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70 años después |
No podría decirse que esta es una foto de Montevideo antiguo ya que desde que fue tomada solo han pasado 70 años lo cual hace que sea simplemente una foto del álbum familiar (familia Claas), que fue de donde nosotros obtuvimos dos fotos, una de las cuales publicamos hoy. La imagen nos muestra que desde 1930 hasta hoy, nuestra querida Montevideo, ha sufrido ediliciamente un formidable salto como surge de la comparación de ambas fotos, la primera tomada en el verano de 1929/30 y la otra la tomamos una tarde de verano de febrero de este año, prácticamente habían pasado 70 años. Entonces los pocos edificios altos, fácilmente identificables, están sobre la misma cuchilla o sea sobre 18 de Julio. Construcciones públicas o particulares menguaban en importancia física y en altura a medida que bajaban por las calles laterales hacia la rambla sur o hacia la rambla portuaria. Por lo que muestra la foto el mayor desarrollo y empuje edilicio y comercial se manifestó fuertemente desde 18 de julio hacia el área portuaria. Ambas fotos, la otra la publicaremos pronto, lo descubriríamos mas tarde, fueron tomadas desde la torre del Rowing Club y muestran en primer plano y dentro del mismo recinto portuario, galpones que si mal no recordamos eran carpintería, mecánica de a bordo, vestuarios, tornos, proveeduría y electricidad, que obviamente no existen mas y se pueden ver también allí estacionadas hacia la derecha, las viejas grúas a vapor que las vimos operar en los muelles del Mercado de Frutos, apenas terminada la II guerra mundial. Luego vemos el portón de salida del puerto conocido por el Portón Río Branco, que ahora fue cerrado definitivamente y el comienzo de la calle Río Branco remontando hacia 18 de Julio, desprovista entonces de árboles. Esta calle comienza apenas cruzando la rambla portuaria pero hay quienes afirman que comenzaba en el mismo Rowing Club. La nitidez de la imagen, permite seguir con la vista la calle Río Branco muy claramente hacia arriba, hasta llegar a nuestra principal avenida donde se puede localizar a la derecha el edificio Lapido más conocido por el edificio de la Tribuna Popular (un diario famoso que salía a las 11 horas y se caracterizaba por su página roja o policial) cuyos titulares voceaban en los autobuses y tranvías los canillitas y la verdad que se vendían muchos ejemplares. Años mas tarde estuvo el Diario Popular del Partido Comunista. Enfrente del Edificio Lapido hacia el este se ubica un edificio bastante más bajo, que aún existe, donde antes estuvo una sucursal de las Tiendas Soler y por los años cincuenta la importadora de autos americanos de Travieso y Lestido donde se exhibían y vendían los lujosos autos americanos de la Chrysler (Plymouth, Dodge, De Soto) y mas tarde por los años 50 se exhibió por primera vez el Volkswagen a 5.995 pesos. Pero antes, en esa esquina, estuvo también la farmacia Beiso. Este sólido edificio que abarca parte de 18 y su entrada principal por Río Branco había sido construido hace un poco mas de 70 años, presumiblemente por el empresario Max Glucksmann que residía en los Estados Unidos y su hermano Bernardo lo representaba en Montevideo, un nombre vinculado a la cinematografía en el Uruguay de aquel entonces. En la planta baja de ese edificio con entrada por Río Branco había instalado la recordada compañía Max Glucksman, importadora de películas de cine, proyectores para cine y las famosas e inolvidables radios de capilla Lyric y si mal no recordamos la Emerson. Su hermano Bernardo a quien conocimos, tenía algunos cines, entre ellos el Trocadero, Roi. Hace varias décadas este edificio de la calle Río Branco se incendió y allí se perdieron valiosas copias de importantes films de reconocido valor artístico. A la izquierda de este edificio, desde Río Branco hasta Julio Herrera y Obes (acera sur) la foto muestra los mismos edificios que existen aun hoy día, incluido el Palacio Brasil. A la derecha vemos casi toda la estructura del Palacio Salvo y a su izquierda el edificio del Jockey Club fachada posterior que da sobre la calle Colonia. A la izquierda de la calle Río Branco vemos el edificio que fue de la Asociación Cristiana de Jóvenes (Colonia y Río Negro) y que oculta la hermosa construcción de los Uriarte sobre 18 y Julio Herrera y Obes, enfrente el edificio donde estaba el cine RexTheatre, una famosa sala de estrenos de gran prestigio social ahora transformado en una sala teatral y un poco más a la izquierda el viejo y hermoso edificio de la tienda la Madrileña luego reciclado y al costado el que fuera formidable edificio del Palacio Jackson (Intendencia Municipal de hace muchos años) en 18 y Paraguay con la Plaza Cagancha. Por último sobre la rambla portuaria vereda sur, una línea de viejas edificaciones que no existen mas pero sobre la parte derecha de la foto vemos la calle Galicia esquina Convención pudiéndose apreciar un edificio en segundo plano aun en pie cuyo frente tiene cuatro ventanales que pertenece ahora a Metzen y Sena pero que en el pasado fue de la firma alemana Ernesto Quinke y Cia, importadora de los famosos autos DKW. Sin duda, ambas fotos con una diferencia de 70 años muestran un reconfortante contraste que representa el esfuerzo progresista de los montevideanos, por lo menos ediliciamente. La foto del Montevideo actual la tomamos a principios de este año exactamente desde el mismo lugar donde hace 7 décadas fueron tomadas las fotos que nos cediera Clauss. En primer plano la foto que tomamos muestra la desaparición de los galpones lo cual se ha transformado en un espacio del Puerto que por el momento se usa para estacionar autos de importación. Los únicos testimonios que quedan en pie de esa época son precisamente el edificio del Rowing Club que ha sido reciclado por la Administración Nacional de Puertos donde se encuentran instaladas ya parte de sus oficinas y a su costado aun permanece en pie el Nacional de Regatas. Ambos edificios se encuentran en un área de aguas que cuyo destino seguro será el rellenado para recuperar superficie funcional para la actividad portuaria. Finalmente queremos agradecer al personal de ANP por el ascenso a la torre del Rowing, aunque no fue fácil, pues si bien es cierto que es un edificio que esta reciclando la ANP, trepar hasta la torre no estuvo exento de enormes dificultades a través de su estrecha escalera caracol de cemento interrumpida en partes, un camino pavimentado de excrementos de paloma, huevos de paloma y palomas muertas y nidos de palomas y algunas otra sorpresa colombófila hasta llegar a la cima y el descenso tampoco fue fácil. No lo sabíamos entonces. Fue una aventura muy lucrativa para la tintorería, pero la imagen en todas direcciones fue reconfortante. |
Emilio Cazalá
El País
24 de abril de 2000
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