Pálido de ti y de ti
desanudados vos y vos de mí
y de tantos todos
entre papeles sordos
y orgánicos restos o resqueches
entre párvulas bestias comiendo
al pie de muelas y colmillos descompuestos
sí y mucho de esto y más
que nadie con sus lenguas inhóspitas
calle y desdice y desfoga sí:
destetado de doncellas con marido
y con tanto alcohol en boca sí:
desfibrado de funciones globales
de llantos malolientes
y programas anémicos:
desafinado en un silencio revolviéndose
entre aires de tango y completa extranjería:
despadrado de sémenes volátiles
y asuntos que son formularios
con fechas y cifras y motivos:
descaminado de zapatos que gastaron
sus autónomas pisadas
sus torpes calcetines:
desenlutado de cintas y corbatas
de sombreros amargos y penúltimos sudores:
desmadrado del polvo telúrico
que trepa por las mesas
donde una copa y un vaso se agrietan
de habitual sed de saliva hablante de vino salobre:
deslindando sí y más sí
frontereando en los adentros
que las pellejas de ninguna piel humana cubren
metiendo el esternón en los negrores
invisibles de ánimas y cosas así:
desalejado de cada distancia dispuesta
a vomitar recibos y almanaques:
al cabo sí bien despeñado
desde destinos desdenes desesperos
descúbrese otra vez a dos amigos unitarios
unitivos uncidores undulares
navegantes derechos compadres
panificados camaradas de harina compartida
entre humos libres y carnes
y fuegos domingueando
entre memorias de una muchacha
que se fue sin aviso con toda su hermosura
entre verdugos posmodernos y blasfemias
y mercaderes informáticos y traiciones
entre libros con sus plumas verbaleras
entre hijos que prolongan cuerpo y sombra:
deshabitado de ti y de ti
desprotegido de vos y vos
como un anciano lagarto que mira
un punto rojo quemándose en el cielo:
casi solo entre casi versos
y posibles palabras
un alguien descosido de sus médulas
describe en sí todo lo mucho
que nos queda de esta vaciedad
duplicándose en la nada. |