Este nuevo libro de Ángela Cáceres,"Metánoia cambio de corazón" vuelve a revelarla como una escritora de una línea personal donde lo fantástico y lo real, lo onírico y lo cotidiano, se entre cruzan y se nutren mutuamente .Así como en "Triada" y "Días de juego" en este nuevo libro, Ángela Cáceres profundiza un universo de vastedad poética y mística al que el lector accede como un visitante privilegiado.

Intento este prologo desde la mística irresistible de Ángela Cáceres. Mística de la pasión, pasión y mística, dibujándose como­ cuadraturas simultáneas de una construcción amorosa de mujer que trasciende eras de si misma para acudir a las perennes bodas de un amor siempre preexistente. Bodas que se vislumbran como un renovado brindis de dos cuerpos, dos almas, dos simetrías que buscan complementariedad y alivio. Sus racontos, sus visiones, sus reflexiones más íntimas de mujer peregrina entre palabras, acuden siempre al referente existencial de un amor que atraviesa vidas y estados de conciencia y se hace omnipresente aun en las ausencias y en los desencuentros.

En "Metanoia, cambio de corazón" las palabras parecen encontrar un atisbo de reconciliación esencial entre la mujer que busca al hombre que aparece y desaparece indefinidamente y el hombre que busca a la mujer que aparece y desaparece también indefinidamente. Una búsqueda de a dos, una recontucción de a dos, un interminable encuentro entre "la mujer poseedora de la última risa" y el amado de todo amor. El hombre sustantuvo que penetrará siempre en la más íntima celebración de mujer, allí donde las oscuridades y las claridades secretas humedecen los orígenes y sedimentan la vida una y otra vez.

"Metanoia..."es la invocación poética de la autora a la excelsitud del amor que se hace perecedero para ser eterno, efímero para ser trasmutado las veces necesarias, hasta tocar la frente de Dios y volver planetario y urgido por bocas que lo nombran y cuerpos que lo tocan y lo estremecen.

"Metanoia..."es un estallido de pasión, una confesión de mujer que ama con fruición y santifica todos los abrazos para darles territorio en la eternidad. Una búsqueda, una redención de los olvidos, de las esperas, de los tormentos y de las soledades más temidas.

Es una copa donde Ángela Cáceres ha vertido palabras de mujer y la alza en un brindis existencial para que brindemos todas, todos, por los milagros de la existencia y los misterios inexorables del amor

Lía Schenck