El fuego es una cosa limpia
Diego de Ávila

el fuego es una cosa limpia.
sino pensá en la rosa, en su segmento,
su perpendicularidad de tal manera;
el costado de su espacio, su cadera,
me excito bajitamente: ah!
el problema más oscuro de la rosa
es hallar femeneidad en sus paredes,
tentarse con su espalda, detenerse:
el fuego es una cosa limpia. 
ah, me excito bajitamente, ah, 
su cadencia esclava, su cadera
de pétalo, su cola levantada
al sol, pensá en la rosa, en su segmento,
en la gráfica mortal de su inocencia.
el diafragma más corpóreo de la rosa
es al fin la tradición que la respira,
la seda de su beso acariciando 
el espacio a su costado, su cadera;
la forma enloquecida de su tallo,
su fragilidad de seno, su cadencia,
sus piernas de color entrecruzadas,
su boca indescifrable sostenida.
el fuego tan dotado penetrando
los sitios más profundos de la rosa.
el fuego es una cosa limpia.
su perpendicularidad de tal manera.

Diego de Ávila

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