Tendencias y perspectivas de la economía uruguaya (junio de 2005)1 |
1. Evolución de las economías internacional, regional y nacional en los primeros meses de 2005
1.1 Condiciones externas Las principales economías del mundo crecieron de forma diferente durante el primer trimestre del año, dado que Estados Unidos y China continuaron liderando la expansión mundial, en tanto la economía de la Eurozona creció modestamente. En materia financiera, como era de esperar, la tasa de interés de los Federal Funds de Estados Unidos siguió creciendo, mientras que el Banco Central Europeo mantuvo sus tasas de referencia incambiadas. Por su parte, se revirtió la tendencia al alza que siguieron las tasas de interés de largo plazo, y las mismas comenzaron a caer. La sensible desvalorización que venía sufriendo el dólar frente al euro desde el último trimestre de 2004 comenzó a revertirse parcialmente. Los precios internacionales de las commodities medidos en dólares se incrementaron hasta marzo y luego tendieron a caer. La tirantez del mercado petrolero continuó imprimiendo al precio del crudo alta volatilidad, en el marco de una tendencia al alza: el tipo West Texas llegó a los 60 dólares por barril en junio de 2005. En lo que respecta a la economía argentina, una vez concretada la operación de canje de los bonos que estaban en default, mejoraron algunos indicadores sobre la confiabilidad de la deuda soberana de dicho país. El Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre del año creció 8% respecto a igual trimestre del año precedente. El Banco Central de la República Argentina (BCRA) continuó comprando dólares con el objetivo de evitar la apreciación de la moneda local, aunque hasta abril lo hizo a un ritmo más lento que a fines de 2004. A partir de ese momento, la disminución de la inflación permitió que el BCRA retomara el ritmo de intervención en el mercado cambiario. Asimismo, con la intención de impedir una mayor apreciación, el gobierno argentino impuso restricciones al ingreso de capitales de corto plazo. El año 2005 comenzó en Brasil con malas noticias en el plano económico y con el correr del tiempo también se presentaron serios problemas en el ámbito político. Por un lado, los datos de la actividad económica del primer trimestre confirmaron la desaceleración del crecimiento (creció 2,9% en el primer trimestre del año respecto al mismo período de 2004). Este freno de la actividad se explica principalmente por el mantenimiento de la política monetaria contractiva que llevó adelante el Banco Central de Brasil (BCB), el que a partir de setiembre último elevó la tasa de interés de referencia Selic de 16% a 19,75% con el objetivo de controlar la inflación. Por otro lado, se desató la mayor crisis política del actual gobierno, con denuncias sobre corrupción que involucran directamente a jerarcas del gobierno.
1.2 La política económica nacional
En el reciente acuerdo firmado en junio con el FMI el gobierno nacional estableció las metas para el presente año: crecimiento económico de 6%, superávit fiscal primario de 3,5% del PIB y déficit global de 1,6% del PIB. En los dos años siguientes el superávit fiscal primario se elevaría gradualmente hasta alcanzar 4% del PIB en 2007 y las inversiones aumentarían hasta alcanzar 20% del PIB. La tasa anual de inflación en los doce meses que terminan en junio de 2006 se fijó en un rango de 5% a 7%. La política monetaria continuará llevándose adelante mediante objetivos de base monetaria como metas intermedias y con un régimen de tipo de cambio flexible intervenido para evitar la excesiva volatilidad del tipo de cambio nominal. En lo que atañe al financiamiento del sector público, se realizaron dos emisiones de bonos por un total de 500 millones de dólares, que fueron colocadas exitosamente en el exterior. Por otra parte, el gobierno propuso una serie de reformas estructurales, algunas de las cuales ya habían sido impulsadas por el anterior gobierno. Entre ellas se propone una reforma del sistema impositivo y las reformas de las cajas Militar, Policial y Bancaria. El gobierno convocó a los Consejos de Salarios, incluyendo a las empleadas domésticas y a los trabajadores rurales. Además, se estableció una mesa bipartita para los trabajadores públicos. En lo que se refiere a la política social, se continúa llevando adelante el Plan de Atención Nacional de Emergencia Social (PANES), por el cual aproximadamente 10.000 hogares ya cobraron las primeras dos cuotas del Ingreso Ciudadano en los meses de mayo y junio.
1.3 Las principales variables de la economía nacional
Según las estimaciones del BCU, durante el primer trimestre de 2005 el PIB fue 7,1% mayor que el del mismo período del año precedente, mientras que la actividad se habría mantenido virtualmente estancada en términos desestacionalizados respecto al cuarto trimestre de 2004 (0,1%). No obstante, esas variaciones están distorsionadas por el llamado "efecto pascua", dado que la "semana de turismo" tuvo lugar en el primer trimestre de 2005, mientras que en 2004 ésta ocurrió en el segundo trimestre. Según estimaciones propias depuradas de los factores estacionales, del "efecto pascua" y de otros componentes irregulares, el nivel de actividad –medido a través de la tendencia-ciclo del PIB– habría continuado creciendo en el primer trimestre de 2005, aunque, como se esperaba, a un ritmo algo más lento que en 2004. En comparación con el primer trimestre de 2004, la actividad de todos los sectores productivos se incrementó en los primeros tres meses de 2005. Destacan el crecimiento del sector comercio, restaurantes y hoteles y del sector transporte y comunicaciones. Según la evolución de los indicadores de avance disponibles, se estima que la actividad económica continuó recuperándose en el segundo trimestre de 2005. Debido en parte a aspectos meramente estadísticos ("efecto pascua" y contabilización de la zafra de soja), se espera incluso que el ritmo de crecimiento del PIB medido por el BCU se acelere en términos desestacionalizados durante el segundo trimestre respecto al primero, aunque, en términos de la tendencia-ciclo del PIB, el crecimiento sería menos pronunciado. La competitividad media de los productos uruguayos volvió a caer en los cinco primeros meses de 2005, aunque aún fue 10% superior a la media de los últimos 10 años. El saldo de la balanza de bienes acumulado en los doce meses terminados en abril de 2005 volvió a ser negativo, debido a que las importaciones tuvieron nuevamente un mayor dinamismo que las exportaciones. El número de turistas ingresados al país se incrementó levemente en los primeros cinco meses de 2005 respecto a igual período del año anterior (1,3%). El ingreso de divisas en enero-marzo de 2005 por este concepto también aumentó (22,7%), mientras que el egreso de divisas debido al turismo emisor se incrementó significativamente en el mismo período (103,1%). La balanza de pagos registró una caída de los activos de reserva de 266 millones de dólares en los primeros cinco meses de 2005. La tasa de empleo confirmó su tendencia al estancamiento que tuvo lugar desde los últimos meses de 2004. Ésta permaneció incambiada (51,3%) en el trimestre móvil febrero-abril de 2005 respecto al trimestre octubre/diciembre de 2004. La tasa de actividad osciló en los primeros meses de 2005 y se situó por encima del promedio de los últimos doce meses, alcanzando el 58,6% en el trimestre móvil febrero-abril. Por su parte, la tasa de desempleo tuvo una tendencia a crecer en los primeros cuatro meses del año. El número de desocupados se situó en aproximadamente 154.600 personas en febrero-abril de 2005. El salario real aumentó 1% en los cuatro primeros meses del año con respecto a diciembre de 2004; si se compara el promedio acumulado hasta abril de 2005 con el acumulado en el mismo período de 2004, el incremento fue superior (4,6%). El ingreso real de los hogares del país urbano se redujo 0,8% si se compara el trimestre febrero-abril de 2005 con el mismo período de 2004. Sin embargo, en promedio fue 3,2% superior en los doce meses culminados en abril último que en los terminados en abril de 2004. La inflación minorista acumulada durante los primeros cinco meses del año fue de 1,%, mientras que la acumulada en los doce meses finalizados en mayo fue de 4,2%. Los precios mayoristas disminuyeron durante ese período: la tasa de deflación acumulada fue de 1,6%. Los precios de los bienes manufacturados apenas crecieron 0,4% en los primeros cinco meses del año, en tanto que los de los bienes agropecuarios cayeron 6,4% en el mismo período. Durante los primeros cinco meses de 2005 continuó la tendencia descendente del tipo de cambio: en mayo la cotización media interbancaria fue de 24,5 pesos por dólar, acumulando una apreciación de 7,8% en los primeros cinco meses del año. La situación fiscal continuó mejorando en los primeros meses de 2005. No obstante, el resultado fiscal primario se redujo ligeramente. Dicho superávit fue equivalente a 3,5% del PIB en el año móvil finalizado en abril de 2005, lo que implicó una reducción de 0,4% del PIB respecto al resultado obtenido al cierre de 2004. Por su parte, los ingresos continuaron creciendo en términos reales, acompañando el crecimiento del nivel de ac- tividad económica, excepto los derivados de la recaudación del IRP, cuyas alícuotas fueron reducidas el pasado año. Los intereses, por su lado, experimentaron cierta reducción en relación con el PIB, como consecuencia de la inflación en dólares. El déficit global se mantuvo en 1,9% del PIB y se financió, básicamente, mediante un incremento del endeudamiento a través de la colocación de títulos públicos. La base monetaria se contrajo 1.439 millones de pesos (11,6%) en los últimos doce meses finalizados en mayo de 2005. Sin embargo, los medios de pago (M1) se incrementaron 12% en términos reales) en el primer trimestre respecto a los de igual período de 2004. El stock de activos de reserva disminuyó 269 millones de dólares (10,7%) en los primeros cinco meses del año, frente a una expansión de 273 millones de dólares en igual período de 2004. El stock de depósitos del sector privado en el sistema bancario aumentó 54 millones de dólares (0,7%) en los primeros cuatro meses de 2005. El stock de crédito bancario al sector privado expresado en dólares se situó en 4.422 millones de dólares al final de marzo, lo que representó un aumento de apenas 15 millones de dólares en el primer trimestre del año (0,3%).
2. Perspectivas para 2005
2.1 Economía internacional
En términos generales, se prevé que en lo que resta de 2005 el contexto macroeconómico internacional seguirá siendo relativamente favorable para la economía uruguaya. No obstante, será menos favorable que el de 2004, en la medida en que el crecimiento mundial se desaceleraría (4,3% frente a 5% en 2004) y que se estima que las tasas de interés internacionales seguirán aumentando gradual y moderadamente. En el caso particular de las tasas de interés de los Federal Funds de Estados Unidos, se prevé que a finales de 2005 ascenderán a cerca de 4%. Por lo que se refiere a las tasas de largo plazo, y en particular a la de los bonos a 10 años de Estados Unidos, se estima que hacia fines de 2005 estarán cerca de 5%. En lo que hace a las paridades cambiarias entre las principales monedas, se prevé que el escenario más probable sea el de una leve apreciación del dólar en términos medios. Hacia fin de año la cotización del dólar sería similar a la actual: cerca de 1,20 por euro. En lo que se refiere a los precios de las commodities, se estima que el del petróleo se mantendría en niveles elevados, aunque por debajo de los valores récord alcanzados en junio. Los precios de las commodities agropecuarias tenderían a mantenerse en niveles levemente superiores, en promedio, a los de 2004.
2.2 Economía regional
Los analistas proyectan que la economía argentina crecerá 7% en 2005, después del éxito del canje de la deuda pública en default. Con relación a la tasa de desempleo, se estima que continuará disminuyendo, pero más lentamente que en 2004, y podría alcanzar en 2005 un promedio de 11,9%. Se estima que la inflación minorista será de aproximadamente 10%, significativamente superior a la de 2004, y algo superior al rango objetivo del BCRA. En el ámbito fiscal, el gobierno argentino se plantea alcanzar en 2005 un superávit primario del sector público consolidado de 3,9% del PIB. En lo que concierne al comercio exterior, se supone que a pesar de que las importaciones continuarán creciendo significativamente, el año 2005 cerrará con un saldo de la balanza comercial positivo, pero inferior al de 2004. Se estima que el saldo de la cuenta corriente continuará siendo positivo (1,4% del PIB). Luego de conocidos los datos sobre el desempeño de la economía brasileña en el primer trimestre de 2005 y el estallido de la crisis política, se modificaron a la baja las proyecciones de crecimiento para 2005. La mediana de las expectativas del mercado publicada por el BCB pasó de 3,7% en abril de 2005 a 3% en las primeras semanas de junio. El desempleo continuaría cayendo en Brasil, pero a un ritmo más lento, lo que implicaría que el promedio anual podría ubicarse cerca de 10,6%. En materia de precios, se estima que la inflación minorista será inferior a la de 2004, superior a la de la meta central fijada por el BCB, pero dentro del rango aceptable (6%). La cotización del dólar se ubicaría en diciembre de 2005 en 2,5 reales por dólar aproximadamente, lo que resultaría en una apreciación del real de aproximadamente 8% y arrojaría una inflación minorista en dólares punta a punta de 15,4%. Se supone que el gobierno brasileño logrará alcanzar sin mayores dificultades el superávit primario que se plantea como meta del año (4,25% del PIB) y, con ello, el déficit nominal fiscal consolidado se situaría en un nivel relativamente similar al de 2004 (aproximadamente 2,9% del PIB).
2.3 Política económica nacional
En lo que se refiere a la política macroeconómica, el gobierno tenderá a cumplir las proyecciones y metas establecidas en el acuerdo con el FMI: incremento del PIB de 6%, un superávit fiscal primario de 3,5% del PIB y un déficit global de 1,6% del PIB. El gasto público se expandirá levemente en términos reales en 2005, pues se prevé que la inversión pública comience a recuperarse y otro tanto ocurra con el gasto social y los salarios reales. No obstante, como se estima que aumentarán los ingresos tributarios, asociados tanto al mayor nivel de actividad como a la reducción de la evasión, se alcanzaría el superávit fiscal primario pactado con el FMI. La autoridad monetaria buscará desarrollar una política monetaria consistente con las metas de inflación, la que debería ubicarse dentro del rango objetivo de 5% a 7% en el año móvil que termina en junio de 2006. En función de este objetivo, el BCU prevé que los medios de pago se mantengan relativamente estables en términos reales en el horizonte de proyección. En cuanto a la política cambiaria, no se proyectan modificaciones en la política de "flotación" en vigor. Sin embargo, no se descarta que el Banco Central intervenga marginalmente a los efectos de evitar una pérdida mayor de competitividad y/o para reducir la volatilidad de la cotización cambiaria, en la medida en que ello no lo aparte de su objetivo inflacionario. Se supone que el gobierno impulsará una Ley de Presupuesto quinquenal austera, compatible con la severa restricción fiscal resultante del alto peso de la deuda pública y la elevada carga tributaria. La política laboral que llevará adelante el gobierno procurará alcanzar cierta recuperación real de los salarios públicos más deprimidos. En lo que concierne a las políticas sociales, el gobierno continuará llevando adelante el PANES.
2.4 Posible desempeño de la economía nacional en 20052
El PIB medio anual medido en términos constantes crecería aproximadamente 6% en 2005, en parte debido al "efecto arrastre" del año precedente y como consecuencia del enlentecimiento del ritmo de expansión de la actividad económica durante 2005. El aumento real del PIB y de las importaciones de bienes y servicios (15%) determinará un apreciable incremento de la oferta final (9%). Las exportaciones de bienes y servicios medidas en pesos constantes también se incrementarían significativamente (10%). La demanda interna aumentaría aproximadamente 8%. Se incrementarían tanto el consumo (aproximadamente 7%) como la inversión bruta interna, y esta última lo haría a un ritmo más acelerado (18%). En 2005 se incrementaría la actividad de todos los sectores productivos. El sector agropecuario tendría un crecimiento modesto, resultante de la disminución de la producción de cultivos agrícolas de invierno y del incremento de la actividad del subsector pecuario. Los sectores comercio, restaurantes y hoteles y transporte y comunicaciones crecerían más que el promedio. La actividad de los sectores construcción, industria manufacturera y electricidad se incrementaría menos que el promedio, mientras que la de los agregados en "otros" lo haría a un ritmo similar al del PIB total. Se prevé que la cuenta corriente de la balanza de pagos arrojará en 2005 un resultado negativo, significativamente superior al verificado en 2004 (2,2% del PIB). Ello sería el resultado de un crecimiento de aproximadamente 16% de las exportaciones de bienes y servicios y de 23% de las importaciones de bienes y servicios, en ambos casos medidas en dólares. Por su parte, el saldo negativo de la cuenta "renta de inversión" (intereses y utilidades) crecería moderadamente respecto al saldo de 2004. El desempleo medio anual en el país urbano se reduciría respecto al nivel medio de 2004 y se ubicaría en aproximadamente 11,7%. Ello reflejaría el moderado incremento del empleo medio anual (entre 1% y 2%) y el estancamiento de la tasa de actividad. El salario medio crecería moderadamente en términos reales respecto a los niveles de 2004 (3,5%) como resultado de una inflación menor a la de ese año, a la aceleración del ritmo de crecimiento nominal de los salarios a partir de la negociación en los Consejos de Salarios (CS) y al incremento del Salario Mínimo Nacional (SMN). Los salarios privados aumentarían menos que los públicos, dado que el impacto mayor de los CS se espera para el año 2006. El ingreso medio real de los hogares relevado por el INE crecería aproximadamen- 2. Las proyecciones incluidas en este apartado fueron elaboradas por el Área de Coyuntura del Instituto de Economía. te 5%, debido a diversos factores: el incremento previsto del empleo, la mejora salarial antes mencionada, la implementación del plan de emergencia y la recuperación de los ingresos fijos y de las rentas de la propiedad. La inflación, medida diciembre a diciembre, sería 6%, y se ubicaría en el rango objetivo establecido por el BCU. Los precios mayoristas se mantendrían estables. Por otra parte, se estima que, medido diciembre a diciembre, el tipo de cambio nominal disminuiría aproximadamente 7%, por lo que los precios en dólares aumentarían 14% en el mismo período. Esta evolución de los precios en dólares implicaría una pérdida de competitividad media de 9%, si se considera el indicador que combina los precios minoristas uruguayos con los minoristas de Argentina y Brasil y los mayoristas de los restantes socios comerciales considerados. El superávit fiscal primario sería en 2005 (3,5% del PIB) algo inferior al de 2004 (3,9%). La cuenta de intereses con relación al PIB también sería menor en 2005 (5,3% del PIB) que la de 2004 (5,9% del PIB), como consecuencia de la inflación doméstica en dólares y del crecimiento real del PIB, ya que se prevé un nuevo incremento de los pagos de intereses medidos en dólares, lo que, a su vez, resultará del aumento del stock adeudado y del incremento de las tasas de interés internacionales de referencia. En esas condiciones, el déficit fiscal consolidado (1,8% del PIB) sería algo menor al de 2004. El ratio deuda pública bruta /PIB se reduciría de 100% a fines de 2004 a aproximadamente 85% a fines de 2005 (en tanto que el ratio de deuda pública neta/PIB pasaría de 69% a 59%). Ello se debería a que se prevé que el PIB medido en dólares crecería más que la deuda bruta y la neta. El promedio de los valores diarios de la base monetaria del último trimestre de 2005 se situaría en cerca de 16.800 millones de pesos. Esto es, aproximadamente 20% más que en el promedio de 2004. En suma, en 2005 crecerá la actividad económica –tanto por la expansión de la demanda interna como de la externa– descenderá el desempleo, la inflación se mantendrá en niveles reducidos y las cuentas fiscales se mantendrán ordenadas, aunque se deteriorará la competitividad externa y la recuperación de los ingresos reales será modesta. Más allá de 2005 el gobierno se enfrentará al desafío de consolidar el crecimiento en un contexto macroeconómico estable y continuar atendiendo las demandas de la sociedad, entre las que destacan: la problemática de los sectores marginados, el aumento del empleo y la recuperación del poder de compra de salarios y pasividades. La continuación del crecimiento de la economía dependerá críticamente del incremento de la inversión, mientras que la reducción del desempleo y de la pobreza requerirá esfuerzos adicionales. |
Referencias |
1. Este documento reúne las principales conclusiones del Informe de Coyuntura para suscriptores de junio de 2005, elaborado por el Área de Coyuntura Económica del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República (correo electrónico: coyu@iecon.ccee.edu.uy; página web: www.iecon.ccee.edu.uy/coyuntura/coyuntu.htm). Para elaborar este documento se consideró la información disponible hasta el 30 de junio de 2005. |
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