Las más ágiles aves de la tierra

poema de Orfila Bardesio

Nadie diga: “estoy solo.”
‘"No tengo naves, no tengo alas

para cruzar el mar.”
Porque, lie aquí el enjambre de las danzas,

el fuego que olvida las fronteras,

el tren donde marcliau los besos,

la libertad que toca lo cerrado,

el aire para encontrar distancias:

la que se entera de lo que pasa

sin conocerlo,

la historia, la sabiduría.
La que se deja llamar
flor-guijarro-mujer,
pero bajo las máscaras sonríe
con un solo rostro,
y más allá de los cuerpos, el manto
que abriga las violetas.
la estación donde se mecen las cunas.
He aquí la bóveda

sostenida por olas,

del Templo del Abrazo.
He aquí el palomar en vuelo de .la piel

sobre la tierra extensa.
Por eso, nadie diga: “estoy solo.”

“No tengo naves, no tengo alas

para cruzar el mar.”