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El
canalla y la traición |
Colgando de los palios esfumados que cunden la pobreza de los ramos de los ramos que adornan los hilados en el ruedo sencillo de los hados pródigos en que nos encontramos Estaba sola su belleza esclava hartada de frialdad entre los huertos dentre los huertos de su sangre mustia la recogí con ponderable angustia y la aparté de sus amores muertos Resplandeció su busto aliento bueno mostró su muda sensación sombría sombría en la mansión de sus enfermos donde el dolor del vicio en sus fraternos abrazos su vida consumía Meditabundo por el viejo barrio recorría mis sueños del pasado del pasado presente que vivía la verbena de un mundo en agonía de la rosa infecunda enamorado La calle sola y gris que nos miraba desde su lánguida imponente arteria arteria de los ínclitos labriegos donde recogen sus amores ciegos que es fruto de sus siembras de miserias La maraña lasciva insospechada perfumada y augusta de rubor de rubor empapado de lujuria exhibiendo su astucia con tal furia me atrapaba en su cráter de dolor Me suplicó que no le abandonara porque ella estaba sola en su misión en su misión de sorprender placeres con su cuerpo y los bajos procederes que enseñara el canalla a la traición Lastimera mi alma en tal contienda le habló a mi corazón del sentimiento del sentimiento leal al pensamiento que alumbró sin agobio aquel momento alzándose en repudio al sufrimiento Sí dijeron todos, mi alma y su razón la calle el viento las estrellas la noche la noche aquella en que la farsa empieza de la serpiente musical su pieza que irradia con su cuerpo en vil derroche Do descansan reptílicas pasiones de abominables seres inhumanos que teniendo el amor entre las manos lo amasan y destruyen sin razones sin razones que jueguen con su talla pues aunque seres son imaginados seres serán de lástima impregnados cuando ser pueda ser un vil canalla Canalla que empuñó la tradición de la amistad falseada y tan pequeña que desde la solapa repugnante echaba leña que ardió con la ignorancia en la traición la traición que esperaba aquel momento bailoteaba de gozo en su interior cual un monstruo grotesco y triunfador robábase a si mismo el sentimiento El sentimiento que dejó olvidada cuando tramó con el canalla impía la destrucción y muerte de aquel día en que el amor su monumento alzaba Alzaba con la sangre y la conciencia que centró con ternura los reflejos para traer al mundo de los viejos dos esperanzas llenas de inocencia De inocencia que hoy nutren sus mañanas con la sádica burla ensangrentada de las mentes cobardes y apretadas por sórdidas pasiones inhumanas Dejenmé mantener esta paciencia que se rehúsa continuar conmigo pues no soy yo quién les dará el castigo sino la universal y santa providencia
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poema de Américo Gaudin del libro "A la luz del alba"
Texto ingresado el 3 de enero de 2014 en Letras-Uruguay
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