Van Jones y el boicot a Glenn Beck
Columna de Amy Goodman

Glenn Beck está enojado. Beck es un conductor radial de derecha que tiene un programa de televisión en el canal Fox News. Los anunciantes de su programa de televisión comenzaron a retirarse en masa luego de que el grupo por los derechos civiles Color of Change realizó una campaña exhortándolos a boicotear a Beck, quien había acusado al Presidente Barack Obama de “racista”. A medida que la camapaña avanzaba, los ataques de Beck contra Van Jones aumentaban. En marzo, Obama designó a Jones como asesor especial en materia de ‘empleos verdes’. Cuatro años atrás, Jones había fundado con otros colegas Color of Change. Finalmente, tras semanas de ataques de Beck, Jones renunció a su cargo en la Casa Blanca el domingo pasado.

El 28 de julio, Beck dijo en el programa matinal de Fox News “Fox & Friends”: “Creo que este presidente se ha mostrado una y otra vez como un tipo que tiene un profundo odio hacia las personas blancas, o la cultura blanca, no sé lo que es. Creo que este tipo es un racista”.

Esto inspiró a colorofchange.org a lanzar su campaña de boicot, exhortando a los anunciantes a que dejaran de auspiciar el programa de Beck en Fox. La campaña tuvo un gran impacto, a punto tal que empresas como Progressive Insurance, Geico y Procter & Gamble retiraron de inmediato su publicidad del programa. Desde entonces, más de 50 empresas se sumaron, entre ellas Best Buy, Capital One, CVS, Discover, GMAC Financial Services, HSBC, Mercedes-Benz, Travelocity y Wal-Mart.

Van Jones fue incluido por la revista Time en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo en 2009. Su libro “The Green Collar Economy” (La economía de cuello verde), fue un éxito de ventas en todo el país. Jones es egresado de la Facultad de Derecho de Yale, pero en vez de ir tras los lucrativos trabajos que tenía a su disposición, se mudó a San Francisco, donde fundó la organización Bay Area Police Watch (Observatorio Policial de la Bahía del Golfo de México), una línea de ayuda telefónica para víctimas de brutalidad policial. Luego fundó el Centro Ella Baker para los Derechos Humanos, con sede en Oakland, California, “un centro de estrategia y acción que trabaja por la justicia, la oportunidad y la paz en las zonas urbanas de Estados Unidos”. El centro prosperó, pasó a tener más de 20 empleados y creó un fuerte antecedente de lucha contra la violencia policial y el encarcelamiento juvenil, junto con iniciativas pioneras de empleos verdes. La fusión entre justicia racial y económica y sustentabilidad ambiental es la base del trabajo de Jones.

Jones estuvo en Democracy Now en octubre: “La revolución de la energía limpia que pondría a trabajar literalmente a millones de personas, colocando paneles solares en todo Estados Unidos, acondicionando edificios para que no se filtre tanta energía y emitan tanto carbono, construyendo parques eólicos, fabricando turbinas de vientos. Nosotros decimos que se podría generar más empleo en Detroit, no mediante la fabricación de vehículos utilitarios que destruyen el mundo, sino mediante la fabricación de turbinas de viento, que contribuyen a salvar el mundo. Creemos que es posible combatir la contaminación y la pobreza al mismo tiempo”.

Beck afirmó que Jones era un ex nacionalista negro y comunista, que firmó una solicitud para pedir una investigación del Congreso sobre los sucesos del 11 de septiembre y que se refirió a los republicanos como “imbéciles” en una conversación en febrero de 2009 (Beck no advirtió que, en la conversación, Jones se refirió a sí mismo utilizando el mismo término). Jones pidió disculpas por el comentario, lo que es más de lo que hizo George W. Bush cuando en una grabación se refirió al periodista del New York Times, Adam Clymer, con el mismo término en el año 2000.

Jones dijo que los ataques de Beck constituían una “despiadada campaña de difamación, que utiliza mentiras y tergiversaciones para distraer y dividir”. Ben Jealous, Presidente y Director Ejecutivo de la NAACP dijo en Democracy Now: «Van tomó una decisión difícil. Y hablé con él durante varios días – jueves, viernes, sábado, domingo, ayer. Tomó una decisión difícil porque él cree que la Casa Blanca realmente puede hacer algo, y vio que Fox tenía intenciones de asegurarse de que él fuera una distracción».

En respuesta al ataque de Beck contra Van Jones, la NAACP, escribió: “Lo único más descabellado que el ataque del Sr. Beck contra Van Jones es el hecho de que haya auspiciantes que continúen pagándole para que haga este tipo de comentarios ofensivos”. Cuando le pregunté a Jealous si la NAACP apoya que compañías como Wall Mart continúen con su boicot al programa de Beck, Jealous respondió "Ciertamente apoyamos que elijan a quién apoyar con su dinero. Quiero decir, Glenn Beck es alguien que le dijo a una niña de siete años de edad, a una niña negra de siete años, que le compraría un pasaje para que regrese a África, que necesitaba regresar a África. Y luego sale a decir que la asistencia de salud es el inicio de las reparaciones. Quiero decir, este tipo juega la carta racial todas las semanas. Lo hace en forma muy agresiva, con mucho odio».

Puede ser que Glenn Beck haya obtenido un logro, pero también ayudó a enviar a Van Jones de nuevo al terreno donde puede ser mucho más efectivo: como organizador de base, trabajando por el cambio progresista desde fuera del gobierno. Y mientras haya grupos como la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color, que le prestan cada vez más atención a Beck, es improbable que el boicot publicitario a su programa desaparezca.

Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

© 2009 Amy Goodman

Texto en inglés traducido por Álvaro Queiruga y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la presentadora de “Democracy Now!”, un noticiero internacional diario de una hora que se emite en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en 200 emisoras en español. Es coautora del libro “Standing Up to the Madness: Ordinary Heroes in Extraordinary Times,” recientemente publicado en edición de bolsillo.

Por Amy Goodman
de Democracy Now!
Publicado el 9 de setiembre de 2009

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