El dolor de ser Ford

¡Qué dolor debe dar
ser siempre Ford!

Ser Ford...
Y no ser un alado Packard,
un soberbio Lincoln,
un trompudo Renault,
o un ancho Cadillac.

Ser Ford,
ser siempre hojalata.

Y que todos digan:
-ahí va un Ford. Como quien dice:
-Ahí va un cualquiera.

¡Y saber en lo íntimo 
de las bujías y del carburador, 
que se es automóvil como los otros autos, 
y, a lo mejor, mejor!...

Alfredo Mario Ferreiro
De El hombre que se comió un autobús, 1927

Ir a índice de poesia

Ir a índice de Ferreiro, Alfredo M.

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio