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Pregunto por Marosa
Que derrocha silencio acumulado
Y perdura en la Fiesta de sus libros,
Que asoma el mismo gesto distanciado
Soberbio y amistoso
De otras tardes, de otras noches
Que hoy no tienen espacio.
Pregunto por las flores de amaranto
Que sólo florecían en los huertos salteños.
Fantásticas y exactas como el sueño.
Flores que rodeaban
hasta que el intruso huésped de las sombras
las quiso destrozar
Pregunto por días finales..
¿asumió la clausura de sus ojos
apretando la risa entre sus labios?
¿se convenció que todo es tarde
es aun muy temprano y es lo mismo?
Pregunto ¿como vive su rostro entre nosotros?
¿es un pozo de escombros
o es un eco?
Hoy Marosa no divaga entre tiempos
Y relojes
No la asustan los cuidados pequeños
cotidianos,
vaga entre hortensias y palabras,
entre bloques de nubes y colores
más allá del aullido
que las frutas desatan
Sobre mesas rojas de esmeraldas
Ahora está sentada, distinta,
Derrochando silencio acumulado
Mientras sube gozosa la Poesía,
Y nos vuelve a mirar.
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