Patria perdida |
(en memoria de Ulises Spatakis) |
Fue en los días destruidos de ese abril siempre cercano que el vino quedó muerto derrumbado en el oscuro fondo sin fin de cada vaso. Tú mirabas un rostro como el tuyo cayendo deslizándose ahora quemándose en el aire transitado de las habitaciones y la forma de aquella última mano que se iba como un sonido un acorde veloz hacia Ítaca y su música sombría indescifrable. Tú mirabas las flores funerarias sus colores y aromas usados a favor del olvido y el viento eterno llegado del mar entre el verde sol de los pinares. Tú mirabas el llanto las señales conocidas de todo sufrimiento y recogiste una por una tus lágrimas porque seguramente amigo Leónidas volveremos a hablar de tantas muchas ciegas cosas parecidas a estos días de abril que nos trajo la muerte. |
Saúl Ibargoyen
Patria perdida
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