Conocí, no todo lo que hubiera querido, a la Sra. Maruja Santullo, de casualidad. Mis primeros 12 años en la Intendencia Municipal de Montevideo fueron normales; luego hubo un período amplio de inestabilidad, hasta que volvió la normalidad. Dentro de ese período complicado recalé, por 13 meses, en la Escuela Municipal de Arte Dramático, cuando la Escuela se encontraba arriba del todavía sin remodelar Teatro Solís, más precisamente encima del Restaurante "El Águila".
Los docentes de la Escuela eran grandes figuras de la Comedia Nacional, no solo actores sino algunos prestigiosos técnicos, cada uno enseñando dentro de su especialidad.
Carlos Manuel Varela, consagrado dramaturgo uruguayo, era el Director de la Escuela y la Sra. Maruja Santullo, la Directora Artística.
Una noche oficié de "secretario de actas" en una reunión de profesores de tercer año, el último de la carrera. Todo transcurría con normalidad, cada profesor daba su nota y opinión sobre cada alumno hasta que mencionaron un nombre. Uno a uno
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Sra. Maruja Santullo - Año 1954. Autor: Ferruccio Musitelli |
fueron reprobando a dicho alumno hasta que la última opinión era la de la Directora Artística. La Sra. Santullo pregunto: - ¿Este alumno hizo el curso prevocacional, de donde de 30 o más quedan 10 o 12?, le respondieron a coro: - Claro, Maruja. Nuevamente preguntó: realizó el curso de primero? -Claro. - ¿Segundo? - Por supuesto. ¿Aprobó los otros exámenes de tercero? -Si. Y ahí la Sra. Santullo dijo algo fantástico: - Nosotros fuimos incapaces de darnos cuenta antes, ya en el prevocacional, que este alumno no servía para ser actor. Lo dejamos avanzar y en el último examen decimos: No sirve!! Propongo "salvarlo" y que el público decida en el futuro. Así fue y el actor sigue actuando. Notable sin duda lo manifestado por esta gran actriz.
