Monólogo
Washington Daniel Gorosito Pérez

El sabor del tiempo

le adormeció los sentidos.

Seguía impertérrita,

vivió una vida preñada de promesas,

siempre por cumplirse.

A veces, se encontró

envuelta en el silencio.

Cuando nada hace ruido,

la única alternativa visible

es cerrar los ojos,

para no descubrir

un espiral de equivocaciones

que será cubierto por el vaho

de las galaxias planetarias.

Y se transforme en un monólogo

interminable,

¿cómo asir lo inasible?

Washington Daniel Gorosito Pérez 

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