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Un asunto de verdad |
Esto,
comenzó cuando don Sebastián se vino de su patria
allá por los años treinta y tantos. Por
aquella época la España de Franco como dice él (estaba algo espesa). Don
Sebastián cuenta tantas anécdotas de aquél lugar y de aquellos tiempos,
que las sé de memoria. Cuando
partió de su tierra era un
mozuelo hoy tiene casi sien años. Aún
conserva su acento andaluz y
cuando habla, sus ojitos le brillan. -Si
señor pues te digo que la pasamos mal, muy mal con aquél
personaje. -No
voy a olvidar que mi padre y mis hermanos mayores cayeron bajo las armas
de aquellos bárbaros. -Tú
no sabes lo que es el miedo, el hambre la pobreza
la desconfianza. Todos desconfiábamos de todos. -Recuerdo
los viñedos eran el orgullo de la familia las uvas más grandes que te
puedas imaginar. -Tú
nunca probarás un vino tan bueno como aquél .Ni puedes imaginar los
paisajes verdes y dorados de mi
Córdoba. -Aquellas
sierras que al salir el sol parecían una pintura hecha a mano y al salir
la luna pues era un sueño ver aquello. -Los
naranjales,!ah! que maravilla .Sabes que las noches de luna llena aquello
era todo brillo y luz. -El
reflejo de los verdes olivos. Que
presente tengo todo aquello, solamente que nunca más pude volver a mi
querida Córdoba.. Sus paisajes su hermoso río Guadalquivir, donde tantas
veces refresqué mi cuerpo. -Vivimos
tiempos muy felices con mis padres y mis siete hermanos, los más mozuelos
cayeron junto a mi padre -Un
asunto de verdad, llegaron una noche como ladrones y golpearon con fuerza
las puertas de la casa. -Como
ladrones nos dejaron sin nada en los graneros, golpearon a mi padre y
robaron cuanto pudieron. -Ellos,
ellos eran el poder y la fuerza nada podíamos hacer yo era muy pequeño
para luchar. -Mi
padre se unió a la cuadrilla para
salir a la sierra, los tres mayores lo acompañaron. Yo solo llevaba víveres
de vez en cuando y algún recado. -Los
jovenzuelos nos reuníamos con el sueño de ser toreros y por las noches a
la luz de la luna hacíamos corridas de toros en el campo de un vecino. -
Mi hermana mayor bailaba flamenco como una Diosa, era morena esbelta guapa
muy guapa su sueño era ser bailarina pero eso no pudo ser. -Una
tarde pasó (un asunto de verdad) venía bajando de la sierra como todos
los días, fue abordada por dos de la milicia. -Los
pillos con malas intenciones, ella se asustó tanto que corrió, cuando de
pronto, una bala terminó con
su vida fue la primera victima de la familia, luego siguieron mi padre y
hermanos. -Fue
tal el miedo de mi madre que decidió venirse y dejar aquello, decía que
no quería ver mas muerte cerca. -Dejamos
todo y nos vinimos con pena pero no nos quedaba otra solución -Miré
por última vez los olivares, los naranjales la última puesta de sol y el
último amanecer, no dormí esa noche. -Me
fui hasta el la orilla de mi río Guadalquivir, allí lloré mucho toda la
noche. Solo con mi soledad y mi tristeza. -Si
señor (un asunto de verdad) en un pequeño pañuelo junté tierra de mi
tierra y lo guardé como un tesoro. -A
este andaluz le queda poco ya por eso quiero que cuando me valla me pongan
éste pañuelo con mi tierra junto a mi. -Será volver a mis raíces y entonces podré decir que he vuelto a nacer, si señor todo es (un asunto de verdad). |
Josefina Camacho
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