El presidente Obama puede redimir a la Casa Blanca |
Alice
Walker es la primera mujer afroestadounidense que ganó el Premio Pulitzer
por una obra de ficción. Pero el lunes la llamé para hablar sobre una
historia verdadera. La familia Obama acababa de visitar la Casa Blanca. El
primer afroestadounidense elegido para ser presidente de Estados Unidos
había visitado la que pronto será su nueva residencia, una casa
construida por esclavos. Walker
me dijo: "Incluso cuando la estaban construyendo, ya sabes,
encadenados o embargados por la desesperación y la tristeza, la estaban
construyendo para él. Nuestros ancestros tenían una perspectiva de la
vida a muy largo plazo y veían lo que algún día llegaría." La
autora de "El Color Púrpura," que escribe sobre esclavitud y
redención, continuó: "Esta es una gran victoria del espíritu y
significa una gran victoria, en especial, para la gente que ha tenido que
vivir fundamentalmente de su fe." Varias
décadas atrás, Alice Walker violó las leyes de Mississippi contra el
mestizaje cuando se casó con un hombre blanco. Walker es descendiente de
esclavos. Aunque
Barack Obama no es descendiente de esclavos – es hijo de un keniata y de
una mujer blanca de Kansas –, su esposa, Michelle, sí lo es, y también
lo son, entonces, sus hijas, Sasha y Malia. Los antepasados de Michelle
Obama provienen de Carolina del Sur; su abuelo fue parte de la gran
migración que se dirigió hacia el norte, a Chicago. Melissa
Harris-Lacewell, Profesora Adjunta de Política y Estudios
Afroestadounidenses de la Universidad de Princeton, reflexionó sobre la
próxima mudanza de la familia Obama: "Hay dos niñas
afroestadounidenses, dos pequeñas niñas, que van a crecer teniendo como
domicilio la Avenida Pennsylvania 1600. Esto supone un increíble cambio
para nuestro país. No implica el fin de la desigualdad racial. No
significa que el mundo haya mejorado para la mayoría de las niñas de
color que crecen en hogares del South Side de Chicago o en Harlem, o para
los niños y niñas de origen latino. Pero sí quiere decir que algo es
posible en este país." La
construcción de la Casa Blanca comenzó en 1792. Fue construida con
arenisca extraída de las canteras de Aquia, Virginia por esclavos, después
transportada a través del río Potomac y colocada en
su lugar también por esclavos. La Asociación Histórica de la Casa
Blanca enumera a varios de los esclavos que formaron parte de aquella histórica
cuadrilla de construcción: "Tom, Peter, Ben, Harry y Daniel, tres de
los cuales eran esclavos propiedad del arquitecto que diseñó la Casa
Blanca, James Hoban." Canteros o madereros "que aparecen en las
listas de empleados del gobierno, tales como 'Jerry', 'Jess', 'Charles',
'Len', 'Dick', 'Bill' y 'Jim' sin duda fueron esclavos subarrendados a sus
amos." Randall Robinson, en su libro "The Debt" (La Deuda),
escribió acerca del trabajo de los esclavos en la construcción del
Capitolio de Estados Unidos: "Las desgastadas y picadas piedras sobre
las que se paran los turistas indudablemente fueron colocadas en ese lugar
por esclavos, a quienes se reservaba las tareas más duras. Cocían y
apilaban los ladrillos. Mezclaban el cemento. Serruchaban las largas vigas
de madera en fosas endiabladamente peligrosas en las
que un esclavo se colocaba fuera de la fosa y otro adentro, y éste, con
frecuencia, era casi enterrado vivo por el aserrín." Si
miramos hacia adelante, Barack Obama puede hacer historia de otra forma.
Las órdenes ejecutivas que emita determinarán el tono de su presidencia
y podrían marcar el comienzo de una nueva era. Los grupos defensores de
los derechos humanos están pidiendo el cierre del campo de prisioneros de
la Bahía de Guantánamo y de las "prisiones secretas" de la
CIA, lugares en los que la tortura se practica como algo habitual. Esto
nos lleva de nuevo a la esclavitud. Cuando el famoso abolicionista
Frederick Douglass era joven, fue esclavizado en una plantación de la
costa Este de Maryland llamada Mount Misery, propiedad de Edward Covey, un
famoso "domador de esclavos." Allí, las torturas físicas y
psicológicas eran algo corriente. En la actualidad, el dueño de esa
propiedad es Donald Rumsfeld, el ex Secretario de
Defensa que fue uno de los principales artífices del programa de torturas
y detenciones del ejército estadounidense. Con un gesto de su pluma, el día de la toma de posesión de la presidencia, el presidente Obama podría prohibir la tortura. Sería un modo de rendir homenaje a aquellos esclavos que construyeron su nuevo hogar, la Casa Blanca, a aquellos esclavos que construyeron el edificio del Capitolio de Estados Unidos, a aquellos que fueron torturados en Mount Misery. |
Denis Moynihan colaboró en la investigación periodística para la producción de esta columna. |
Por
Amy Goodman
presentadora de Democracy Now!
Publicado el 12 de Noviembre de 2008
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