Nada dejaste Leonardo de León |
No dejaste ni un aire de perfume leve; una mueca de venganza en el silencio, una aguzada epístola de huída temblorosa. Quedó solo un hombre sin signos de ausencia, para entender. Caminante acurrucado en el dilatado rincón de una calle vacía. |
Leonardo de León
De Huir para volver huyendo
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