El viento
Sergio Gutiérrez

El viento se parece a la vida: cambiante, agitado, inquieto, enemigo eterno del reposo y de la muerte. Sin tacto es imposible percibirlo: nos acaricia, nos ulula, pero no hay posibilidad siquiera de abrazarlo, siempre apurado, huye.

Los vagos remolinos de hojas en las calles o la espuma que levantan sus pies, mar adentro, lo delatan al alejarse.

Su codiciada libertad es muy parecida a la de los dioses; es por eso que a los humanos nos gustaría ser poderosos como él: manifestación violenta del aire, transporta a las nubes que llevan nuestros sueños y provoca, en quienes sentimos su vida, deseos irrefrenables de apresarlo, al menos, por la palabra.

"Vientos de tierramar"
Sergio Gutiérrez

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