Misión de Paz de ONU en Rwanda año 1994
Diario de Anotaciones Personales
©Mayor Waldemar Fontes

Parte I

Capítulo I
Contacto con
África

San Pablo, 7 de diciembre de 1993 - H 2130

Primera anotación

Comienzo a escribir mis notas acerca de la misión que emprendemos hoy. Hace unas pocas horas salimos de Montevideo y estamos en el Aeropuerto de San Pablo. Tenemos 6 horas de espera hasta tomar el próximo avión con destino a Johannesburg. Hasta ahora todo va normal. Pienso en como estarán Silvia y los niños. Ayer conversando, nos prometimos que todos los días a esta hora íbamos a mirar las estrellas para encontrar nuestras miradas en ellas....

8 de diciembre de 1993 - H 0621 Hora de Uruguay
Estamos volando sobre África

Viajamos en un Boeing 747 de Varig. Dormí toda la noche y cuando salimos de San Pablo estaba nublado. Ahora en cambio brilla el sol y abajo se ve la tierra africana.

Volamos sobre un río y a sus orillas es en el único lugar en donde se ve verde, todo lo demás es desierto de color rojo o amarillo.

Sobre la costa del río se ve tierra cultivada y algunos poblados. Hay un camino que corre paralelo al mismo y se ve que une los pueblos de la orilla . También hay caminos que corren transversales que se pierden en el horizonte.

A medida que nos adentramos en el continente se nota más vegetación.

Este avión va con destino a Hong Kong y viajan en él varias personas de aspecto oriental...

Johannesburg 8 de diciembre de 1993 H 2000

Inconvenientes en el aeropuerto

Hoy fue un día tremendo. Llegamos perfectamente al aeropuerto, nos pusimos en la fila de los pasajeros en tránsito y esperamos. La fila se movía muy lentamente. Estaba lleno de hindúes con turbante y sus mujeres también con sus trajes típicos. Cuando al fin me tocó el turno pasé y mi trámite funcionó normal, me dieron la confirmación para el vuelo a Nairobi que era nuestro próximo destino, pero mientras por otra ventanilla, el Tte. Cnel. Purstcher quedó trabado pues al decir que íbamos con destino a Rwanda, la persona del mostrador le informó que si no teníamos visa para entrar en Rwanda, no podíamos embarcar en ese vuelo, y a pesar de que estuvimos un buen rato tratando de que nos dejaran continuar, nos retuvieron los pasajes. A todo esto nuestro avión partía y nuestro equipaje con él. Tratamos de que lo bajaran pero ya era tarde. Nuestro equipaje partió rumbo a Nairobi, y nosotros nos quedamos en Sud Africa...

En esta tarde llamamos al Cónsul uruguayo el Señor "Cacho" Cabral quien nos ayudó muchísimo. El Cónsul nos explicó que realmente necesitábamos esa visa. Nos aconsejó que en estos casos sería mejor viajar con el uniforme de NN. UU. o por lo menos con alguna carta con todos los sellos posibles que explique claramente el motivo del viaje. Además nos aconsejó que siempre que se haga un viaje de esta naturaleza conviene avisar al Consulado para evitar estos problemas.

Estuvimos 5 horas en el aeropuerto y al final con la ayuda del Cónsul nos permitieron salir. Alquilamos una camioneta y eso fue una historia aparte, pues acá se maneja por la izquierda y además el tránsito es impresionante. Casi somos protagonistas de un accidente... resulta que veníamos por la autopista en nuestra camioneta, siguiendo al auto del Cónsul, cuando de repente sentimos una frenada y vimos pasar por delante nuestro un auto rojo que fue para la cuneta, y un camión que arrastraba un auto blanco que por el choque había quedado mirando para atrás. Fue todo muy rápido y nos pegamos un susto.

Al fin, llegamos al centro y después de morder algunos cordones, arribamos al Hotel Parktonian en donde nos alojamos. Parece mentira, pero estamos en Africa.

Johannesburg - 9 de diciembre de 1993 - H 1730
Visita a Pretoria

Aún estamos en Sud Africa, hoy estuvimos todo el día en gestiones por la visa para Rwanda. En la mañana contratamos un chofer y con él manejando fuimos hasta Pretoria, en donde se encuentra la Embajada de Uruguay. Allí nos atendieron bárbaro de nuevo y nos ayudaron a hacer todas las gestiones para que pudiéramos continuar el viaje. Luego fuimos al Consulado de Rwanda, también con sede en Pretoria y estuvimos casi dos horas esperando que el Cónsul con la mayor de las amabilidades nos diera el visado. Con las visas conseguidas, a partir de mañana podríamos continuar el viaje tal vez en grupos de tres o cuatro. Al volver a la embajada, nos ofrecieron el teléfono para que llamáramos a Uruguay y todos aprovechamos para hacerlo. A pesar de que hace sólo tres días que partimos fue muy reconfortante tener un contacto con la familia.

Conociendo Sudáfrica

Viendo el lado positivo de esto, a pesar de que no sabemos donde está nuestro equipaje, no sabemos si partimos o no y que además los bultos que enviamos desde Montevideo, llegarían recién en dos meses... A pesar de todo eso, aprovechamos la oportunidad de conocer un poco de Sud Africa.

Johannesburg es una ciudad inmensa. Mide 70 Km. de ancho y es muy prolija y ordenada, pero a partir de las 5 de la tarde, no se puede andar por la calle, pues se torna muy peligroso. La cena aquí es a las 20.00 y después de las 22.00 no anda nadie por la calle. Ayer de noche fuimos a conocer el centro y el ambiente nos impresionó. Sólo se veían negros de las clases pobres y tenían un aspecto que daba miedo.

Pretoria por su parte es también una ciudad muy prolija, limpia y ordenada. Aquí todo es impecable. Las casitas son más bien bajas y de tipo europeo, es una ciudad muy hermosa. Pretoria es la capital política de Sud Africa y la sede del gobierno, así como de las embajadas, queda a 95 Km. de Johanesbourgo ambas ciudades están unidas por una autopista de doble vía bordeada de edificios de fábricas y oficinas de grandes empresas internacionales, y todos los edificios están mantenidos con una prolijidad envidiable, rodeados de jardines y flores. Da placer ver con que gusto arreglan todo. Parece que la imagen del edificio fuera considerada como imagen de la empresa y todos compiten por presentar las cosas de la mejor forma.

En Johannesburg visitamos hoy de tarde un lugar llamado Golden Rift City. Es la mina de oro más grande del mundo aunque está inactiva desde 1977. En estas instalaciones hicieron un lugar turístico con un pueblito de casitas inglesas iguales a las que hay en Fray Bentos con la glorieta y todo. Como es norma aquí, todo está arreglado en forma impecable. Todo fue restaurado a como era a principios de siglo, el personal viste trajes típicos y se venden recuerdos y manualidades locales. hay un parque de diversiones con trencitos de la época, una montaña rusa de agua en donde la gente viaja en una especie de tronco, y lo más interesante, se puede bajar a la mina y un guía explica como se trabajaba con los carritos, con los explosivos, con los taladros. Es un lugar impresionante. Bajamos por el túnel de entrada, unos 100 metros de profundidad hasta uno de los niveles y allí hicimos un recorrido. La parte que nos mostraron está muy arreglada y es un laberinto de túneles que se conectan a éste por donde pasamos con escaleras y vías para las vagonetas por donde se hacían los desplazamientos del material. Es impresionante bajar aquí y es terrible imaginar en las condiciones que trabajarían los mineros...

Nairobi , Kenia - 11 de diciembre de 1993 - H 0800
Llegada a Nairobi

Logramos llegar a Nairobi. Después de las vueltas que dimos en Sud Africa, gracias a la ayuda del Sr. Cónsul uruguayo, logramos conseguir pasajes para todos y partir. La noche anterior, la secretaria de la Embajada nos ofreció una cena en su casa. Estaba su familia de visita e invitó a otras personas vinculadas a Uruguay. La casa era preciosa. Comimos chorizos, salchichas y pollo, asados en el patio en una barbacoa que funcionaba con carbón de piedra. Es muy práctico este sistema, pues una vez que se enciende el carbón tarda unas 5 horas en consumirse... pero no hay como un asado a las brasas...

En el día de ayer, a las 0700 estuvimos en el aeropuerto y obtuvimos los lugares para viajar en Sudafrican Air Lines. Hubo cuatro que tuvieron suerte y viajaron en clase ejecutiva, el resto viajamos en turista. El servicio de a bordo era normal, pero el tipo de gente que viajaba es diferente a la que nosotros estamos acostumbrados a ver. La gente es desordenada y barullenta. Me llamó la atención el olor que despiden los hindúes y esa gente parecida.

Durante el viaje pasamos volando sobre el famoso monte Klimanjaro en la frontera de Tanzania y Kenia. El piloto inclinó el avión y lo sobrevoló brindándonos un espectáculo impresionante. Este monte mide más de 6.000 metros de altura y su cima está cubierta de nieve.

En estos viajes siempre se viven anécdotas graciosas. Por ejemplo al servir el desayuno, nos dieron un sobrecito que decía en letras muy grandes SAL y un uruguayo le pidió a la azafata: -Señorita, yo quiero azúcar, no sal... Y resulta que las grandes letras SAL eran el nombre de la aerolínea Sudafrican Air Lines y abajo muy claro decía en inglés SUGAR...

Por fin llegamos a Nairobi. Es un aeropuerto parecido al de Johanesbourgo pero más chico. Los pasajeros bajan del avión por tubos como en todo aeropuerto importante (Nuestro Carrasco debe ser de los pocos que no tienen ese sistema) Al llegar a la parte de migración me dio una fea impresión. Todo estaba sucio y desprolijo. Había cantidad de gente sentada en el piso llenando formularios y me resultó un ambiente totalmente extraño.
Nuestra intención era antes que nada recuperar las valijas que estaban perdidas desde hacía dos días y preguntábamos por todos lados. Nos explicaron que primero deberíamos hacer los trámites de migración y después reclamar los equipajes. De nuevo nos pidieron visa pero como éramos diplomáticos, nos dijeron que era gratuita, y finalmente, a raíz de un convenio que hay entre Uruguay y Kenia, no necesitamos visa. Al fin de cuentas todo fue bastante rápido y sin problemas. Salimos y fuimos al depósito de equipajes, y ¡qué alegría!, allí estaban nuestras valijas, ordenaditas, esperando por nosotros desde hacía dos días.

A pesar del desorden y la suciedad este es un país de gente amable. Hablan Inglés, circulan por la izquierda, y son todos negros, bien negros.

El tránsito en el centro es lento y desordenado. Los autos son viejos y abundan las camionetas 4x4 y los microbuses a los que llaman MATATUS. Estos Matatus avisan el recorrido que hacen a los gritos y ponen una música estruendosa para llamar la atención. Para el que no está habituado a esto, asusta un poco.
Nos alojamos en el Hotel Oriental Palace un hotel con cocina Hindú, a tres cuadras del centro. Las calles están llenas de pozos y casi sin luz. Desde la ventana de mi cuarto veo el edificio del Hotel Hilton y algunos otros edificios muy modernos.

Anoche salimos a caminar con el Capitán Berrutti. Vimos solamente dos personas blancas. Anduvimos en pleno centro y nos dio miedo caminar por ahí, cuando volvimos al Hotel nos recomendaron que no saliéramos de noche, porque es muy peligroso.

Hay que tener cuidado al cruzar las calles, porque uno mira a la derecha primero y acá se circula al revés. Está lleno de guardias de seguridad privados que lo que hacen es dormir en los zaguanes de los lugares que vigilan y no se ve a ningún policía. Por todos lados hay banderas de Kenia y la foto del Presidente Daniel Arap Moi está en todos los comercios y oficinas.

El sábado 11, aprovechando que recién el domingo 12 tendríamos vuelo hacia Kigali, nos fuimos a hacer un Safari al Parque Nacional de Nairobi.

Es un lugar muy bonito pero no lo que yo imaginaba. Hay cantidad de animales paseando en libertad por un paisaje que es muy similar a nuestra campaña y a escasos kilómetros de Nairobi.

Uno se imagina que Africa es todo selva y eso no es siempre así, más bien la vegetación predominante es la de sabana. Anduvimos rato buscando un león pero no pudimos ver ninguno, pienso que nuestro guía nos engañó y por allí no había leones, pues estábamos muy cerca de la ciudad...

©Mayor Waldemar Fontes

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