las vanguardias “en tránsito a la modernidad”. ¿O es más bien un “malestar de la cultura” implícito en la más que centenaria y peleada dependencia con relación a Estados Unidos? Esto se insinúa en las variables temáticas y aun en ciertas construcciones sintácticas o en inserciones idiomáticas que orientan ritmos y sonoridades, paradójicamente, hacia una refrescada verbalización metafórica e identitaria. |
Rafael Acevedo Los motivos de Caperucita Hoy caí malo con la luna sin
el hilo rojo que lo confirme. Café
amargo la mañana el
lobo se quedó esperando esperando
que la navaja asuma su
crema de afeitar y afirme: “Caperucita
está sana”. El
lobo se quedó esperando. Será
leche almacenada, la suma de
cosas que esperan que firme; trasquilado
soy de lana. Hoy
caí malo de la luna, el
lobo sale saliendo sin
el hilo rojo que lo confirme: Caperucita
se queda esperando. Edgardo Nieves Mieles Después
de 8 ½ horas de trabajo (no gustoso), el
poeta regresa a casa Ahora que la noche crece bajo
tus párpados, regreso
a casa abrumado
por la horma y los zapatos. Mis
ojos deshojan una
alegría lenta y buena. Es
el amor extendiendo sus
regios manteles de paciencia.
Sobre la mesa, la
naturaleza muerta de
una cena en fría espera.
Tú estás dormida. Desnuda. Un
sabor a mármol me
deshace la boca y
junto a tu sien de
laboriosa paloma en reposo, silenciosamente
coloco la
encendida espada de
tres lirios rojos. Israel Ruiz Cumba Teoría del tiempo
a
Mario Rosado Aquino quien sabe
que el tiempo no existe Si
un pájaro, cualquier
pájaro de dos alas pleno. Si
un pájaro toda
la certeza del vuelo. Si
un pájaro toda
la entereza del canto. Si
un pájaro de
todo su corazón latiendo contra
la piedra que lo busca para
herirlo de plena muerte detuviera
su vuelo en
la absoluta mitad del aire, ¿qué
sería de la tarde y
su destino de sombra? ¿Quién,
piadoso, nos devolverá la muerte y
el absoluto derecho al polvo? Zoé
Jiménez Correjter
Tiempo Y el recuerdo lento
como un animal enfermo va
subrayándolo todo gentes,
larvas ensortijando formas azar
envenenando la mar que
rodeándonos de sales pronuncia
la tristeza encaramada Escupo
sílabas Fotos,
imágenes conectadas Por
un hilo negro que desangra el cerebro Y
el ronroneo se desplaza como
espuma en la boca de
la muerte ¿dónde
se esconden los pájaros cuando
llueve? ¿dónde
se pegará el estiércol de estas palabras? ¿qué
alas anidarán mi espejo? Alberto Martínez-Márquez La verdadera historia de Orfeo
a Mario R. Cancel realmente
orfeo murió de angustia al
no poder salvar del hades a su amada eurídice además
el virtuoso intérprete de la lira murió
en la más abyecta pobreza rodeado
de aquellas bestias que aplacó con su música pero
también arropado por un mar infinito de onerosas deudas por
más que trató no pudo con melodías ni canciones taladrar
el pétreo corazón de sus acreedores quienes
lo acosaban constantemente hasta
que un buen día se fue así como vino al mundo la
historia de la lira fue otra subastada
en la afamada casa Sotheby’s fue
adquirida por un multimillonario neoyorkino principal
accionista de una compañía dedicada a
la fabricación de armamentos nucleares quien
jamás supo la historia de orfeo de
eurídice y de la lira y
a quien la música y sus efectos sobre el ánimo de las bestias
salvajes significa
absolutamente nada Frances Negrón-Muntaner Amor ano un digerir la comida en tu estómago y
acumular el bestiario de grasas sobre
las paredes polvorientas de
tu interior (no el mío) eso
es el amor: quiero
que por los dolores de
tu bajo vientre me
entiendas sin
derecho a saber (aquí
el derecho hiede) que
continúo produciendo papeles
secretos (aunque
dices no temerles) incriminadores
de amantes y amores traicioneros
del deseo de
ser libre y desaparecer sin ti ayudándome
a olvidar los
grandes esfuerzos que
un día me llevaron a
pedirte un beso amándote
hambrienta como pude con
el estómago casi lleno. José Raúl González Maribel juega con fuego, cabeza de serie Maribel,
la piel recuerda la piel jamás olvida. maribel
minúscula arráncame la vida, préndeme
una vela negra pa’que no me duela tanto. Escribe
sobre mi carne un cuento, una señal que arda, una
historia sin dos almas gemelas. Si
las manos te alcanzan si llegaran a alcanzarte prométeme
un aplauso por poema, por
respeto a mis palabras. Después
de todo cada cual conservará
del truco lo vivido. Acércame
a tu ancha cavidad, a la cueva donde
el mar te suena cariñoso. Acuéstate
en mí o sobre mí para pensar que
la liberación llegará mañana por la mañana. Dame
tu corazón que muerde. Maribel,
obséquiame tus muslos abiertos
para siempre. Permite
que la hisla navegue en sus costumbres, acércame
la ventana amarilla donde a respirarte voy como
un malacostumbrado huelguista cada
noche de éstas noctámbulo
para siempre. Urayoán Noel Liquidación por la avenida de los almendros
muertos todo
está calmado y
si el cielo está abollado es
porque me comí la luna anoche ahora
queda el agujero donde
vacío la tómbola o
mente, que es lo mismo- oigan, sólo
suenan los panderos que
llevo amarrados al lomo, felizmente
mi palabra hierve y
se pierde en la noche- total,
da igual, pues
el tronco del árbol que cayó ya
más nunca nos servirá de puente es
que ya no hay nada de qué hablar salir
de nuevo del
trabajo a la casa, solo
y sonriente, de
vuelta a mis panderos, ciudadano
a penas de
una música interna. he
borrado las caras de las fotos, ya más nunca nos veremos de frente |
Saúl Ibargoyen
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