Botánica aplicada


poema de Campoamor

—Te mando ese presente, con la idea

de que puedas saber

 que esa flor, que llamamos la Dionea,

destruye por placer.

 

A un gusano de luz que esta mañana

en su cáliz entró,

la simbólica flor americana

cerrándose lo ahogó.

 

Cuando entra algún gusano en su corola

a paladear la miel,

cerrando ella los pétalos, lo inmola

con un gozo cruel.


¡Pobre insecto! Yo al ver que halló encerrado

verdugo y tumba allí,

¡perdona, Inés, pensé en nuestro pasado,

y me acordé de ti!

 

II

 

Inés le contestó:—¡Qué cándido eres!
¿Cómo puedes pensar

que haya en el mundo flores ni mujeres

que maten por matar?



Hoy, a una abeja que llegó volando,

la flor la aprisionó;

mas la abeja, los pétalos rasgando,

mató la flor y huyó.


Por lo que ves, no faltará quien crea
que ayer verdugo, hoy juez,

caladora de insectos, la Dionea.

es cazada a su vez.

 

Si al mirar al gusano aprisionado,

pensaste en mí y en ti,

                                                                          yo, al ver el cáliz de la flor rasgado,

                                                                             ¡pensé, llorando, en mí!

 

Ramón de Campoamor
Obras poéticas completas T I 

Luis Tasso - Impresor, editor

Barcelona, 1900

Ir a índice de poesía

Ir a Ramón de Campoamor

Ir a página inicio

Ir a índice de autores