El soldado Bradley Manning, que está acusado de filtrar información
clasificada del gobierno de Estados Unidos, cumplió 24 años el sábado. Pasó
el día de su cumpleaños en una audiencia previa al juicio que se llevará
adelante en un tribunal militar y que podría condenarlo a cadena perpetua o
incluso a pena de muerte. A Manning se lo acusa de haber realizado la mayor
filtración de secretos del gobierno en la historia de Estados Unidos.
Volveremos a Manning más adelante. Antes, recordemos la filtración de la que
se lo acusa. En abril de 2010, el sitio web de denuncia WikiLeaks, que
publica información filtrada por informantes, publicó un video llamado
“Asesinato colateral”. Era un video secreto de las Fuerzas Armadas de
Estados Unidos de julio de 2007 registrado desde un helicóptero Apache que
sobrevolaba Bagdad. El video muestra a un grupo de hombres caminando y a
continuación cómo son asesinados uno tras otro por una lluvia de disparos de
metralleta realizados desde el helicóptero. La comunicación entre los
soldados a través de los equipos de radio narran la masacre, pasando de un
lenguaje frío y metódico a un lenguaje cruel y entusiasta. Dos de las
personas que fueron asesinadas eran empleados de la agencia de noticias
Reuters: el reportero gráfico Namir Noor-Eldeen y Saeed Chmagh, su chofer.
El famoso informante Daniel Ellsberg, que filtró los llamados “Documentos
del Pentágono” que ayudaron a poner fin a la guerra de Vietnam y es un
veterano de la armada que entrenó a soldados en las leyes de la guerra, me
explicó: “En las fotografías filtardas se ve que disparan desde el
helicóptero a civiles desarmados que claramente están heridos (...). No
tengo dudas de que este incidente constituye homicidio. Es un crimen de
guerra. No todas las matanzas que se producen en una guerra constituyen
homicidio, pero en muchos casos sí lo son. Y este es uno de ellos.”
Meses más tarde WikiLeaks publicó los Diarios de la Guerra de Afganistán,
que contenían decenas de miles de informes militares redactados desde el
frente de batalla. A continuación siguió la publicación de los Diarios de la
Guerra de Irak, que contenían alrededor de 400.000 registros militares de la
guerra de Estados Unidos en Irak. Luego siguió Cablegate, la publicación
—junto con importantes medios gráficos, como el New York Times y The
Guardian de Inglaterra— de una sucesión de cables secretos del Departamento
de Estado de Estados Unidos, que incluye más de 250.000 cables que van de
1966 hasta 2010. El contenido de los cables resultó ser altamente
comprometedor para el gobierno de Estados Unidos y causó conmoción en muchas
partes del mundo.
Algunos de los cables diplomáticos publicados, que detallaban el apoyo de
Estados Unidos al corrupto régimen tunecino, contribuyeron al levantamiento
en ese país. Luego de que la revista Time designara al “manifestante”, en
términos genéricos, como Personaje del Año, Ellsberg dijo que Manning
debería ser la cara visible de ese manifestante, debido a que la filtración
de la que se lo acusa "contribuyó al levantamiento en Túnez, a la ocupación
en la Plaza de Túnez, que fue bautizada por otro rostro que podría ser la
personificación del manifestante: la de Mohamed Bouazizi, quien, tras las
revelaciones de WikiLeaks sobre la corrupción en Túnez, se quemó vivo hace
un año en signo de protesta, lo que desencadenó las protestas no violentas
que derrocaron a Ben Ali. Esto, a su vez,desencadenó el levantamiento en
Egipto...que inmediatamente alentó al movimiento Occupy Wall Street y a
todas las otras manifestaciones en Medio Oriente y el resto del mundo. La
tapa de la revista Time nombra al manifestante, a un manifestante anónimo
'Personaje del Año', pero es posible poner un rostro y un nombre a esa foto
del 'Personaje del Año'."
Otro cable recientemente publicado como parte de Cablegate expone los
detalles de una presunta masacre perpetrada en 2006 por soldados
estadounidenses en la localidad iraquí de Ishaqi, al norte de Bagdad. Once
personas fueron asesinadas. El cable detalla relatos de testigos que afirman
que las personas, entre ellos cinco niños y cuatro mujeres, fueron primero
esposadas y luego ejecutadas con disparos en la cabeza. A continuación, las
fuerzas armadas estadounidenses bombardearon su casa, presuntamente para
encubrir el incidente. Este tipo de ataques determinaron que el gobierno
iraquí decidiera que ya no otorgaría inmunidad a los soldados
estadounidenses en Irak. El Presidente Barack Obama respondió mediante el
anuncio de que retiraría a los soldados de Irak. Si Manning, un Ellsberg de
nuestros tiempos, es en efecto culpable de lo que lo acusa el Pentágono,
contribuyó a poner fin a la guerra de Irak.
Volvamos a centrar nuestra atención en la sala de audiencias de Fort Meade,
Maryland. Los abogados defensores pintaron el panorama de una base de
operaciones caótica, con muy poca o ninguna supervisión y sin ningún tipo de
control sobre el acceso de los soldados a información confidencial, y
describieron a Manning como un joven uniformado en conflicto con su
identidad sexual en la época de la política “no preguntar, no decir”.
Manning tuvo ataques de ira en varias ocasiones, arrojó muebles y una vez le
dio un puñetazo en la cara a un superior, sin recibir ningún tipo de castigo
por eso. Sus compañeros de la base afirmaron que no debería haber sido
enviado a una zona de guerra. Sin embargo, se quedó en una hasta que fue
arrestado hace 18 meses.
Tras su arresto, Bradley Manning permaneció en aislamiento absoluto durante
la mayor parte de su detención en Quantico, Virginia, en condiciones tan
duras que el relator especial de las Naciones Unidas sobre la tortura está
investigando su situación. Muchos creen que el gobierno de Estados Unidos
está intentando que Manning se quiebre para utilizarlo en el caso de
espionaje contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange. También es una
forma de enviar un mensaje intimidante a cualquier potencial informante: “Te
destruiremos”.
De momento se informa que Manning está expectante y que podría afrontar la
pena de muerte por “ayudar al enemigo”. La fiscalía citó palabras textuales
que Manning supuestamente habría escrito a Assange como prueba de su
culpabilidad. En el correo electrónico, Manning describe a la filtración
como “uno de los documentos más importantes de nuestro tiempo, que disipó
las dudas acerca de la guerra y reveló la verdadera naturaleza de la guerra
desigual del siglo 21”. La historia sin duda utilizará las mismas palabras
como prueba irrefutable de la valentía de Bradley Manning. |