¿Por qué Sócrates era un sabio? |
Es
muy famosa la frase de Sócrates que dice: “Sólo sé que no sé
nada”, esta frase no sólo es una expresión de humildad, sino que
transmite toda una enseñanza de sabiduría. Sócrates
fue una persona que se adelantó a su tiempo (incluso para
nosotros),nacido en el 470 A:C , fue el padre de la
ética y el más
grande de los filósofos, considerado en su tiempo el hombre más sabio
del mundo. Pero...
¿por qué era tan sabio?, a continuación veremos la razón de su sabiduría
y las consecuencias que le trajo. Un
día Cherafón (alumno de Sócrates) preguntó al Oráculo de Delfos si
había en el mundo algún hombre más sabio que Sócrates, éste le
contestó: “Sófocles es sabio, Eurípides aún más sabio que Sófocles, pero Sócrates es el más
sabio de todos los hombres”. Cuando
Sócrates supo esto, quedó confundido, pues el estaba seguro que no era
sabio, sin embargo, un Dios no puede estar mintiendo, entonces esta incógnita
lo llevó a reflexionar y tratar de buscar el sentido y la razón de las
palabras del Dios. Sócrates
visitó a cierto personaje político que se decía sabio, pensó que al
encontrar una persona más sabia que él, iba a desmentir al Oráculo,
platicó con el político y se dio cuenta que no era sabio, creía ser
sabio, pero no lo era en realidad. Entonces
le demostró al político que no era sabio, que sólo se engañaba y de ahí
en adelante éste se volvió su enemigo. Sócrates
reflexionó de la siguiente manera :”El se hace llamar sabio porque cree
que sabe algo. Me parece que soy algo más sabio, por lo menos en que yo
no creo saber lo que no sé”. Después
de éste personaje fue con otros que se decían más sabios que el
anterior, pero se encontró con lo mismo (incluso se entrevistó con
Pericles), gente que se creía sabia y no lo era. Y...al
final de cada visita obtenía un nuevo enemigo. Después
de visitar a todos los “sabios políticos” y no encontrar
verdaderamente a alguno que lo fuera, decidió probar con los poetas. Estos
sí tenían fama de ser sabios. Pensó
que como él no sabía nada de
poesía, los poetas serían más sabios que él, al menos en eso. Tomó
la mejor poesía de cada poeta, y le cuestionó a su autor ¿qué quería
decir en su poema?. Obtuvo
una gran decepción al encontrar que los poetas no tenían idea de lo que
escriben, pues varios lectores podrían dar mejor explicación del texto
que los propios autores. Con
esto, sacó la siguiente conclusión..”.No es la razón lo que dirige al
poeta, sino una inspiración natural, un entusiasmo semejante al que
transporta a los adivinos y a los que predican el porvenir, todos ellos
dicen cosas muy bellas, pero no comprenden nada de lo que dicen”. Después
de examinar a estos artistas de la pluma, hizo lo propio con los oradores
encontrándose con el mismo resultado. Entonces
aunque siguió examinando a toda persona que se hacía llamar sabio, llegó
a la conclusión de que el Oráculo había querido decir que la máxima
sabiduría humana era en realidad una insignificancia, por lo que el
verdadero sentido del Oráculo era que el más sabio de los hombres es aquél
que reconoce su falta de sabiduría. Ahora
recordemos nuevamente la frase que Sócrates usaba cuando se le llamaba
sabio “Sólo sé, que no sé nada”, él era el único que reconocía
su ignorancia, por el contrario aquellos que creían saberlo todo, eran más
ignorantes que él, ya que ni siquiera sabían que no sabían. Este
continuo examen que les hacía a las personas que se creían sabios, le
trajo una enorme lista de enemigos como consecuencia directa.
Estos al darse cuenta de su ignorancia se enojaban con Sócrates,
en lugar de hacerlo con ellos mismos. Al
final, muchos de sus enemigos convinieron en acusar a Sócrates de
desconocer a los dioses del Estado y de corromper a la juventud, esto lo
llevó a enfrentar un juicio que perdió. No por ser culpable , sino por
la influencia de varios de sus acusadores. Fue
sentenciado a beber cicuta
(un tipo de veneno) y murió demostrando una de las virtudes que siempre
le distinguieron “más vale sufrir una injusticia que cometerla”. Desgraciadamente,
en el mundo, muchas personas tratan de obstaculizar a otras que son
mejores que ellos, esto provoca un estancamiento en todos los aspectos,
pues en lugar de apoyar para crecer y así lograr el bien común, un
porcentaje muy grande, incluidos nosotros los “maestros” nos empeñamos
en poner trabas a quienes poseen un talento. En
cierta ocasión dijo Hobbes: “El hombre es un lobo para el hombre” (hommo
hominis lupus). Hasta que no sepamos reconocer nuestras limitaciones y valorar las cualidades de nuestros semejantes, no podremos avanzar como sociedad, ni construir un mundo realmente civilizado. |
Washington Daniel Gorosito Pérez
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