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Escúcheme mi hijo
escúcheme muy bien,
usted ya está creciendo
se va haciendo un hombre
y caballero al parecer
bueno, la cosa no es tan simple
y con un poco de razón y otro de corazón,
ábrase oídos para obrar su porvenir,
porque es momento de oír y atender
de dar y compartir
para que siempre sepa
que lo quiero entero y sin dobleces
tierno y sin blanduras
firme cuando la vida apura
y suave cuando el viento amaina,
lo quiero cantor
alegrándose con la mañana
los ojos concientes
viendo cuánto levanta el sol
o cuánto nos ama Dios,
lo quiero así, de manos abiertas
pulso extendido y mente despierta
el paso haciendo huella
la voluntad quitando abrojos
y su amistad brindándose sincera,
lo quiero fuerte y decidido
dirigiendo su barco, fijándole un norte,
sin olvidar que tras la tempestad viene la calma
ni que el soñar muestra otros mares
ni que existen el árbol y el ave
que el asfalto quiere ganar,
por eso le digo
nunca patee ni maldiga ni a la tristeza de cabida
que la vista se obnubila
y el camino se cierra,
edúcate en la perseverancia
la fe y la confianza
para que siendo dueño de ti
no claudiques ni bajes la mirada,
fórjate en la caída
para que aprendiendo a andar
no tropieces otra vez
y cuando te sientas cansado
corre y ora, que no te avergüence,
para que fortaleciéndote
renueves músculo y esperanza,
instrúyete en los libros y en los días
para que aquilatándolos
sepas cuánto de verdad
hay en las palabras y en el atardecer
y corrige, sugiere y perdona
porque la paz da paz
y la sonrisa puertas abiertas
pero, cuídese de la petulancia
la ofensa y el poder
que eso avasalla
y lo empuja a la soledad,
recuerda, estar en el barro
no significa embarrarse,
que cada quien carga su hora
y cada cosa su tiempo,
fórmate en la sencillez y el respeto
y sin que esto te reste dignidad
serás más alto que el común
y los demás
porque siendo llano y sereno
sabrás distinguirte y diferenciarte,
que el triunfo no te envanezca
ni el dinero te cambie
porque logros, dones y bienes
tal como llegan se van
si es que no reconoces
que de arriba cae la bendición o el acontecimiento
sacudiendo embarcación y timón
y cuando ames, ama
y cuando sirvas, sirve
y cuando rías, ríe
que eso revelará cuán humano eres
y veras ¡ah!, la gran contradicción
que hay niños que lloran porque no quieren comer
y hay niños que lloran porque no tienen qué comer,
navega sin prisas, despliega tus velas,
orienta tu proa y descubre tu tierra,
explora, pregunta, pregúntate:
¿de dónde nace la arena,
cuál la senda de la nubes
o qué es vivir?,
porque conociendo y midiendo tus fuerzas
sabrás pedir consejo
sabrás mirar lejos
sabrás valorar y comprender,
también, Dios quiere que también,
ser un hombre cabal y completo,
escúcheme mi hijo
ande, démonos un abrazo,
escúcheme muy bien
aunque más que todo, pese todo,
Dios quiere que además
seamos amigos amigos
hasta cuando nos toque partir… |
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