Las banderas

cuento de Eduardo Galeano

Marcha Montevideo Año XXXIII Nº 1564  8 octubre de 1971 pdf

Hubieras podido quedarte lejos y a salvo. Pero volviste. Entraste sin bigotes, con el pelo teñido y cortado al rape y lentes de utilería y un nombre cualquiera. Habían pasado dos años largos. Pudiste caminar por las calles de la ciudad, aunque fuera poco y con cuidado, y el corazón te daba trompadas contra el pecho y la ciudad te reconocía en secreto y te aceptaba. Y me dijiste, con voz de toro, mientras mordías una manzana: "Tenía que volver. Uno no puede quedarse sentado en su propia seguridad como si fuera un gran culo.” Estabas muy nervioso y te proponías reírte y lo conseguías.

Poco después vino el verano, me enviaste un mensaje, nos encontramos a beber cerveza helada en un café. Hablaste frente a un ejército de botellas vacías. Habías podido moverte apenas, pero te había bastado: habías olido la furia en los barrios, la ciudad tenía los dientes apretados: "Si me demoro un año más, encuentro solamente las cenizas. ¿Y todavía no están dadas la condiciones? Hay caraduras que... ¿Querés contraindicaciones más súper antagónicas? De aquí a poco la gente se va a pelear hasta por el pasto que crece en las veredas".

Las moscas deambulaban, lentas, por el aire pegajoso.

—Toda esto, desgracia viene embarazada —dijiste.

Bebiste el vaso de cerveza de un sorbo y te secaste la espuma de la boca con el dorso de la mano.

—No te quiero decir que sea cosa de soplar y hacer botellas. Ya sé que el hambre puede producir cadáveres y faquires y nada más. Vos sumás miseria más miseria y a veces te da nada más que más miseria. Ya sé, hay que respetar la realidad. Fue difícil aprenderlo. Y más difícil aprender que ella no tiene por qué respetarnos a nosotros. Y si hay que joderse, hay que joderse, y chau, ¿no? Fue difícil aprenderlo.

Un vaho de humedad caliente pesaba sobre las calles. Tarde o temprano llovería, tendría que llover, reventarían de golpe tos vientres de los nubes paridoras dr tormenta. Me dijiste:

—¿Será cierto que en el fondo somos cristianos apurados? Bajar el cielo con las manos. El reino de los justos y los libres... A Juan le hubiera gustado la idea. Digo, si estuviera vivo.

La cerveza estaba densa, la e*¡,i¿iico era una crema, fría, i-e saboreaba en ei paladar y en la garganta y en las tripas. “Las cosas son más fáciles”, dijiste, “están más claras". Y luego dijiste: "Pero serán más difíciles, también, ahora, para mi. Ya están siendo, ¿sabes?”. Y luego dijiste:

—Porque fue muy duro irme, ¿sabés?

Estabas sentado contra la pared.

—Porque ahora tengo mujer.

Nunca le dabas la espalda a nadie.

—Ni siquiera podemos escribirnos. No me quejo. Es un precio que se paga y está bien y les pasa a muchos otros.

Hablabas con los ojos fijos en la puerta del café, estabas tenso, no se te movía ni un músculo, decías:

—Quién sabe si la veo de nuevo. Son los riesgos de la profesión, como decía un samurai amigo.

En le ventana ondulaba una bandada de gaviotas. Las gaviotas se precipitaron sobre el puerto, un alboroto blanco entre los mástiles y las humaredas, y decías: “Parece broma", decías: "Yo había conseguido lo que buscaba y no me animaba ni a decirlo. Nunca se lo dije. Fijare vos. Deben ser problemas de carácter. O sentí que no tenía derecho. No sé. Es una desgracia. Ni siquiera eso.”

Pesaste las palabras:

—Yo sé que si nee hubiera quedado, me hubiera sentido como un traidos.

Las gaviotas alzaron vuelo hacia más allá de las nubes que colgaban, oscuras de lluvia, del cielo.

—Y ya sé, también, porque me enteré, porque yo no sabia, que no estamos peleando solamente por un montón de cosas muy grandes y muy nobles. No es que quiera nada para mí, no. Es mucho más sencillo. Y fíjate si sería bruto, digo yo, lo que demoré en enterarme. Años. Años sin saber que también se podía estar en esto por la sonrisa triste de una mujer y por la cintura libre de revólver.

cuento de Eduardo Galeano

 

Publicado, originalmente, en: Marcha Montevideo Año XXXIII Nº 1564  8 octubre de 1971 pdf

Gentileza de  Biblioteca Nacional de Uruguay

 

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