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Explosión (o "implosión") en el oeste de Montevideo
Carta abierta de Gabriel Carbajales

prole.mundo@gmail.com
 

Carta abierta a quienes corresponda de entre los administradores del “misterio” de la explosión o implosión del oeste montevideano. Carta abierta al Estado:
 

Están por cumplirse las 48 horas desde que, casi en la medianoche del miércoles 23 de marzo, una fortísima explosión (o "implosión"), con vibración de paredes y techos hogareños durante unos tres segundos, despertara el temor masivo en la altamente poblada franja costera del sur-oeste montevideano, en la zona de las interrumpidas obras de instalación de la cuestionada y preocupante planta "regasificadora" de Puntas de Sayago.

 

Hasta ahora, solamente especulaciones e interpretaciones supuestamente científicas, es lo que ha podido recibirse desde unos medios "informativos" muy propensos al sensacionalismo frívolo y tremendista, que, sin embargo, no reclaman explicaciones oficiales a los organismos estatales que deberían brindarlas aunque nadie se las reclame, por ser su obligación proporcionarlas ante situaciones como esta, que necesariamente motivan alarma pública y natural certeza de desamparo colectivo.

 

Para esta vastísima población capitalina oesteña no es posible que lo ocurrido sea asociado a extraños fenómenos atmosféricos, climatológicos o a rumores “conspiranoicos” internacionales asociados con la presencia en el Río de La Plata de fuerzas militares de los EE.UU. en funciones de “escudo defensivo” de la comitiva de Barak Obama. 


Particularmente para los barrios Casabó, Nuevo Casabó, Nuevo Amanecer, Bajo Valencia, Puntas de Sayago, Santa Catalina, Punta de Yeguas y Los Cilindros, forzosamente la explosión o implosión ocurrida se asocia espontáneamente a la mentada “regasificadora” debido a los antecedentes de pésima performance en las obras de infraestructura de la misma realizadas hasta ahora, repletas de irregularidades técnicas y otros factores “profesionales” de absoluto irrespeto por el medio ambiente, por el equilibrio ecológico ictícola-agrícola de la zona y por la vida humana y social del vecindario.


(Especialmente en Santa Catalina y Casabó, además, lo de anteanoche remite subjetiva y automáticamente a gravisimas situaciones ocurridas en los últimos años con el “entrenamiento militar” de la “armada nacional”, que, en una pequeña península ubicada entre los dos barrios, realiza periódicos “tiro al blanco” que en ocasiones resultan ser disparos de grueso calibre sobre viviendas y muy cerca de barcazas de pescadores artesanales --sobre la calle Víctor Hugo, a unos 150 metros de la costa, un misil del tamaño de un refresco de 600 gramos, perforó hace no mucho tiempo la ventana de una vivienda y se alojó en la pared de un dormitorio, sobre la cama de matrimonio, en horas de la tarde).


Las interrumpidas obras de “Gas Sayago” han sido rodeadas de un cerco de singular secretismo para los vecinos, enterándonos de ciertos detalles escabrosos únicamente a través de algún operario contratado o de investigaciones privadas. Al realizarse en 2012 la llamada “audiencia pública” teóricamente prevista para consultar a la ciudadanía local, los jerarcas estatales vinculados al megaproyecto regasificadora/Aratirí, restaron importancia a los riesgos de un emprendimiento de estas características ubicado a menos de tres kilómetros de la costa, cuando los protocolos internacionales de seguridad aconsejan una distancia de 10 kilómetros como garantía de que eventuales accidentes con la manipulación de los buques metaneros, no signifiquen tragedias e importantísimas pérdidas de vidas humanas. En aquella oportunidad, la gerente de Gas Sayago (hoy presidenta de Ancap), Sra. Martha Jara, pretendió “tranquilizar” al vecindario con el exabrupto de que “solamente podría ocurrir un desastre cada 600 años, con un solo muerto”, y que, de últimas, la presencia de la planta regasificadora enriquecería la biodiversidad costera...


Podríamos seguir refiriéndonos a muchos disparates más respecto a este megaproyecto, a la manera en que el mismo trató de ser impuesto sin contemplar los intereses ciudadanos y a cómo todo esto explica por qué lo del miércoles no parece obedecer precisamente a “fenómenos naturales” o a “extrañas intervenciones extraterrestres”... 


Pero agregaremos únicamente lo siguiente: ya avanzados los trabajos de infraestructura en Puntas de Sayago, un buen día no muy lejano resultó que “descubrieron” la presencia de una enorme masa sólida en las profundidades del lugar clave elegido (pero evidentemente no estudiado), siendo en apariencia roca viva, aunque no se descartaba la posible mezcla con amalgama de hormigón o cosa parecida. De primeras, se calculó que eliminar esa masa gigantesca demandaría, además de complejas operaciones técnico-humanas, unos 30 millones de dólares en el alquiler de sofisticada maquinaria apropiada. Pero enseguida surgió la retirada fraudulenta de la megaempresa multinacional contratada (vinculada a las derivaciones del caso Petrobrás) y le sucedió la suspensión de los trabajos, y “nadie” de entre nosotros, simples ciudadanos y ciudadanas, nos enteramos de la existencia de la famosa piedra de los 30 millones de dólares, hasta hace muy poco.

 

Así que, abreviando y concretando, que el o los organismos del Estado competentes, respondan ya mismo:


¿El miércoles 23 de marzo, a las 23:23 horas, “algo” o “alguien” produjo la desintegración parcial o total de la enorme piedra “descubierta” en Puntas de Sayago donde debía haber estado hecha parte fundamental de la “regasigicadora”? ¿Es cierto que antes de ese día la masa sólida había sido barrenada para irla fragmentando y dispersando en el mar, “reservadamente”, como si fuera un “secreto militar de Estado”?.

 

Que los ministerios “competentes” digan algo. Es su obligación hacerlo y es nuestro derecho exigirlo. Si no lo hacen, más tarde o más temprano la ciudadanía develará “el misterio” de la explosión o implosión del 23 de marzo. Si lo hacen, tienen la obligación, además, de decirnos por qué ocultaron lo que están ocultando, se trate de la famosa masa de los 30 millones de dólares o lo que sea.


Ya que tanto se habla de empleados públicos “ñoquis” o “excedentes” cobrando sueldos innecesarios, que los que sí cobran “justificadamente” sueldos, viáticos y gastos de “representación” de magnitudes inimaginables para el común de los trabajadores uruguayos, digan algo. 


Y que lo que digan tenga que ver con la verdad y no con los bolazos que nos obsequian los medios “informativos” como si la realidad fuese una serie de “milagros” se “semana santa” atacada por fuerzas sobrenaturales de otra galaxia o los caprichos de algún dios que nos pone a prueba.


Gabriel Carbajales, Santa Catalina, Montevideo, 25 de marzo de 2016.

 

Ver sobre la regasificadora, en Letras Uruguay:

http://letras-uruguay.espaciolatino.com/defensa_de_la_tierra/regasificadora.htm

 

Al respecto, en algunos medios:

 

Científicos confirman que se registró un temblor de tierra en el oeste de Montevideo por causa de actividad humana
http://www.lr21.com.uy/comunidad/1281886-cientificos-confirman-temblor-tierra-oeste-montevideo-actividad-humana

Denuncian temblores de tierra y explosiones en Santa Catalina y Casabó
http://www.subrayado.com.uy/Site/noticia/54412/denuncian-temblores-de-tierra-y-explosiones-en-santa-catalina-y-casabo

Impacto social y ambiental - Algo está cambiando en la zona Oeste de Montevideo
http://www.elpais.com.uy/informacion/algo-cambiando-zona-oeste-montevideo.html

 

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