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El sol, “Ra” despierta la mañana... su luz dorada busca los pies de Harmaquis como si fuera la cobra de su frente Mertsager, contemplo extasiada arenas que danzan sinfonías calladas, ondas sinuosas cubriendo los rastros, de otro amanecer.
Allí, de pie... frente a lo imponente, se transforma la opresión de mi pecho en lágrimas saladas, que lentamente por fin puedo soltar y levanto mis ojos y los siento insolentes, casi profanando, al experimentar la gloria de poderlas mirar.
Erguida, desafiando la historia, al palpar sus formas, captando energías sagradas ,recorriendo mis dedos piedras milenarias, que me va mostrando su enorme poder, contemplo extasiada la grandeza del cosmos , representado por esas Pirámides que me hacen estremecer.
Allí, de pie...supe que la creación sucedió al juntarse el cielo y la tierra en este majestuoso lugar. Y supe...que en este instante mi tiempo se podía detener y podía sumarme a su silencio y podía ser parte de su misterio... misterio al que siempre creí pertenecer.
Pero hoy, no encuentro respuestas, la esfinge y las grandes tumbas allí permanecen selladas. Por eso...abro mis ojos, aquieto mi mente... sé que debo esperar.
Habrá un momento... otro momento, para recorrer el camino que me lleven a Gizeh .Y entonces me encontrare extasiada frente a las pirámides, en un viaje real por qué este... lo soñé.
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