El
cambio está muy cerca. Salvo que se repita el prolongado recuento de
votos del año 2000 en Florida, pronto habrá un vencedor en las
elecciones presidenciales de Estados Unidos.
En
tiempos de crisis económica, el cambio es algo
que uno guarda en el bolsillo y que quiere conservar.
Las campañas electorales, sin embargo, no funcionan con monedas de pocos
centavos. Sus arcas, especialmente la de los demócratas, se están
llenando de más y más fajos de dinero, lo que asegura que los políticos
quedarán en deuda con los intereses especiales y los donantes adinerados.
No esperen que las cadenas de televisión planteen grandes discusiones
sobre esto, porque precisamente son las cadenas televisivas las que más
se benefician de esta coyuntura.
Barack Obama batió un nuevo récord de
recaudación de fondos durante el mes de septiembre, según lo indicó su
campaña recientemente, que ha superado todas las predicciones, alcanzando
los 150 millones de dólares. Dado que Obama decidió no acogerse al
sistema público de financiación de campañas, puede gastar libremente
todo lo que sus arcas le permitan hasta el día de las elecciones. John
McCain aceptó la financiación pública y eso significó para su campaña
la imposición de un máximo de 84,1 millones de dólares de dinero público
para gastar en las elecciones generales. La campaña de Obama ha
gastado en publicidad cuatro veces más que la de McCain.
La campaña de Obama ha “inundado la zona” con publicidad. Tiene un
canal llamado “Obama Channel” que emite ininterrumpidamente durante
las 24 horas en Dish Network. Anuncios de Obama aparecen en videojuegos
como “Guitar Hero”. La campaña compró media hora de tiempo de aire
de máxima audiencia en NBC, CBS y Fox para que Obama se dirija a la nación
seis días antes de la elección. Fox cambió el horario de inicio de las
Series Mundiales para acomodarse al espacio de publicidad vendido a la
campaña de Obama.
La campaña de Obama se atribuye haber recibido
una cantidad sin precedentes de donaciones pequeñas de parte de sus históricos
3,1 millones de donantes. El director de la campaña, David Plouffe,
afirma que la donación media de la campaña es de menos de 100 dólares.
Un análisis realizado por el Washington Post de los datos de la Comisión
Federal Electoral (FEC, por sus siglas en inglés) demuestra, sin
embargo, que solamente la cuarta parte de esa gran cantidad de donantes
entra en la categoría de “pequeños” donantes (menos de 200 dólares),
lo que supone un porcentaje menor que el conseguido por George Bush en su
campaña de 2004.
Según el Center for Responsive Politics, un grupo sin fines de lucro que
realiza un seguimiento de las contribuciones económicas aportadas a las
campañas, los fondos recaudados por las campañas presidenciales se han
incrementado enormemente. La campaña electoral de 1976, la primera que
incluyó la financiación pública, registró una recaudación total de
171 millones de dólares (alrededor de 570 millones de dólares, ajustando
la cifra de acuerdo a la inflación). La campaña actual ya alcanzó casi
los 1.600 millones de dólares, y el Center for Responsive Politics prevé
que el total alcance los 2.400 millones de dólares. A pesar de que
supuestamente las donaciones a los candidatos no pueden ser mayores de
2.300 dólares por persona para las elecciones generales (se permite otros
2.300 dólares para las elecciones primarias por cada candidato), existen
enormes vacíos legales. Los más dignos de mención son los “comités
conjuntos de recaudación de fondos”, en los que el candidato a la
presidencia se asocia con su partido para formar una organización de
recaudación de fondos. El formado por McCain y el Comité Nacional
Republicano se llama McCain Victory 2008 (Victoria de Mcain 2008) y puede
recibir donaciones de hasta 70.000 dólares, que después son distribuidas
entre la campaña presidencial, el partido a nivel nacional y los comités
partidarios de los estados clave. Obama y el Comité Nacional Demócrata
crearon el Obama Victory Fund (Fondo para la Victoria de Obama), al que
los donantes le podían aportar hasta 28.500 dólares. Según informó
recientemente el Washington Post, los demócratas encontraron esa suma
demasiado restrictiva, así que crearon el Committee for Change (Comité
para el Cambio), que permite a los donantes aportar hasta 65.000 dólares.
¡Qué gran cantidad de cambio!
Bill Buzenberg, Director Ejecutivo del Center for Public Integrity, me
dijo: “Lo que está mal de todo esto es que, luego de las elecciones, la
gente que ha aportado grandes cantidades de dinero va a acudir a la
persona que resulte elegida, y querrá tener acceso e influencia sobre él.”La
carrera por la presidencia de 2.000 millones de dólares también
garantiza grandes ganancias para los medios de comunicación, las cadenas
de televisión nacionales y los canales de televisión locales. Cientos de
emisoras de televisión están haciendo uso de las ondas radioeléctricas,
que son de todos, y colocándose a sí mismas entre los candidatos y el público.
El
acceso al espacio radioeléctrico público debería ser gratuito para los
candidatos políticos. Buzenberg continuó: “A todas las emisoras
locales de televisión a las que voy les pregunto, ‘¿Qué tal les va en
los años de elecciones?’ Me responden, ‘Compramos cámaras nuevas,
equipos nuevos’. Supone un beneficio enorme para ellos. Los medios
comerciales están ganando este año como nunca, y jamás
los vas a escuchar cuestionando al sistema que permite que tanto dinero
vaya a parar a ellos”.
¿Ha muerto la financiación pública de las campañas? Hace un año, el
senador Obama dijo: “Siempre fui un defensor de la financiación pública
de las campañas, en combinación con tiempo gratuito de aire en televisión
y radio para los candidatos, como una forma de reducir la influencia de
los poderosos grupos de intereses especiales”. Gane quien gane las
elecciones, el próximo presidente entrará a la Casa Blanca con una larga
lista de donantes a los que agradecer.
Denis
Moynihan colaboró en la investigación para esta
columna.
Amy
Goodman es presentadora de “Democracy Now!” un informativo
diario internacional de TV y radio de una hora que se emite en más de 550
emisoras en inglés y 200 emisoras en español. Ha sido galardonada con el
Premio “Right Livelihood 2008”, también llamado el “Nobel
alternativo”, y recibirá el premio en el parlamento sueco en diciembre.
©
2008 Amy Goodman
Texto
en Inglés. Traducido por: Ángel
Domínguez y Democracy
Now! en español, spanish@democracynow.org |