Los Mirtos

poema de Esther de Cáceres
de Paso en la noche

Losada, Buenos Aires, 1957

Como desde una isla

de amor a la que llega

el mar del Reino

vamos, bajo el gran sol,

entre romeros ciegos,

entre ángeles y sueños,

sobre árida ceniza,

sobre céspedes tiernos.

Alguna vez perdidos en el bosque

de riesgos;
y buscándonos siempre
desde la primavera hasta el invierno
para encender de nuevo
la luz de cada día
hija del Fuego.

Ya en el otoño dulce en que la seda

que nos envuelve se convierte en densa

seda del Reino,
a través de la puerta donde olivos y palmas
cantan hoy su misterio,
vamos bajo el gran Sol a saber muerte,
a saber vida eterna,
para dejar sin lágrimas
en el último día de la esperanza
este sitio fundado en flor y sueño

y volver a encontramos,

después de extraña tregua,

como luces del Reino

¡dos llamas inmortales

nacidas en el Tiempo

entre imágenes, libros, altos sueños,

hijas del mismo Fuego

y vueltas hacia el Fuego!

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