Editorial
20 de Setiembre 
"Día de la Libertad de Expresión del Pensamiento"
Asociación Cultural Garibaldina de Montevideo

Estamos viviendo tiempos difíciles respecto al libre desplazamiento de las personas en el plano mundial.

Los garibaldinos, que pensamos con Garibaldi en el pueblo del mundo, que tiene los mismos derechos y merece el mismo respeto en cualquier país de la Tierra, provenga de donde provenga, cualesquiera sean sus costumbres, sus tradiciones, su historia, su raza, su religión, vemos con gran preocupación la tendencia cada día más acentuada entre los países económicamente más desarrollados, a seguir una política xenófoba, elitista, aristocrática, que llega a aplicarse hasta con los descendientes de sus nacionales que emigraron en forma masiva en épocas en que esos países tuvieron dificultades económicas que su clase dirigente no supo o no

quiso resolver, más que abriendo la válvula de escape de la emigración.

Los países americanos de Norte y Sudamérica fueron receptores de esa inmigración proveniente de Europa y se beneficiaron grandemente con ella.

Lo que sus gobiernos no pudieron o no quisieron ofrecerle -oportunidades de trabajo y de desarrollar libremente sus mentes- la emigración lo encontró en estas tierras generosas y abiertas,humanistas, que recibieron a esta gente con los brazos desplegados, ofreciendo el abrazo fraterno y solidario que daba una nueva y

aprovechada oportunidad a quienes habían ya perdido sus esperanzas, sin dejar de amar por eso a su tierra y a su pueblo de origen.

Un país como el Uruguay,que casi no tiene población indígena porque fue aniquilada por los hermanos Rivera cediendo a las presiones de los terratenientes improductivos del siglo XIX,que echaron por tierra la política artiguista de inserción de los indígenas en la vida nacional con plenos derechos y obligaciones, tiene una

población que en casi un 50% cada una, es de origen español e italiano.

Uruguay tiene firmado con España un convenio, que data de 1870 y que no fue nunca denunciado por ninguna de las partes, que ahora, aduciendo el cumplimiento de leyes de la Comunidad Europea que, en todo caso, son posteriores, España desconoce poniéndose al margen del Derecho Internacional.

Quienes le reclaman a ese país el cumplimiento de sus obligaciones en nombre del Uruguay, es decir, el Presidente de la República y el Ministro de Relaciones Exteriores, son de origen español, descendientes de emigrantes españoles quienes, además de sus altos cargos políticos que son, naturalmente, circunstanciales, son dos eminentes universitarios. En el caso del Presidente Vázquez, un oncólogo con amplio reconocimiento internacional; en el caso del Canciller, un distinguido jurista.

Seguramente que ninguno de los dos hubiera hecho una carrera similar, si sus antepasados hubieran permanecido en España.

Desde el 24 de mayo de 2004,una iniciativa de la Asociación Cultural Garibaldina de Montevideo es ley nacional en Uruguay -la Nº 17778- por la cual se declara el 20 de Setiembre de cada año "Día de la Libertad de Expresión del Pensamiento", entendiéndose la de expresión del pensamiento no sólo en lo relativo a la libertad de comunicación, de reunión, de prensa, de palabra y tantas otras más, sino que también incluye la libertad de movilidad de las personas, quienes tienen derecho a trasladarse y a vivir donde deseen, dentro de su propio país y en el mundo.

Esta ley civilizada y civilizadora encuentra su triste correspondencia por parte de los países que se autoconsideran avanzados: los Estados Unidos de Norte América y Europa, construyendo muros físicos y legales, para evitar el libre desplazamiento de las personas.

Quienes, con razón, denigraron el muro de Berlín, hoy construyen sus propios muros inhumanos y pretenden que se les comprenda y se les justifique.

Nosotros continuamos los pasos de Garibaldi. Nos sentimos fraternos y solidarios con quienes buscan en el mundo, trabajando con fuerza e inteligencia, un mejor destino.

Este año nuestra Asociación, conjuntamente con la Universidad de la República, celebra los 100 años del nacimiento de la doctora y profesora Luce Fabbri, quien integró desde sus principios la Asociación Garibaldina y luchó toda su vida por la libertad y los derechos humanos.

Tomamos el ejemplo de quienes nos precedieron en esa lucha y hacemos lo posible por trasmitir esos principios, que nos son sagrados, a las nuevas generaciones.

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