Brindis

Leonardo de León

Me tendiste la copa con gesto invisible.
Tomé tu delicada mano de cristal.
Algo de mí penetró en el líquido cilíndrico
y burbujeó buscando el aire.

Me vi ahogado en aquella pequeña bóveda 
que compartía los miembros transparentes 
hacia uno y otro lado. 

El líquido seco de la bebida eterna
hizo olvidar a los dedos el tacto de la copa.
Una caricia antecedió al estallido en el piso.
La copa se deslizó en silencio por las paredes
Labradas de las yemas. 
Cayó contra el suelo destrozado.
La copa fue un solo gesto de un
desmoronamiento más vasto y profundo.
Con el tiempo; aquél único gesto fue dos.

Leonardo de León
De Brevedades Negras

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