Benavídes y Schinca

El largo camino de la poesía
crónica de Hugo García Robles

En el inventario de la poesía uruguaya de los últimos treinta años o más, el nombre de Washington Benavídes está presente por una sostenida calidad y una constancia en la línea creadora poco habituales. Con su nuevo libro, “Lección de exorcista”, prolonga el ámbito que iniciara con algunos títulos previos, en particular “TíaCloniche”, publicado hace dos años.

Anotar esta observación no responde solamente a la mirada atenta de un crítico posible, sino que el propio autor la incluye en la nota introductoria donde entrega al lector, sino todas, un buen manojo de pistas y datos sobre los poemas que comprende el volumen. Allí, forma y contenido, núcleos temáticos y fuentes de las citas que, como un “collage” pictórico, intervienen en su poesía, son señalados y exhibidos con una intención didáctica capaz de ayudar en la comprensión a quien lea.

En absoluto se trata de poemas que pongan obstáculos a la comunicación fluida con el lector. Una ley que ha respetado siempre la poesía de Benavídes es su vinculación franca con la realidad. Un realismo que alcanza hasta el universo cotidiano y que describe sus detalles con un respeto aparentemente llano y obvio.

Por esta vía —que “Lección de exorcista” no abandona— Benavídes cuenta cómo son las más remotas formas de la literatura china, cita a Li Po, a Tu Fu, entreteje paisajes de la narrativa de Dostoyevski con esquinas montevideanas, parodia el principio lógico de la “razón suficiente”. De esta contraposición y su trama, el lector debe extraer la médula de un contenido que, a pesar de la transparencia con que lo enuncia o sugiere el propio poema, navega en las aguas de la intertextualidad. Como la música está entre las notas, la poesía está entre las palabras, y a ese mecanismo de comunicación mediato se entrega con sutilezas el arte de Benavídes.

Los veintitantos poemas ofrecen una pareja calidad. El tono general habla de reflexión otoñal, sabiduría melancólica porque la verdad —ya lo dijo Quevedo— es amarga y hay que echarla fuera de la boca. Benavídes refleja una cultura poética, es decir, el conocimiento de los predecesores y coetáneos que, compañeros de oficio, participan de una tarea común a la especie. Más allá de toda pretensión filosófica o antropológica, el poeta sabe que integra una cadena y teoriza sobre esta verdadera carrera de postas en el hermoso poema “Definición del fragmento". La poesía pasa por cada poeta pero no comienza ni termina en ninguno.

Esta visión de eternidad no es ajena a la abundante connotación de Oriente (poetas chinos, árabes, griegos) que “Lección de exorcista” contiene. Sin embargo, el libro respira un inconfundible aire del terruño natal. Contra el riesgo de un cosmopolitismo cultural mal entendido, el hombre que dicta estos textos sabe a qué lugar pertenece en la dispersa geografía.

“Lección de exorcista” de Washington Benavídes, Ediciones de la Banda Oriental, 51 págs., Montevideo, 1991.

Una antología total

El nombre de Milton Schinca nació a la vida literaria con la publicación, en 1961, de un libro de poemas. Desde aquel título (“De la aventura”) han transcurrido más de tres décadas y en ese lapso se afirmó su personalidad poética mientras que, al mismo tiempo, desarrollaba su actividad en otras áreas (teatro, narrativa, radio, crónica histórica), ejercicio que lo ha convertido en una figura importante de la cultura nacional.

Parecería justo reconocer, en ese sesgo polifacético, que la arista principal pasa por la poesía. Coincidentemente, el autor ha preparado una antología de su obra poética que, bajo el título de “Viaje hacia Eis”, selecciona y reordena lo publicado en las tres décadas de su vida.

La estructura que adopta la antología es inteligente y responde a un criterio que señala al lector un camino.

Mientras la primera parte (Encierros, Vislumbres) muestra al poeta comprometido con la circunstancia histórica y personal inmediata, la segunda se afirma en el centro más propiamente subjetivo e intemporal, lindando con la reflexión filosófica transparente en su último "Libro de Eis” (Ascensión y arribo).

La voz de Schinca ha sido, desde el comienzo, muy personal. Quizá se puede detectar en ella la frecuentación de los clásicos españoles y de otros no tan distantes en el tiempo: Jorge Guillén, Vicente Aleixandre. La riqueza verbal y cierta racionalidad en la metáfora permitirían hablar de una herencia conceptualista o neogongorina recibida, posiblemente, a través de Miguel Hernández y, por supuesto, del propio maestro cordobés. Pero Schinca ha sabido resolver estas filiaciones inevitables en todo creador, de una manera propia. Siempre ha traducido a un lenguaje “de aquí y de ahora", ciertas líneas de preocupación hasta que han aflorado, reiteradas, en libros definitivos.

Es posible detectar algunas de estas vértebras: en primer lugar una preocupación ética que implica al poeta en la vida del prójimo. “Cercanos habitantes” concierne a esta esfera. Esta inserción del “otro”, en profundidad, es la raíz de su poesía más propiamente política que, por otra parte, atada a las vicisitudes del tiempo histórico la antología recorta de manera com-partible, sin ignorarla como referencia en su obra.

Por otra parte, en la formulación de su poesía Schinca ha logrado domesticar el carácter coloquial, sometiéndolo a una función creativa importante, rica y expresiva. Presente esta tendencia desde el inicio de su obra, es en “Poemas sex” donde culmina, redondeada, permitiendo que se pueda hablar de un verdadero hallazgo: la de un habla poética que, paródica de los giros convencionales, genera un lenguaje a partir de los lenguajes existentes.

“Viaje hacia Eis”, de Milton Schinca. Ediciones de la Banda Oriental, 220 págs., Montevideo, 1991.

 

crónica de Hugo García Robles

 

Publicado, originalmente, en: Hugo García Robles en Búsqueda Montevideo, Jueves 21 de mayo de 1992

Link del texto: https://anaforas.fic.edu.uy/jspui/handle/123456789/63210 

Gentileza de Biblioteca digital de autores uruguayos de Seminario Fundamentos Lingüísticos de la Comunicación

Facultad de Información y Comunicación (Universidad de la República)

 

Ver, además:

 

                       Washington Benavídes en Letras Uruguay   

 

                                                                    Milton Schinca en Letras Uruguay

 

                                                                                           Hugo García Robles en Letras Uruguay

 

Editor de Letras Uruguay: Carlos Echinope Arce   

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