Entrevista
a Rubén Escobar, periodista hondureño del Diario Tiempo. “Estamos volviendo a la época donde ser de “izquierda” era una herejía” Vicent Boix |
Por
Vicent Boix,
autor del libro “El parque
de las hamacas” http://www.elparquedelashamacas.org
Ante
los lamentables hechos que están acaeciendo en la República de Honduras,
tuve la ocasión de poder entrevistar vía internet al periodista Rubén
Escobar. Actualmente él ocupa el puesto de jefe de noticias en el Diario
Tiempo (http://www.tiempo.hn/),
rotativo ubicado en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del
país centroamericano después de la capital Tegucigalpa.
Honduras
es un país que acapara pocas noticias en Europa. Muchos no conocían a su
actual presidente José Manuel Zelaya Rosales (Mel) y mucho menos su
trabajo político al frente del ejecutivo. Todo cambió hace unos días
cuando fue víctima de un vergonzoso golpe de estado que saltó a las
primeras planas de los medios internacionales y que está provocando un
rechazo sin precedentes en la región. Por
eso, para empezar, sería interesante saber un poco más del presidente ¿Quién
era Manuel Zelaya antes de lanzarse a la carrera presidencial? ¿Con
qué partido se presenta a las elecciones? José
Manuel Zelaya Rosales es hijo de un hacendado, ya fallecido, y de una
maestra de escuela. Es oriundo de una provincia rural llamada Olancho, de
allí le viene el uso de su sombrero Stetson, su estilo “ranchero” y
su amor por los caballos que lo llevó a encabezar desfiles hípicos en
varias ciudades del país y hasta en Managua. Su
padre fue involucrado en los años 70 en un complot en el que fueron
asesinados varios miembros de la iglesia católica y civiles de izquierda,
por lo que su repentina inclinación al socialismo sorprendió a muchos.
Ese hecho se conoce en la historia del país como “la masacre de los
Horcones”, por el nombre de la hacienda familiar de los Zelaya. De
hecho algunos detractores han llegado a señalar que un joven “Mel”
era uno de los conductores de los vehículos en los que secuestraron y
“desaparecieron” a los dirigentes, pero eso nunca se ha podido probar
y, aunque su padre fue condenado, después fue favorecido y no estuvo
preso. Con
el retorno a la “democracia” (así, entre comillas), en 1981, apareció
como activista del Partido Liberal y ayudó a otros candidatos a llegar a
la presidencia, hasta que el mandatario Carlos Flores Facussé, en 1998,
lo nombró ministro director del Fondo Hondureño de Inversión Social
(una entidad encargada de construir escuelas, jardines de niños, sistemas
de agua y otras obras de infraestructura en las comunidades más pobres). Renunció
a ese cargo bajo el argumento que comenzaría a trabajar para postularse a
la presidencia, cosa que hizo para las elecciones de 2005, en las
que derrotó por escaso margen a Porfirio Lobo Sosa, del Partido Nacional.
Aunque muchos le llamaban ingeniero, se sabe que sólo cursó 11 materias
de ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras,
porque era un mal estudiante. A
pesar de encabezar uno de los tradicionales partidos de derecha del país,
rápidamente Mel dio un giro a la izquierda llegando al extremo de
ingresar dentro del ALBA ¿Hay inicialmente algún motivo por el cual Mel
abandona la raíz conservadora del Partido Liberal, para iniciar una serie
de medidas políticas de carácter progresista y nacionalista? De
inicio nada hacía presagiar ese extraño giro, aunque se hacía rodear de
personajes que en su juventud formaban parte de grupos universitarios del
ala izquierda del Partido Liberal, como Patricia Rodas (nombrada
canciller), Milton Jiménez Puerto (quien antes fue su canciller y en los
años 80, cuando era estudiante universitario, fue detenido por los
militares por ser “comunista”) y Jorge Arturo Reina (quien en
los años 50 lideró un grupo que combatió contra golpistas militares y a
quien él nombró embajador de Honduras en la ONU). Todo
parece indicar que las necesidades económicas lo hicieron girar a la
izquierda, aunque no se descarta que bajo la asesoría de alguno de los
arriba mencionados. Según sus propias declaraciones él estuvo tocando
puertas de los organismos financieros y de Washington y no lo apoyaron,
fue así que encontró en Hugo Chávez un arca abierta en momentos en que
el petróleo alcanzaba el pico más alto en el mercado internacional.
Originalmente el acuerdo consistió en vendernos petróleo, a precio de
mercado, por el cual el gobierno pagaría a corto plazo 60 centavos por
cada dólar del costo real mientras que los otros 40 centavos irían a un
fondo de préstamo para gasto social. Ese préstamo sería a 25 años
plazo, con un uno por ciento de interés, lo cual se consideraba una
verdadera “ganga”. Luego,
vino la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América mediante la
cual Chávez ofreció cien tractores y más dinero en préstamos. Los
tractores llegaron hace un par de meses pero hasta ahora no se han
utilizado y los préstamos no alcanzaron a desembolsarse, salvo el fondo
petrolero que no se sabe dónde está o cómo se ha invertido. Incidiendo
en la cuestión anterior, muchos nos preguntamos si realmente el gobierno
del presidente Zelaya ha emprendido cambios políticos palpables,
estructurales y reales hacia una sociedad menos desigual y más justa, o
si por el contrario, todo es pura fachada y retórica ¿Ha experimentado
Honduras reformas significativas desde que Mel es presidente? ¿Puede
poner algún ejemplo de estos cambios? A
mi entender no han habido cambios de fondo, pero si decisiones polémicas
que fueron minando su relación con los empresarios, con los políticos
tradicionales y con el sistema judicial. Para el caso, cuando los precios
del petróleo estaban muy altos inició un proceso de subasta de
combustibles y contrató a un asesor norteamericano (Robert Meyeringh),
pero su plan no pudo ser ejecutado porque el gobierno no tiene
instalaciones de almacenamiento de combustible y cuando trataron de
expropiar los tanques de la empresa Distribuidora de Productos de Petróleo
S.A. (Dippsa) la iniciativa topó en los juzgados. Ese fue uno de los
pulsos que perdió contra la empresa privada y el sistema judicial. Luego,
intentó regular el tráfico de vehículos para disminuir el consumo de
combustible, pero de igual modo una decisión judicial se lo impidió bajo
el argumento que eso limitaba la libertad de locomoción. Una
de las medidas que conmocionó a los empresarios se dio en enero de este año,
cuando subió el salario mínimo en un 60 por ciento, lo cual desató una
ola de críticas por parte de los empresarios y varios medios de
comunicación arreciaron campañas mal intencionadas para minar su imagen,
lo cual no hizo más que fortalecerlo ante la mayoría, que es pobre, pues
frecuentemente se enfrentaba a líderes empresariales y a dueños de
medios, algo que los anteriores presidentes no hacían. Entonces, pasó a
ser parte de los “descamisados” y aunque muchos no creían su
discurso, al consultarles se mostraban al menos divertidos con las
actitudes desafiantes del “presidente ante los poderosos de la oligarquía
de este país” como él les llamaba. De
vez en cuando me comunico con una amiga nicaragüense que trabajó conmigo
en proyectos de cooperación en el país. Desde la entrada de Daniel
Ortega como presidente de Nicaragua, acompañó a Cuba a decenas de
personas de su ciudad para que fueran operadas de la vista, dentro de la
denominada "Operación Milagro" ¿En que se ha beneficiado
Honduras con su entrada en el ALBA? La
verdad es que la presencia cubana y la “Operación Milagro”, donde
también está involucrada Venezuela, inició en Honduras mucho antes de
la incursión de Honduras en el ALBA. De hecho la presencia de brigadas
cubanas inicia después del paso del huracán Mitch, en octubre de 1998,
cuando el país quedó desolado. Los médicos cubanos se han caracterizado
por llegar a lugares recónditos, donde sus contrapartes hondureñas no
llegan, por lo cual mucha gente siente bastante aprecio por su trabajo.
Además, Cuba ha becado a decenas de hondureños pobres en la Escuela
Latinoamericana de Medicina en La Habana, mientras que en Venezuela se han
operado a cientos de personas con problemas de la vista bajo la “Operación
Milagro”. Bajo la instrucción de asesores cubanos, instructores hondureños
han enseñado a leer a miles de analfabetos, especialmente campesinos. Sin
embargo, los beneficios del ALBA aún no están muy claros porque el país
no estuvo mucho tiempo bajo ese sistema. Sin embargo los cien tractores
donados por Venezuela ya están en el país y el fondo de préstamo
creado, supuestamente se utilizaría en algunas obras sociales que no se
terminaron de definir por parte del gobierno de Zelaya porque a estas
alturas del año no se había elaborado el presupuesto de 2009. La
burguesía hondureña, los diputados, el ejército, etc. discrepaban de
las decisiones y del gobierno de Mel. La consulta popular para preguntar
sobre la creación de una asamblea constituyente que desembocara en una
nueva constitución, fue la gota que colmó el vaso e hizo saltar las
alarmas de los sectores reaccionarios. ¿Expuso el presidente qué
reformas pretendía introducir en la constitución si finalmente nacía la
constituyente? El
siempre insistió en que no pensaba reelegirse y que entregaría el poder
en enero de 2010, como correspondía. Sin embargo, la Constitución
hondureña en su mayor parte puede ser reformada por el Congreso Nacional
y sólo hay ocho artículos que no, y son los que tienen que ver con la
forma de gobierno, incluyendo los periodos presidenciales. A esos artículos
les llaman “pétreos” porque no pueden ser reformados, salvo por una
constituyente, por lo que por deducción se podría decir que él
intentaba crear las condiciones para una reelección. Además, estaba el
antecedente de que la mayoría de los países del ALBA cambiaron sus
constituciones para reelegirse. No
es ningún secreto que Mel está aislado hasta por los propios diputados
de su partido. Además su mandato finaliza en unos pocos meses y no puede
ser reelegido. Por lo tanto, su debilidad es manifiesta y sus días en la
política están contados. ¿Cree usted que Mel tiene pensada la fundación
de una fuerza política que pueda optar al poder en un futuro? Pienso
que sí, puesto que la Constitución acepta reformas económicas y
sociales, mas no políticas, por descarte se puede decir que él buscaba
las condiciones propicias para la reelección, incluyendo la de él mismo
pues a pesar de que ya tenía más de tres años en el gobierno, era
sumamente popular. De hecho una encuesta de Cid-Gallup publicada hace unos
meses por La Prensa, un medio que le adversa, reveló que era más popular
que Porfirio Lobo Sosa, el mismo candidato al que derrotó en noviembre de
2005. Siguiendo
con la idea de la reelección, recordemos el ejemplo “Chavista”, en el
cual una de las bases ideológicas es que una “revolución” no puede
ejecutarse en cuatro años, si no que es un “proyecto” a largo plazo. Si
Ronald Reagan resucitara, observaría que han alcanzado el poder sus dos
enemigos de los años 80 en Centroamérica: El Frente Sandinista en
Nicaragua y el Frente Farabundo Martí en El Salvador. Además, Honduras,
el país que sirvió como base militar y de operaciones a Estados Unidos
en su lucha contra las guerrillas de Nicaragua, El Salvador y Guatemala;
tiene ahora un presidente que emprendió medidas políticas progresistas y
que además comparte inquietudes y discursos con figuras como Fidel Castro
o Hugo Chávez. Este escenario era impensable incluso hace cinco años. ¿Qué
está cambiando en Centroamérica? Me
parece que es el mismo fenómeno en toda Latinoamérica (Venezuela,
Paraguay, Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El
Salvador y, casi, en México). Tiene que ver con el desencanto de la
“democracia”. El pueblo es llamado a votar cada cuatro o seis años
pero después de las elecciones pasa a un segundo plano mientras
diputados, ministros, funcionarios y el mismo presidente se despachan con
la cuchara grande al repartirse con sus amigos empresarios, contratos,
partidas confidenciales y todo tipo de fondos públicos. Entonces la
alternativa que se ha encontrado son los partidos de izquierda, sobre todo
ahora que hay un marco legal para que lleguen al poder y que ya no hay una
propaganda como en los años 80, donde términos como “socialista” y
“comunista” eran el equivalente a ser el diablo. Aunque en la
actualidad, con el recién autonombrado presidente Roberto Micheletti,
hemos regresado a esa época de satanizar esos términos. ¿Empiezan
a respirarse los nuevos aires y aromas que llegan de América del Sur y
concretamente desde Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, etc.? Efectivamente,
aunque para desventaja de la gran mayoría de hondureños, tenemos una
oligarquía que se ha cuidado de no brindar una educación profunda a sus
masas, de modo que mucha gente es fácilmente manipulable, al grado que en
este momento la sociedad está polarizada tras el golpe y estamos
volviendo a la época donde ser de “izquierda” era una herejía y no
ven el fondo: los golpistas han destruido en un día lo que costó 28 años
construir, una endeble democracia, una criatura que aún se estaba
formando y que ahora ya no existe por el afán de poder de unos pocos y
por la ignorancia de muchos. Regresando
al golpe de estado actual, me sorprende mucho el respaldo internacional
que ha cosechado Mel. De hecho, el presidente de facto, Roberto Micheletti,
está totalmente aislado. Curiosamente esto no sucedió en los golpes de
estado de Venezuela en 2002 ni en Haití en 2004. El modus operandi fue
similar: secuestro del presidente, documento falso de renuncia y
nombramiento a dedo de una marioneta de transición. En estos dos capítulos,
la prensa internacional y muchos gobiernos escondieron el carácter
golpista con la manipulación informativa. ¿A qué se debe este apoyo
internacional histórico que está recabando el gobierno de Mel? ¿Tal vez
hay temor de que si el gobierno golpista se mantiene, exploté una especie
de "guerra fría" e inestabilidad en la región que afecte las
inversiones de las empresas del norte? Pienso
que en parte se debe a la tendencia actual unificadora de los gobiernos
latinoamericanos, marcados por diversos tipos de socialismo, donde si bien
es cierto el mercado es importante también lo es la persona. De igual
modo el gobierno de Barack Obama muestra un carácter más flexible hacia
quienes piensan diferente. Quizás si el que estuviese en el poder fuese
George Bush a estas alturas ya habría reconocido al gobierno golpista.
Además, me parece que la acción de los militares, políticos y
empresarios hondureños fue inconsulta. Es decir, históricamente los
golpes de estado en Latinoamérica han tenido la venia o han sido
promovidos por los Estados Unidos y desde allí se desparramaba el
reconocimiento del nuevo gobierno hacia el área de influencia. Creo que
en este caso no hubo “permiso”. ¿Qué
escenario presagia usted en su país durante los próximos meses? De
mucha incertidumbre e inestabilidad. Si este gobierno se queda, mucha
gente, adentro y afuera, no lo va a aceptar por lo que podríamos quedar
aislados. Si Zelaya regresa se va a encontrar con un Congreso, un Poder
Judicial, Ministerio Público y un Ejército afín al otro bando y no lo
van a dejar gobernar. ¿Cuál
ha sido en Honduras el papel de USA en los últimos años y ahora durante
el golpe de estado? ¿Se ha percibido algún cambio desde que Barack Obama
es presidente? Estados
Unidos siempre ha sido un apoyo financiero para Honduras en todo sentido.
Ya sea por desembolsos directos o por permitirle a casi cien mil hondureños
residir con un permiso de trabajo allá. Sin embargo, en la última década
y desde la caída del Muro de Berlín hemos ido perdiendo importancia
estratégica, al menos de modo aparente y la participación de los
embajadores se ha limitado a criticar algunas determinaciones de los
gobernantes sin llegar a incidir a profundidad. De hecho, cuando Zelaya
dio el giro a la izquierda nombraron como embajador a Hugo Llorens, un
diplomático para nada confrontativo y que ha sabido sobrellevar la
situación con declaraciones "suaves" y para nada
intervencionistas. Creo que Obama es bastante tolerante pero esperamos
decisiones importantes la próxima semana. Ante
la situación de Honduras ¿Qué papel deberían adoptar países como España
o la misma Unión Europea? Me
parece que ha sido clave el papel del señor secretario de Relaciones
Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, al solicitar el retiro de los
embajadores europeos, lo que ya entró en vigor ayer. Sus palabras han
sido fuertes, contundentes, al decir que el gobierno de facto ni siquiera
debe intentar comunicarse con las autoridades españolas porque no le
responderán. Hacia allí deben ir orientados todos los esfuerzos, a
aislar a un gobierno que nadie eligió y que nadie quiere, salvo algunos
empresarios y sus empleados, que son “invitados” a participar en
marchas y manifestaciones a favor de Roberto Micheletti, un político de
cuarta que ni siquiera pudo ganar las elecciones internas de su partido en
noviembre pasado. Entrando
a comentar un poco el papel de la sociedad ante los hechos que acontecen,
en algún lugar leí que Honduras no dispone de unas organizaciones
sociales fuertes y con experiencia, sin embargo ¿Se está movilizando la
gente y sus organizaciones en defensa de la legalidad democrática? ¿Cree
que dicha movilización es fundamental para retomar la normalidad política
y que Mel regrese al país y a la presidencia, de la misma manera que
sucedió en el año 2002 en Venezuela cuando el pueblo salió a las calles
en defensa de Hugo Chávez? Suceden
varias cosas. En primer lugar es cierto que no hay organizaciones fuertes,
pues predomina la cultura de la indiferencia. Los que se están
movilizando a favor de Zelaya son sindicalistas y dirigentes magisteriales
que han venido siendo vilipendiados desde hace algunos años y cuyo
prestigio está por los suelos. También campesinos. Pero hay muchos que
no estamos con Micheletti, que tampoco estábamos con Zelaya, pero que sí
estamos con la ley y la Constitución y que deploramos el golpe pero que
no encontramos a donde arrimarnos para manifestarnos en contra de los
golpistas. Los protestantes tienen también la desventaja que están
siendo controlados por los militares, pues a muchos les han impedido
llegar a Tegucigalpa al detenerlos en la carretera. Además, varias
importantes cadenas televisoras, radiales y la mayoría de los periódicos
fueron parte del complot golpista y ahora se niegan a informar de las
protestas contra el nuevo gobierno y sobredimensionan las manifestaciones
a favor. Mientras que los militares mantienen controlados algunos canales
y periódicos que fueron afines al anterior gobierno o que están tratando
de informar de manera imparcial. Por
diversos medios se comenta que el ejército comenzó con la represión.
Incluso se citan nombres como Rafael Alegría de Vía Campesina o
militantes del partido Unificación Democrática. ¿Qué tan ciertas son
estas noticias? De
hecho varias personas que se han manifestado en contra del gobierno han
sido golpeadas y heridas por los soldados y policías. Otros han sido
detenidos pero liberados a las pocas horas. Por
otro lado, los que participan en manifestaciones a favor del gobierno son
protegidos por las mismas fuerzas del orden. Por cierto, ayer publicamos
una fotografía de uno de los manifestantes “progobierno”. Se trataba
de un guardaespaldas que hizo varios disparos cuando dos grupos opositores
se encontraron. Eso da la pauta de que muchos de los manifestantes son
gente de élite que ha abandonado la comodidad de sus mansiones y de sus
empresas para protestar contra el diablo de Chávez y su hijo, Mel, y que
se hacen acompañar de sus guaruras, quienes además de defenderlos van a
hacer bulto. Otra
situación que hemos leído es que los medios no afines a los golpistas
también están siendo silenciados y amordazados ¿Está viviendo usted y
el Diario Tiempo está situación? En
Tegucigalpa, el día del golpe, el domingo 28 de junio, un camión con
soldados estuvo rondando las instalaciones de Diario Tiempo, mientras que
en San Pedro Sula un contingente de soldados llegó hasta las
instalaciones de Canal 11, una empresa del mismo grupo periodístico, y le
pidió al personal de seguridad que abriera los portones porque iban a
entrar en el momento en que un periodista entrevistaba vía teléfono a
Enrique Flores Lanza, uno de los ministros de Zelaya. Los
guardas les dijeron que no y después de un cruce de llamadas telefónicas
entre ejecutivos y oficiales optaron por no entrar, pero se quedaron en
las afueras blandiendo sus fusiles. Algo
que está por investigarse es que los ejemplares del periódico
“desaparecen” muy rápido de los kioscos. De hecho hoy recibí una
llamada de un lector de Tegucigalpa que me dijo que a las 8 de la mañana
ya no lo encontró, por lo que no sabemos si alguien los está comprando
en grandes cantidades para que no lleguen al público. Lo mismo sucede en
San Pedro Sula y en otras ciudades. El
martes fuimos el único periódico que sacó en primera plana y con
fotografía grande el enfrentamiento entre el ejército y protestantes en
Tegucigalpa. Hoy volvimos a informar de protestas en todo el país
mientras los otros medios se autocensuran bajo el argumento de que buscan
“la paz” y el regreso “al orden”. Por
poner un ejemplo, la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación
en su sede de América Latina (Rel-Uita), presentó un documento de apoyo
al presidente Zelaya en nombre de las 374 organizaciones que la conforman
y que están situadas en 120 países del mundo ¿Ha existido un apoyo real
de otras organizaciones y de la izquierda social internacional al
presidente legítimo de Honduras? Hasta
ahora no ha trascendido en Honduras el apoyo de organizaciones, salvo el
llamado a una marcha en Paris de parte de sindicatos y de organizaciones
latinoamericanas a realizarse hoy jueves. Las informaciones han estado
concentradas en los esfuerzos de la OEA, de la ONU y de los países, como
tal. Nota del autor: Para seguir la actualidad de Honduras, además de visitar el Diario Tiempo http://www.tiempo.hn/ también pueden ir la web de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación http://www.rel-uita.org/ En ella podrán encontrar las entrevistas, artículos, vídeos, fotografías, etc. que está recabando el periodista italiano Giorgio Trucchi, que actualmente se encuentra cubriendo el golpe de estado en Tegucigalpa. |
Vicent Boix
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