Muchacha yo te evoco
sin conocer tu nombre
para hablar un momento
de mujer a mujer:
no andaré con rodeos,
para hablar de ese hombre
del que hace poco tiempo
que conoces su piel;
ese hombre ha sido mío
sin que nunca lo fuera
y conmigo a aprendido
lo que es una mujer
que lo entienda y escuche
sin pronunciar palabras
y descubra en sus ojos
lo cálido que es;
ese hombre taciturno
de palabras escuetas
que despierta ternura
cuando piensas en él.
No podrá darte nada
más que unas horas sueltas
que se harán dolorosas
sabiendo que se fue.,
y solo haya quedado
su perfume en tu cuerpo
y el fugaz desconsuelo
de volverlo a perder.
Ese hombre que no es tuyo
y que tampoco es mío
y hace ya mucho tiempo
que no es de su mujer
tiene su nido lejos
pero no destruido
y su cuerpo sin alma
nos engaña a las tres.
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